just... [WowKwan]

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"Es solo un manchón en un fondo negro" pensó al recordar a su madre emocionada al ver la ecografía.

-Byeongkwan ve a atender las mesas antes de que el jefe te vea sin hacer nada- escucho a Chan hablar bajito para que no lo fueran a escuchar.

-Buenas tardes- se acercó a una de las mesas, saludó cortésmente y con una sonrisa a la pareja que acababa de llegar- ¿Saben lo que van a pedir? Puedo recomendarles algo si gustan- se ofreció, más por rutina que por iniciativa.

-Gracias, vamos a mirar el menú pero podrías traernos un vaso con agua, por favor- pidió la joven amablemente y con una gran sonrisa.

Su turno avanzo rápido y al final llegó su hora de comida, su tan preciada hora de comida.

-Entonces- comenzó dudoso su mejor amigo al haber escuchado su historia nuevamente- ¿Qué planeas hacer? Creo que estás pensando mucho en tu mamá y Sehyoon más que en ti, debes pensar en ti y lo que tú quieres, después de todo lo que implica un embarazo lo vas a sufrir tú no ellos.-

-Lo sé pero si aborto me quedaré sin el apoyo de mis padres. Si aborto mi madre convencerá a papá de no pagar mis estudios y no sé si yo solo podré con todo- suspiro cabizbajo- además no sé si pueda vivir sabiendo que mis padres me odian por mi desición.

-Vivamos juntos- propuso el pelirojo- dividiremos gastos y aparte nos haremos compañía. Será un 2x1

-Chan, ¿puedo contarte algo?- miró a su amigo asentir animando lo a preguntar- Me asusta. Todos dicen que estar esperando un hijo es lo mejor que les pudo pasar pero a mí me asusta- no sabía cómo seguir, sus sentimientos y pensamientos eran un caos en su cabeza -, los síntomas del embarazo son horribles pero lo que me aterra es el parto, ¿Que pasa si tengo una complicación y muero sin haber cumplido ni una sola de mis metas? Y si todo sale bien, quedaré con una cicatriz que me recordará siempre a ese niño que no quería y aún así tuve que tener- limpio las lágrimas que corrían por sus mejillas.

-Habla con Sehyoon- dijo pasándole una servilleta para sus mocos -, dile lo que quieres y mantente firme. Él se va a hacer cargo del bebé sí, pero es su responsabilidad y no deberían aplaudir le por eso, tú no quieres tener al bebé y tampoco deberían crucificar te por eso- ambos dejaron sus platos de lado-. Mira, eres mi mejor amigo y sea lo que sea que elijas te voy a apoyar pero si te soy sincero, quiero que elijas pensando en ti y en tu felicidad, no en la de Sehyoon, tus padres y suegros- tomó las manos del mayor como muestra de apoyo y cariño- .Quiero que seas feliz.

En algún punto las lágrimas de Byeongkwan volvieron a decorar sus mejillas y Chan terminó abrazándolo y dándole muchas palabras bonitas con el objetivo de tranquilizarlo.

-Te quiero- fue lo único que pudo decir- realmente tengo mucha suerte de tener te junto a mi-. Un tímido "también te quiero" fue lo último que se dijeron antes seguir con su comida para después volver al trabajo.

El resto del turno fue como cualquier otro día con la diferencia de que esta vez Byeongkwan estaba nervioso, sabía lo que quería siempre lo supo pero esta vez hablaría y se haría escuchar; tomaría sus desiciones pensando en él, justo como su amigo le había dicho, ese era su plan.

Pensó en todo lo que había hablado con Chan, con Hyunsuk y hasta con Junkyu y le hacía feliz saber que al menos sus amigos lo apoyaban.

"Me gustas, lo sabes pero por sobre todo eres mi amigo y si tú no quieres seguir con el embarazo yo te voy a apoyar y si es necesario pelearé para defenderte de quién sea" le había dicho Hyunsuk en aquella visita inesperada que le hizo Kwan.

Con Junkyu había recibido el mismo apoyo pero él se había ofrecido para ayudarle a conseguir algunas pastillas "He visto ¿testimonios? de mujeres que toman esa pastilla para abortar y a ellas les funciona, yo puedo conseguir las y ayudarte para hacer creer a todos que no fue provocado"

Él tenía a los mejores amigos, los tres lo apoyaban e incluso se ofrecían a ayudarlo; estaba cansado de sentirse cansado y triste, él no quería seguir así debía defender lo que quería.

Sabía lo que debía hacer, solo necesitaba veinte segundos de valentía y después ya no habría marcha atrás.