⇒Pérdida de tiempo⇐ Jenlisa Fanfiction

⇒Cuarto Capítulo

  Jisoo estaba cómodamente instalada en su oficina. No era la más bonita, ni la más grande pero para ella era perfecta. Entraba la cantidad justa de luz solar, ya que su ventanal no era tan grande como el de Jennie, y también tenía grandes y largas cortinas de color marrón que eran capaces de opacar la luminosidad si es que era requerido. Algo muy útil cuando venía su prometida Chaeyoung, si es que se lo preguntaban. Y lo que más le gustaba, era el gran sillón de cuero en forma de L, era tan cómodo que podía pasar horas sentada mirando animes o durmiendo siestas pero lo que más hacía, sin duda, era jugar varios videojuegos en las variadas consolas con las que había equipado su gran plasma. Era fanática de los videojuegos y a veces deseaba poder tener a alguien que compartiera su pasión por los mismos, Irene, Jennie y Chaeyoung los encontraban a menudo muy aburridos y estúpidos, así que rara vez jugaban con ella y eso la ponía triste de cierto modo.

  Ahora se encontraba sentada en su silla, apoyada contra el respaldo de la misma mientras daba vuelta una y otra vez las páginas de la carpeta foliada que su secretaria había traído ya hace una buena media hora atrás. Estaba en la misión de encontrar una nueva secretaria para Jennie pero no había ninguna que considerara completamente apta para el trabajo y no porque no estuviesen más que capacitadas, porque lo estaban, pero Jisoo había hecho una investigación a fondo y sabía que las postulantes caerían en las redes de su mejor amiga y en menos de un mes, tendría que volver a pegar su trasero a la misma superficie, haciendo la tarea que ya hizo miles de veces.

  La vida sexual y amorosa de Jennie no podría importarle menos si es que fuese más privada. Pero cuando las discusiones y los gritos llegaban a la oficina, esto se convertía en su asunto también. Ya estaba bastante cansada de escuchar lloriqueos y súplicas pero sobretodo estaba harta de ver cientos de artículos sobre lo fuckgirl y manipuladora que podía ser la imagen principal de la empresa, que botaba a sus secretarias como si fuesen basura. Tiró la birome que traía en su mano derecha con fuerza hacia delante, aterrizando justo debajo de la mesa de café y sobre la alfombra. Tenía que resolver esto de los currículums cuanto antes, se supone que mañana serían las entrevistas con las seleccionadas pero hasta el momento no tenía ninguna.

  Su frustración estaba sacando lo peor de ella, tanto que cuando Chaeyoung ingresó por la puerta de su oficina sin tocar, casi grita obsenidades en su cara pensando que sería su secretaria.

—¿Qué sucede amor?—Preguntó la rubia mientras cerraba la puerta tras su espalda. Al parecer había notado la negatividad por parte de Jisoo, su rostro solía ser muy expresivo.

—Jennie—Cerró sus ojos murmurando el nombre de su amiga con resentimiento.

—¿Otra vez?—Cuestionó incrédula la menor y Jisoo sólo asintió con la cabeza, sabiendo exactamente a lo que se refería con esa pregunta—. No puedo creerlo, ¿si quiera pasó un mes desde que contrató a Yerim?

—Veinticinco días, veinticinco malditos días y ya la cagó.

  Chaeyoung no dijo nada, sabía que su prometida necesitaba relajarse y hablar del asunto sólo lograría aumentar su estrés. Se acercó haciendo el menor ruido posible hasta posicionarse detrás de su silla de cuero, tomó los hombros de Jisoo entre sus manos y comenzó a hacer un masaje con bastante presión con sus pulgares. Sintió como su novia se relajaba bajo su tacto y observó como hecho su cabeza hacia atrás, sus ojos continuaban cerrados.

—¿Quieres que te ayude?—Susurró dulcemente en el oído de la mayor.

—Mmmm eso estaría bien—Sonrío de lado.

  La sonrisa de Jisoo desapareció y fue reemplazada con un ceño fruncido cuando no ya no sintío el calor corporal de Rosé. Su confusión creció aún más cuando vio como la rubia tomaba asiento en la silla frente a ella y le arrebataba la carpeta foliada.