Capitulo 10

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Desperté después de haber dormido tan solo dos horas. Ya eran las 6:05am asi que decido ir a preparar el desayuno para Sam y para mi.

Conecto mi celular a la radio de la cocina y escucho esas notas de acordeón que aun me cautivan y me tienen en un vaivén de emociones.

*Se ve que despertaste muy contenta Kiara* dice mi subconsciente frotandose la cara adormilada.

La valse d'Amellie de Yann Tiersen es una de las pocas canciones sin letras que me envuelve y desenvuelve sin mucha dificultad. A mi padre le gustaba esa cancion desde siempre solo por que lleva su apellido el cual es un nombre al parecer.

Ya listo el desayuno voy a despertar a Samir ya que sé que no va a despertar tan fácilmente.

Subo corriendo haciendo la mayor bulla posible para llamar su escasa atencion y entro en la recámara de mi madre abriendo de par en par las puertas y dando saltitos de la pradera voy a abro las cortinas de golpe escuchando los quejidos de mi mejor amigo.

-Buenos diaaaas!!!! Don dormilon despiertaaaaa!!! - le grito en la cara quitando su brazo de su frente.

-Ya Kiara... - bosteza- dame un ratito mas vale? -y vuelve a meterse en las sabanas.

-Eres un caso perdido Samir -le digo apoyandome en un pie doblando el otro y con las manos en la cintura.

-Ya ya dame un minuto...- y saca su pie - ya salí ahora bajo- dice aun dentro de la cama...

-Si te retrasas no te esperare- le digo dirigiendome a la puerta.

Yo ya termine de desayunar y me pongo a lavar mi taza escuchando de fondo Creep de Radio Head. Entonces oigo bajar a Sam. Le ayudo con su desayuno y voy a mi cuarto para alistarme.

Me pongo unos vaqueros apretados una basica negra y un canguro gris con unos converse grises igual. Trato de ordenar mi pelo alborotado resolviendo hacerme una trenza al lado izquierdo. Termino de maquillarme, ya saben lo básico delineado color negro, rimel, y un poco de brillo en los labios. Alisto mi mochila, igual lo básico, mi cuaderno de dibujos un cuaderno borrador por si lo necesito, lápices, llaves y dinero.

En eso me percato de que Samir ya estaba esperandome afuera y bajo las gradas corriendo.

Estamos llegando a la escuela y empecé a sentirme débil, con poca fuerza, pero no le dije nada a Sam que me hablaba de... no se no le presté atención.

Cuando siento un apretón muy fuerte en mi pecho. En mi corazón. No podía respirar. Me.sentía mareada. Y lo último que logro decir con mis escasas fuerzas es: "Sam... me voy" y me deavanesco en un profundo sueño quizas eterno y siento los largos brazos de Sam rodeando mi cuerpo gritando algo, no logro oírlo y me desconecto.

La niña del pupitre del fondoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora