⇒Tercer Capítulo

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  A la mañana siguiente, Minnie despertó a la rubia, quién había quedado planchada desde que su cabeza tocó la almohada. Lisa miró el reloj en su mesa de luz, eran las 9:00 am, estaba sorprendida de haber descansado más de 12 horas sin interrupciones, no se había despertado ni una sola vez. Su cuerpo estaba entre adormecido y dolido, por alguna extraña razón sentía como si un camión la hubiese pasado por encima y su garganta estaba más seca que el Sáhara.

—Tu vístete, iré a preparar el desayuno—Le dijo Nicha antes de retirarse de la habitación, a lo que Lisa suponía que sería la cocina.

  La rubia escuchó como la puerta se cerró con un chirrido molesto y soltó un quejido cuando intentó moverse y sintió cada una de sus extremidades pesadas. Dormir la había dejado más exhausta que cuando se había acostado, un recordatorio de que a veces demasiado es casi tan malo como muy poco, se debe encontrar un balance entre ambas. Se giró sobre la cama con dificultad, quedando boca arriba, sus piernas y brazos estirados hacia los costados en posición de estrella, su mirada se fijó en el techo, mirando todos los pequeños huecos que había en el. Se quedó un par de minutos así, en la nada, era un hábito inconsciente irse del mundo por tiempo indefinido, era como un pequeño escape de la realidad que la mantenía cuerda, a veces todos necesitamos fantasear un poco.

  Pero siempre se debe volver, así que por más que a Lisa le hubiese gustado quedarse fantaseando con ser una estrella y llenar estadios, debía levantarse para poder volverlo una realidad y que no quede sólo como un sueño. Con un esfuerzo casi agonizante, la rubia apoyó ambas plantas de los pies en el suelo y se dejó caer a la fría superficie de concreto como saco de papas. Seguro, no era un método muy tradicional pero era muy efectivo si querías despertarte completamente de golpe, la caída era dura pero los resultados hablaban por sí solos. Una vez que ya estuvo de pie y en sus cinco sentidos, Lisa se dirigió a su equipaje de mano para sacar sus productos esenciales, en su mayoría productos para el cuidado de la piel y su cepillo de dientes, por supuesto. Salió hacia el pasillo en busca del baño, había considerado cambiarse de ropa pero se había quedado dormida con la muda que llevaba en el avión, y como era demasiado floja para rebuscar en su maleta, consideró que aplastar las arrugas con las manos y acomodar un poco las prendas, la dejaría decente, presentable al menos. El corredor tenía al menos unas cuatro puertas, sin contar por la que acababa de salir, así que Lisa no sabía exactamente cuales eran habitaciones y cuáles no. La rubia no quería invadir la privacidad de nadie abriendo puerta por puerta pero tampoco quería bajar a desayunar sin asearse primero, Nicha nunca le había dado el Tour por la casa así que estaba, cuanto menos, perdida.

  Justo cuando estaba por volver a dejar sus cosas y bajar para preguntarle a su amiga, una puerta se abrió, mostrando a una chica. Era rubia al igual que ella, sólo que la desconocida tenía el pelo mucho más corto, llegaba a duras penas hasta el final de su barbilla. La chica pareció no notar su presencia hasta que se dio vuelta para bajar las escaleras y en ese momento, Lisa pudo apreciarla bien de frente. Su expresión era feroz, sus ojos tenían una forma particular que sólo sumaba a su aspecto tan rudo y la pequeña sonrisa de lado que mostraba mientras la veía, sólo la hacía ver más genial. Porque si Lisa tuviese que describir a a esa chica en una sola palabra, sin duda sería esa, genial.

—¿Se te perdió algo?—Preguntó.

  Lisa se ruborizó porque la rubia frente a ella la miraba divertida, la estaba molestando porque la atrapó fijándose en ella. Evadió su mirada y dirigió su vista al barandal de las escaleras mientras intentaba dejar de estar tan acalorada. La menor supo que era ahora o nunca, si no debería tener que soportar su mal aliento hasta quién sabe cuando.

—Yo... Quería saber dónde estaba el baño—Respondió pausadamente.

—Por lo que veo, tú eres la amiga de Minnie—Le dijo sin darle direcciones e ignorando sus palabras—. ¿Cómo te llamas?

⇒Pérdida de tiempo⇐ Jenlisa FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora