Capítulo LIII

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Hoy era el maravilloso día, según la información de mi padre todos estarán ahí. Cabe aclarar que esto solo lo hago para darle su merecido a mi madrastra, la verdad no me importa lo que le pase a los demás aunque un buen agente debe protejere a los débiles. En mi caso, toda la población estudiantil, cuyos padres en su mayoría ricos. En definitiva son el blanco perfecto para un atentado y secuestro.

Lo que tiene que hacer esas personas con tal de conseguir dinero, hasta dan lastima. En fin, solo espero concentrarme este día porque ver a Benjamín con ese esmoquin negro la verdad me hace babear, esta como para darle una mordida. Literal. Este hombre hace que tire baba y me descomcentre a niveles galácticos. Astin también lleva esmoquin y aunque se ve guapo no se compará con mi hermoso y atractivo novio.

Del otro lado se encontraba Bea con un vestido azul marino, escote corazón y sin tirantes, pegado hasta la cintura y suelto en una falda larga no muy esponjada. Muy hermosa, sin duda sus ojos son los que resaltan en comparación al maquillaje y peinado. Mi amiga es realmente bonita.

Amber por otra parte, su vestido destacaba por ser de un rojo quemado, con hermosa caída dese la cintura, debo admitir que es muy bonita, llevaba un collar que convinaba perfectamente con su escote cuadrado y lazos gruesos. Su maquillaje resaltaba su hermoso rostro. Si te pones a pensar, la verdad es que si tenemos parecido.

Sus vestidos no son nada comparados con el mío que su escote en V no dejaba mucho a la imaginación ya que dejaba ver el centro de mi pecho y parte de mi abdomen, tirantes muy delgados y una falda larga con abertura en la parte derecha. Completamente negro y desmontable. Fácilmente podía desaserme de esa amplia falda si quería.

Acomode la correa de mi pierna izquierda donde llevaba un arma por si algo pasaba. Todos llevaban lo mismo escondido en sus vestimentas, los hombres en la parte trasera de sus pantalones y las chicas en las piernas ocultando cualquier rastro de armas de fuego. Debía estar agradecida que los instrumentos usados en la agencia son muy buenos ya que son difíciles de detectar, como los micrófonos que traemos en la oreja derecha. Muy eficientes para comunicarnos.

Terminé de verme en el espejo, esta sería la primera vez que llevo un vestido así de hermoso, hoy es el primer y al parecer mi último baile al que asistiré.

--¿Te he dicho que te ves preciosa?-- dijo Ben mientras entrelazada sus brazos en mi cuerpo.

--¿A ti te gustaría cambiar de residencia? ¿De país?-- se que es una pregunta estúpida pero me gustaría ir a un país donde pueda estar tranquila y contenta. Donde pueda ser feliz con él.

--No lo sé--titubeó --no me gustaría irme sin más, tendría que charlarlo con mis padres.

--¿Por qué nunca me dijiste que tus papás trabajan en el extranjero?-- pregunté.

--¿Por qué tu no me dijiste a que se dedicaba tu padre?-- contestó con otra pregunta y yo lo vi fijamente a través del espejo--. Bien-- rodó los ojos frustrado-- mis padres siempre están lejos, ellos utilizan la excusa del trabajo pero yo se que lo hacen más por diversión. Un día pueden estar en Italia y para el otro en España , así son ellos.

--¿No te molesta que te dejen solo?-- volví a preguntar.

--¿Bromeas? Tengo casa sola, puedo hacer fiestas y participar en orgias calientes-- esta vez me di la vuelta para verlo de frente, él estalló en carcajadas antes de que yo dijera algo.
Al menos esta bromista teniendo en claro que lo que se avecina después, aunque no es bonito que te diga eso tu pareja. Es como si yo le dijera que me acuesto con muchos. Claramente eso no va a gustarle en absoluto.

--Solo bromeó, ¿lo sabes verdad?-- yo asentí y ya no pude seguir hablando porque Amber nos interrumpió y menos mal. Sabía que esta conversación, si seguía, terminaría muy mal.

Con espías y civilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora