Capítulo XLVIII

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Ben comenzó a perseguirme y logré perderme entre calles para que no me encontrara. Después de buscar llegue a un súper y me puse la capucha de mi sudadera y entre mientras tomaba un carrito. Fui hasta la sección de electrónicos y busqué unos radios y audífonos para poder comunicarme con ellos. Algunas memorias para copear toda la información y algo de viveres.

No tenía mucho dinero y no puedo utilizar nada del mío, así que debi resignarme a comprar lo necesario.

Llegue al área de disfraces y compre pelucas de color negro intenso y algo de ropa en la sección de damas y caballeros.

No podemos estar todos los días con las mismas prendas así que me equipe de varias cosas. Compre lentes negros porque me gustan los lentes y me servirían para muchas cosas.

Deje el carrito de lado y fui hasta algo que  había llamado mi atención pero no me percaté de que había unos adolecentes jugando con un carrito y este me dio en un costado lastimando mi herida.

Grite de dolor mientras la sujetaba y caía al suelo. Mierda, voy matarlos.

--Dios mío, porque no se fija, ya les he dicho que no pueden jugar así en el supermercado-- grito una señora probablemente a los jóvenes. Yo por otro lado no le hice caso y me levanté la  ropa para ver si mi herida por alguna casualidad se había abierto. Por fortuna la venda seguía blanca así que estaba bien y solo era el dolor del golpe.

--¿Estás bien querida? Lo lamento mucho. ¿Quieres que vayamos al hospital? estas herida-- dijo precupada.

--Estoy bien, solo déjeme en paz señora o sino golpeare a sus hijos por no fijarse-- le dije mientras iba por mi carrito para ir a pagar y largarme de aquí.

Después de pagar, ponerme unos lentes de sol y acomodar las bolsas en mis brazos me dispuse a salir del lugar para ir con los demás.

Cundo llegue ellos me veían preocupados y yo solo dejé las bolsas en la entrada.

--¿Te vas de compras cuando te enojas? Dijiste que no saliéramos-- se quejó yo me quite los lentes y se los estampe en el pecho mientras me iba.

--Deja de ser una cria, Bea. No estoy de humor-- y era cierto, la herida me dolía y lo único que quiero en estos momentos es irme a acostar.

Me sujete un costado con mi mano mientras caminaba a mi cuarto.

--¿Estás bien, por qué te sujetas la herida?-- pregunto Ben y por su voz  deduje que estaba preocupado-- ¿paso algo?

No le respondí en cambio me metí a ese cuarto y me acosté en la cama. Tal vez si duermo un poco el dolor se vaya al igual que mi rabia hacia Amber por haber besado a mi chico. Se que lo hizo para provocarme y eso lo que más me enfada, que la hubiera dejado hacerlo.

***

Cuando volví a despertarme era muy tarde y decidí salir de la habitación para ir por un vaso de agua. Mi garganta estaba seca y por fortuna ya no me dolía la herida.

Una vez en el pasillo escuche como alguien discutía y frene mi caminada.

--Ya te lo dije, ¿por qué hiciste eso?-- le decía derrotado-- somos amigos Am, pero no quiero perderla. Esta enfadada y va a dejarme por tu culpa.

--Vamos no fue mi intención, solo quería molestarla-- se justificó.

--No es escusa Amber y Bea tiene razón, hay límites que no se cruzan y tu eres su hermana menor-- de lejos vi como se jalaba el cabello desesperado.

¿Quién va a dejar a quién? Yo no voy a dejarlo. Si me moleste pero no es motivo para dejar una relación que estuve a punto de perder por mis mentiras.

--Ya, lo lamento. Hablaré con ella para que no rompa su relación-- dijo mientras tomaba sus manos-- jamás vi que algo te importara tanto Ben, ni siquiera yo.

--Claro que me importas nunca niegues eso Am, es solo que me enamore-- creo que una flecha de cupido volvió a dar en mi corazón-- en verdad me gusta y no quiero que toda esta mierda que pasa nos separe. Si quieres molestarla hazlo pero no conmigo.

Salí de mi escondite y caminé hasta la cocina, en cuanto me vio separó sus manos y vi miedo en su mirada. Yo seguí de largo mientras entraba a la cocina y me servía ese vaso de agua. Cuando termine salí y les habléme.

--Es mejor que duerman porque mañana será un día pesado-- le tome al vaso y volví a caminar necesitaba descansar el mayor tiempo que pudiera-- ¿no vienes?-- me di la vuelta y le hable-- no voy a dormir sola-- le giñe un ojo.

Entro en la habitación y vi detrás de el como Amber pasaba y gritaba algo que en verdad me tomo por sorpresa.

--Nada más no hagan mucho ruido, quiero dormir-- soltó como si nada mientras reía.

--Estas celosa porque tu no comes pan-- también le grite y escuche la carcajada de mi amiga, desde la otra habitación.

--¡Que grosera Katerine!-- volvió a gritar antes de encerrarse en la habitación.

A la mañana siguiente fue lo mismo a comparación de que yo también me puse a hacer algo de ejercicio, nada rudo que hiciera sentir dolor pero si lo suficientemente eficaz para incrementar mi condición.

Durante unas horas estuve enseñándoles llaves y a pesar de que no les salían muy bien estuvieron progresando mucho. En verdad estaban progresando mucho, mi chico ya tenía algunos conocimientos asi que era mucho más fácil con él.

Me he dado cuenta de que duermo mejor cundo estoy a su lado, estoy tan encantada que si esto llega a terminar voy a sufrir mucho.

Con espías y civilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora