Capítulo XVI

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Katerine

Cambie mi cuerpo para el otro lado rodando en la cama, ¡Maldición! ¿por qué me sentía mal?, abri poco a poco los ojos y estaba algo oscuro, ¿qué hora es?

Abri los ojos y busque mi celular en la mesita que estaba al lado de la cama pero no lo encontré, espera, ese buro no es mío.

Rápido me enderece y revise el lugar, está no es mi habitación, es...es el cuarto de un chico. Maldición. Revise si llevaba ropa y no, solo llevaba mi calzón.

Dios no, que he hecho, me pare como si la cama me quemase, el movimiento me mareo e hizo que tomara mi cabeza con las dos manos ¿por qué me estalla? ¿Qué paso?

Hice un reconteo mental de lo que pasó anoche, yo fui a una fiesta con Bea y estábamos bien. Maldición, Bea, ¿dónde esta?

¿Por qué no me acuerdo de nada? Volvi a revisar el cuarto y no había nadie más que yo. En un esquina de la cama había una playera de chico y decidí ponermela para no estar desnuda.

Me quedaba súper grande pero el olor era familia, ¿dónde lo he olido? Es delicioso.

Escuche un ruido abajo y con todo mi valor decidí bajar para ver con quién había pasado la noche. Yo y mi suerte, ni si quiera lo recuerdo.

Encontré unas escaleras y las bajé lentamente. Esta es una de esas veces en las que me encontraba en una situación crítica y debía pensar bien mi próximo movimiento para que no me encontraran y estropear la misión.

Mi nariz detecto un olor a huevo y tocino, sumamente delicioso por lo que mi estómago reacciono mientras gruñia demandando ser llenado por comida.

Entre a ese cuarto que era la cocina y encontré a un chico tarareando mientra revolvía algo en la cazuela, se veía tan apetitoso y no estoy hablando de la comida.

Escucho mis pasos al entrar así que se dio la vuelta para saludarme.

—Hola Kate, buenos días—dijo con una enorme sonrisa en el rostro pero yo me quedé estática.

¿¡Qué diablos hace Benjamín Morris aquí!? Más bien, ¿¡Qué diablos hago yo en su casa!? No me lo puedo creer, el chico con el que pase la noche no es otro que Ben, mi compañero de clases.

Osea no me molesta el hecho de pasar una noche con él, la verdad estaría encantada ya que me gusta pero lo que me da rabia es que no lo recuerde. ¿Por qué no lo recuerdo? ¿Qué paso ayer?

Segui sin moverme de mi lugar, estaba procesando la información entonces capte lo que me dijo... me llamo Kate. No pude haberle dicho quién era, ¿o si?

—Ey, ¿estás bien? Te pusiste pálida— me observo preocupado.

—¿Qué hago aquí?-- vaya pregunta inteligente Kate. Es obvio porque estas aqui estupida, ¡TE ACOSTASTE CON BENJAMÍN MORRIS!

—Yo te traje, no supe donde vivías y ayer estabas muy mal— anuncio mientras yo tomaba asiento en los bancos de la mesa-barra.

—¿Te aprobechaste de mi, verdad?-- lo acuse aunque no me creía eso.

—Te lo juro que no, de hecho fue al revés. Tu anoche casi me violas— lo mire mal, debe ser una mentira— te lo juro, sacaste una fuerza que no sabia que tenias y me acorralaste en la cama sin contar los innumerables besos que me robaste— ahora si me quiero morir.

Pegue mi cara en la barra y trate de hacer memoria. Yo no recuerdo eso.

—No se porque termine así si solo bebí dos vasos, con esa cantidad no te pones así y olvidas lo que hiciste. Te lo aseguro, no recuerdo nada— me queje.

Me paso un vaso con agua y una pastilla, ¿cómo sabia que me dolía la cabeza?

—Lo sé, te los conté pero me di cuenta que alguien echó algo en tu bebida y empezaste a ponerte mal— empezó a vaciar lo que había cocinado en dos platos— no se que fue pero perdiste cualquier conocimiento de ti y te saque de la fiesta antes de te desnudaras frente a todos.

—¿Espera, estás diciendo que alguien me drogo?— voy a matar al que lo hizo, ¿pero como? si yo vi como preparaban la bebida y no le echaron dada fuera de lo común, ¿cómo es posible que eso pasara?

—Es lo que pienso, tu y yo estamos platicando muy agusto y de la nada empezaste a alterarte— esto es inaceptable. Yo, una de las mejores agentes de una organización muy importante prestigiosa siendo drogada en una fiesta.

Esto es solo para aficionados, maldición estoy perdiendo la práctica, me he relajado tanto que ya no estoy alerta ni nada.

—Lo importante es que están bien y que no hubo efectos secundarios en tu cuerpo— ¿por qué es tan tierno conmigo? Es precioso, creo que ahora me gusta más.

Rápido puso los platos en la mesa y sirvió en dos vasos ese asqueroso jugo de naranja, no me malinterpreten se que personas lo aman pero en mi caso solo me da asco y terror.

No soporto tenerlo cerca de mi, es como si me dijera que va a matarme o algo que viéndolo literalmente, si puede matarme. Esa asquerosa es la culpable de mis traumas y de que no pueda superarlos al cien porciento.

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Hola, espero que estén bien, ¿solo quería saludarles y preguntarles como van con su cuarentena?

Los ama ❤

Sol🌞

Con espías y civilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora