Capítulo XXII

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Ya era un día nuevo y yo iba rumbo a la escuela mientras pensaba bien en lo que había investigado del padre de Amber.

Resulta que se llama Marcus Smith y es un empresario muy conocido con muchísimo dinero. Tiene varias empresas en el extranjero y viaja mucho por lo que nunca está en casa.

Algo en mi dice que oculta cosas pero la verdad no pude averiguar mucho su vida privada esta demasiado privada.

Solo sabía que tenía una hija pero no era muy reconocida, las pocas imágenes que había de ella solo eran las que le sacaron en alguna fiesta o así.

Según internet estaba casado pero su esposa viajaba y no le gustaba ser reconocida. No pude encontrar ninguna foto de ella, ni si quiera la de su boda. ¿Me pregunto como será la mamá de Elizabeth? ¿Por qué esta oculta? Y lo se porque ella ni siquiera estaba ayer en la casa y aunque viaje no significa que no viva en su propia casa.

Tiene a una adolescente, debe de cuidarla o al menos eso se que hacen las mamá responsables. Vaya siendo que esta igual que mi madre. Una a la que no le importa sus hijos.

Necesito investigar más, la forma en la que me vio su padre no me gustó.

Bea se abalanzó contra mi y me sacó de mis pensamientos, hasta ese momento capte que ya había llegado a la escuela.

--¿Qué te pasa? estas muy pensativa--me observo atentamente-- hoy también te ves muy bonita-- sonrio.

Llevaba una blusa blanca de manga larga con cuello en V y los hombros descubiertos, una falta anaranjada algo corta y zapatos a juego. Mi cabello estaba suelto y con rizos, el maquillaje lo más natural que se pondría.

La verdad yo solo me vestía así para darle gusto a Ben, si él no me gustara yo ni haría esto

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La verdad yo solo me vestía así para darle gusto a Ben, si él no me gustara yo ni haría esto.

--Gracias-- le dije y el susodicho veía en camino.

--Mira ya llego tu novio-- gritó entusiasmada mientras la veía.

--No somos novios, recuerda que solo es broma-- dijo algo avergonzado.

Mi amiga solo le sonrio mientras se daba la vuelta me giñaba un ojo.

Le saludé dándole un beso en el cachete bajo la atenta mirada de muchos estudiantes. Bola de idiotas ¿no tienen otra cosa que hacer?

Senti como alguien se colgó de mi espalda y no fue hasta que hablo que supe quien era.

--Hola-- dijo mientras me abrazaba, ¿qué mosca le picó a esta?-- perdona lo de ayer, mi padre fue muy grosero-- también volteó a verme-- te ves hermosa.

Me quedé con cara asombrada y mis acompañantes también. Creo que su cabeza se pegó duro hoy.

--No te preocupes-- le dije una vez que salí de mi shock-- pero estudiaremos aquí o en mi casa.

--Si esta bien, deja entro al salón ya que nos toca con la bruja de francés y debo estudiar-- se tomo muy enserio lo de pasar para enseñarle español. Esa determinación me gustaba.

Una vez que se perdió de nuestra vista mis compañeros estaban con cara de tontos viéndome. Su mirada pasaba de mi, al salón donde ella había entrado.

--Ni me pregunten, porque yo tampoco se que bicho le picó-- dije antes de entrar al salón seguido.

Las clases estuviero pasables pero la verdad ya estaba super aburrida y eso que solo llevábamos la mitad.

Jamás creí que estudiar como una persona por así decirlo normal, fuera tan estresante.

Llegamos a la cafetería y nos servimos nuestros alimentos, hoy Ben se iba a sentar con nosotras y tanto él como mi amiga tomaron una botella de jugo de naranja mientras yo los veía asqueada.

Rode los ojos y me encamine hasta nuestra mesa. Una vez sentada disfrute de mis alimentos mientras esos dos platican contentos.

--Ay Ben si que eres tonto obvio que le gustas déjate de cosa-- dijo Bea muy tranquila-- no vez que rechaza a todos y les dice que eres su novio-- rodo los ojos ya fastidiada de que él no entendiera-- eres tan ciego que no te das cuenta de que ya es tu novia.

Si poder evitarlo me carcaje, es verdad él era el único que no se daba cuenta, incluso toda la escuela lo sabía.

--Ves-- dijo apuntándo hacia mi-- hasta ella lo sabe, déjate de cosa Morris y disfruta-- le dio una mordida a su sándwich molesta.

De pronto llegó Amber y nos preguntó si podía sentarse y dije que si. Los otros dos la veían atentamente para ver que mosca le había picado y donde.

Mi novio empezó a platicar con ella y no dudaron en hablar sobre mi y que era más que obvio que éramos novios. Incluso le dijo que toda la escuela lo sabía y habían trazado una línea de no quitarle su chica a Morris.

Me perdí en mis pensamientos, recuerdo que hace años para mi cumpleaños me festejaron en la agencia. Lara logró convencer a todos para realizarme una fiesta sorpresa en la cafetería del lugar. Estar así con Bea, Amber y Ben me hacia recordar aquellos tiempos en los que aunque no tuviera amigos ni me juntara con nadie, Lara siempre hacía que disfrutara el momento.

No pude evitar que mi corazón me doliera, la extrañaba un montón.

--¿Ey, estás bien?-- preguntó de repente algo asustada.

--Claro, solo estaba recordando algo pero no es nada importante-- le dije indiferente.

--¿Nada importante? Te ha hecho llorar--ahora hablo mi amiga. No entendía así que revisé y efectivamente, mis mejillas estaban húmedas por las lágrimas.

--En verdad no es nada-- me pare rápido y tome la bandeja con lo que quedaba de mi comida-- necesito hacer algo antes de entrar a la otra clase-- fui hasta mi chico y le di un beso fugaz-- adiós novio mío.

Salí del lugar aún escuchando las carcajadas de Bea y Amber seguido de la famosa frase "te lo dije".

Con espías y civilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora