Prefacio

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El hombre miraba a su mejor amigo, quien al final como siempre había rechazado a la hermosa mujer que le ofrecía pasar una buena noche entre sus piernas. Él nunca llegaba a tocarles ni un pelo, solo las miraba con detenimiento, su amigo era tan extraño.

«¿Para qué venía a un burdel si no iba a tocar a ninguna de las prostitutas?»-se preguntaba siempre que lo veía rechazar a todas esas mujeres.

—No te entiendo Alejandro —dije llamando su atención —Vienes acá, las miras y nunca las tocas.

—No busco eso Tobías. —respondió con un tono indiferente.

—¡¿Entonces que buscas?! ¿Por qué siempre son rubias y de ojos azules?

—Me recuerdan a ella.

—¿Evie?

—No… Maeve.

©TODO POR AMOR. Trilogía: Amores Verdaderos 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora