just... [WowKwan]

16²

Caminaba sin rumbo evitando a toda costa llegar a su casa, no quería ver a su madre después de lo de Sehyoon y tampoco quería volver donde Chan, no quería que su mejor amigo se viera afectado por sus problemas.

Con casi nada de dinero ni a donde ir se resigno a sentarse en una banca del primer parque que vio, minuto tras minuto trataba de recuperarse de su discusión con Sehyoon, necesitaba hacerlo pues al llegar a su casa tendría que enfrentar a su madre molesta por qué estaba casi seguro que Sehyoon le había contado, habían pasado casi una hora desde que el mayor lo corrió de su casa y era tiempo más que suficiente para que le diera detalles de todo lo ocurrido a su madre. Su teléfono vibró asustando lo, sin ver siquiera quien era paso a contestar.

"¿Dónde estás? Sehyoon me habló enojado, me gritó de todo y me culpo de lo que habías hecho, creí que estarías en casa con Junkyu y le hable para regañar lo, resulta que le dijiste que no fuera. Quiero que me mandes la dirección exacta Kim Byeongkwan y que esperes a que llegué" Habló tan rápido que apenas entendió lo que dijo.

-No sé dónde estoy- era verdad, había caminado tanto tiempo y sin fijarse bien que terminó en un parque donde nada se le hacía familiar-, es un parque pero no sé cómo llegué.

"Esta bien, mándame la ubicación y espera a que llegue Junkyu" sabía que el menor no podía verlo y aún así asintió aceptando lo que le decía "Por favor no te muevas de ahí"

-No te preocupes, no tengo a donde ir. Lo esperaré aquí- aceptó, escuchó un suspiro del otro lado de la línea seguido de un "te quiero Kwannie" y sus lágrimas volvieron a aparecer- También te quiero Chan- respondió sincero- mucho.

Había pasado treinta minutos o más hasta que pudo ver el cabello castaño de su amigo acercarse con la mirada llena preocupación y estaba casi seguro Chan lo había regañado también.

-Idiota- le regaño apenas estuvo cerca- Chan me contó lo que pasó, pudiste haberme pedido que fuera contigo- lo abrazó sin darle tiempo a responder.

-Tenia que hacerme cargo yo- respondió sin romper el contacto-, entre más rápido lo enfrentara más rápido se desataría el caos en mi vida. No quería una falsa seguridad, necesitaba terminar con todo de una vez y así lo hice; ahora sé que fue egoísta de mi parte haber abortado sin pensar en los sentimientos de Sehyoon y de nuestras madres pero ya no puedo hacer nada- lloró en el hombro de su amigo mojando su camiseta con sus lágrimas

Había dudado tanto en tomar esa decisión por miedo a quedarse solo, a que su madre lo odiara y su padre se avergonzara de él, que Sehyoon lo terminara odiando y que todos le dieran la espalda. Sabía que sus amigos lo apoyaban pero estaba asustado de que se dieran cuenta que eso estaba mal, que él se había convertido en un asesino como su madre y Sehyoon le habían dicho y que cuando lo hicieran, cuando abrieran los ojos lo dejaran solo.

-Ey no- lo separó hasta poder ver su rostro empapado en lágrima-, no digas esas cosas, ellos son los egoístas ¿me escuchas? Ellos querían hacerte seguir el embarazo en contra de lo que tú querías- volvió a abrazarlo y el sólo pudo llorar más-. Chan dijo que lo esperemos en su casa- escuchó al menor decirle cuando sus lágrimas estaban calmando se, él solo asintió en respuesta.

Caminaron en silencio por un largo rato hasta llegar a la estación del metro, tenía que llegar a su casa, tenía que hablar con ella.

-No sé qué tanto piensas- volvió a hablar- pero ni creas que te voy a seguir, debemos ir donde Chan. Él está preocupado y no quiero que nos regañe de nuevo- confesó.

Todo grupo de amigos tiene a la madre regañona, en su caso la madre era Chan; Byeongkwan el más tranquilo y torpe; Junkyu el que planeaba las tonterías y que ponía en riesgo la vida de todos y Hyunsuk era el fiestero y quien los cuidaba cuando tomaban.

-Lo sé pero necesito ir a casa- habló por fin- debo hablar con mamá- vió al menor negar pero después de insistir por algunos minutos accedió.

El recorrido fue largo y silencioso, habían tantas cosas en su cabeza que le provocaban dolor y agotamiento.

-¿Seguro que no quieres que me quedé contigo?- le preguntó el menor al estar cerca de su casa- Por si me necesitas después de hablar con ella- negó en respuesta y le dio un abrazo al estar frente a su casa.

-Estaré bien- dijo manteniendo el abrazo- solo hablaremos, ella me regañará y después todo estará bien- sintió al mayor negar.

-Esta bien pero si las cosas se ponen feas háblame o a Chan- lo alejó antes de seguir-, sabes que vendríamos incluso si es de madrugada ¿verdad?- Kwan asintió y ánimo con un leve empujoncito a su amigo a irse.- Me voy pero me avisas cualquier cosa que pase; hablaré con Chan, te quiero- se despidió, él le susurro un "también te quiero" y cuando lo vio perderse en la esquina de la calle se animó a entrar a su casa.

Esperaba ser recibido con gritos y regaños en cambio un silencio absoluto le dio la bienvenida.

-¿Mamá?- elevó un poco la voz para ser escuchado. Recorrió la sala, la cocina y terminó en la habitación de invitados, donde su madre se quedaba. Ella no estaba ni sus cosas.

Los nervios lo consumían ¿realmente lo odiaba tanto que ni siquiera había querido escuchar todo de boca de su propio hijo?

Se acostó en su cama, escondiéndose entre sus cobijas. Su madre lo había dejado sin siquiera haberle dado oportunidad de hablar.

Sabía que eso pasaría pero realmente se sentía mal al darse cuenta que estaba ocurriendo y ya no era solo él solo imaginando lo, era mucho peor sabiendo que ella no le dio ni la oportunidad de defenderse, simplemente se había ido.