En un mundo lleno de grandes tecnologías, hay diversas personas que son elegidas para portar un poder.
Sin embargo, el propietario puede utilizarlo para bien o para mal, dividiendo así la sociedad en héroes y villanos.
En la mayor ciudad del mundo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nita.
Ya estaba terminando de arreglarme, en verdad es sólo ropa de deporte, pero creo que valdrá, al fin y al cabo no quiero resaltar mucho.
Miro el reloj, son las 18:20, he de darme prisa. Aunque los beneficios de estar un poco al norte de la ciudad sería tener más tiempo para esto.
Aprovechando que estoy por las afueras de la ciudad, voy a ir como heroína, así podré ir más rápido.
Abro la ventana y miro, no parece haber nadie, como no hay casas enfrente, otra gran ventaja.
Me pongo el traje, cierro la ventana desde fuera y subo a la azotea, para luego ir saltando cada vez más lejos.
Me aproximo a la montaña a toda prisa, lo mejor sería saltar y caer oculta en esos arbustos.
En la última azotea me impulso con todas mis fuerzas, yendo montaña arriba.
Aterrizo entre los arbustos, vuelvo a mi estado civil y salgo tranquilamente.
Miro el reloj, tengo cinco minutos para subir un poco y llegar junto con Leon, no es tan difícil.
Empiezo a andar tranquilamente cuesta arriba, enseguida llegaré con el chico.
Al girar un poco siguiendo el sendero, veo como Leon está algo intranquilo, mirando el reloj constantemente.
Sonrío, al parecer no se ha dado cuenta de mi presencia. Sin embargo escucho un resoplido por su parte y se rasca la nuca, ¿ por qué todos los hombres hacen el mismo gesto?
- ¿ Ocurre algo? - pregunto curiosa.
Casi da un saltito involuntario, lo que me hace sonreír, al parecer no se había percatado de mi presencia.
Leon se gira y me mira a los ojos, ese tono verde me deja hipnotizada de nuevo.
- Hola Nita, y no no...pasa nada. - dice sonriendo, adoro esa sonrisa.
Me doy una cachetada mental, seré estúpida, parece que no he aprendido la lección.
- Perdona, pero como has suspirado de esa manera, ¿ acaso pensabas que no vendría? - pregunto sonriendo divertida.
Su sonrisa se vuelve más ancha, casi parece mostrar todos los dientes y un leve rubor sale de sus mejillas.
- Sabía que vendrías, ¿ y tú? - me responde con seguridad
- Sabía que estabas aquí, en la llamada estabas muy animado, ¿ tantas ganas tenías de conocerme? - pregunto curiosa.
En verdad quiero saber si esto es sólo una relación como amigos o amorosa. Creo que desgraciadamente es la segunda. No quiero eso, Leon parece un buen chico pero... No quiero volver a sufrir.
- Puede. - dice sonriendo de lado.
¿ Enserio?
- Bueno, ¿ quieres hacer algo o sólo pretendes dejarme con la intriga? - repongo algo fastidiada, ahora no sé que querrá hacer.