En un mundo lleno de grandes tecnologías, hay diversas personas que son elegidas para portar un poder.
Sin embargo, el propietario puede utilizarlo para bien o para mal, dividiendo así la sociedad en héroes y villanos.
En la mayor ciudad del mundo...
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Leon.
Esperaba ansioso la llegada de Nita, no dejaba de caminar en el lugar del bosque que habíamos quedado.
La pregunta era ¿ por qué el bosque?
Bueno, me gustaba el silencio, llenar mis ojos de vegetación y escuchar el río. Todo eso me venía muy bien para relajarme, y si voy a estar junto a ella más todavía.
Por otea parte es completamente estúpido ¿ por qué me he enamorado de ella, si apenas nos hemos visto dos días?
No tengo ni idea ¿ será eso del amor? ¿ o alguna estupidez que me está jugando el cerebro?
Fuera lo que fuera lo que sentía no era normal, cuando apenas estuve junto a ella sentí que algo se movía en el pecho, y no lo he sentido nunca.
Según Mortis es estar enamorado, según Crow es ser un imbécil y sólo deseo.
Pero ¿ deseo de que? No soy tan estúpido. Por ello quiero conocerla, quiero saber si ese sentimiento es verdad.
Suspiro y niego con la cabeza, tengo que pensar con claridad, además, de seguro que ella piensa que soy sólo un desconocido.
Sólo puedo suspirar de nuevo, fastidiado nervioso y con un extraño sentimiento en el pecho, sentía que algo se movía dentro de mi, una bestia estaba inquieta en el lugar del corazón, es molesto.
- ¿ Ocurre algo?
Dios.
Me giro para encontrarme con los ojos más hermosos que he visto en toda mi vida. Espero que no haya saltado del susto.
- Hola Nita, y no no...pasa nada. - digo sonriendo, sólo faltaba que pensara que estoy loco.
- Perdona, pero como has suspirado de esa manera, ¿ acaso pensabas que no vendría? - pregunta ella sonriendo divertida.
La bestia del pecho vuelve a moverse.
¿ Por qué tiene que tener esa sonrisa tan jodidamente linda? Espero que no me haya sonrojado, una sonrisa aparece en mis labios, contagiada por la suya, que ni dudo que sea más deslumbrante que la mía.
- Sabía que vendrías, ¿ y tú?
- Sabía que estabas aquí, en la llamada estabas muy animado, ¿ tantas ganas tenías de conocerme?
Mierda, mierda, mierda.
Seré imbécil.
Ahora una escusa y rápido.
- Puede. - ahora le dejo con la intriga mientras sonrío de lado, victorioso.
- Bueno, ¿ quieres hacer algo o sólo pretendes dejarme con la intriga?
- En verdad pienso que no vendría mal conocernos un poco más, ¿ no crees?