Are you my...? [ost; hyunho]

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El sonido del despertador hizo al pequeño rubio gruñir, por lo que con pereza, levanto su brazo y apago la alarma para seguir durmiendo con tranquilidad pero otro sonido más molesto, se hizo presente. Minho con un sarten en una mano y un cucharon en la otra, entro a la habitación golpeando los dos objetos, con la intención de levantar al menor.

—A levantarse pequeño durmiente, hace como una semana no vas a clases y hoy tienes que ir—Dijo mientra golpeaba los objetos muy cerca del rostro del menor. Hyunjin se tapó los oidos con la almohada y enterró el rostro en las sabanas. Minho lo miró con los ojos entrecerrados—No me hagas proceder al agua Hyunjin, sabes que soy capas—

El rubio sacó su cabeza de su escondite y hablo con un puchero— cinco minutos más—se frotó el ojo.

—Te doy cuatro para que te levantes y te arregles, cuando termines sal que ya va estar listo el desayuno— sentenció mientras dejaba la habitación. Hyunjin bufó y cerró los ojos un rato más.

Ya había pasado una semana desde el pequeño "error" que habían cometido. Los primeros días fueron incómodos para los dos, apenas de dirigían la palabra o la mirada, hasta Minho durmió en el pequeño sillón para darle espacio al menor. Pero el mayor trato de romper el hielo para formar de nuevo la misma confianza que tenían en un principio,  por lo que trataba de hablarle cualquier otra cosa que no sea lo sucedido hace unos días. Las cosas mejoraron pero el menor todavía se sentía ansioso e incomodo a su lado pero trataba de ignorar esos sentimientos.

Ya con el uniforme puesto, Hyunjin se miro en el espejo del baño y soltó un suspiro, no esperó volver a la escuela tan pronto, pero solo tenía que soportar los últimos meses que le quedaban para terminarla.

Llegó hasta el comedor y vió que el otro ya estaba por la mitad de su sándwich—gracias por esperarme—dijo con una sonrisa el rubio.

—No bromeaba cuando dije que te daba cuatro minutos— dijo con la boca llena.

—Como sea— rodó los ojos— vas a llevarme?— empezó a comer de su cereal.

— Claro, es cerca de mi trabajo, así que te dejo de paso— llevo su plato hasta el lavabo para después buscar su abrigo —recuerda que hoy tienes cita con el psicólogo—

— Lo sé, me lo recuerda todo el tiempo hyung— río con las mejillas llenas— tal vez llegue tarde—

—No importa, pero mándame un mensaje cuando estés por llegar—

— Claro, lo har...— no pudo continuar ya que le dio un ataque de tos repentino, para después sorber un poco su nariz.

— Ey te encuentras bien?— hablo preocupado.

—Sí, es solo un pequeño ataque de tos— sonrío para no preocuparlo.

—Esta bien, es mejor que nos vayamos llendo— habló no tan convencido.

Los dos emprendieron viaje hasta el colegio del menor. Minho notó que el menor caminaba con la cabeza gacha mientras escondía sus manos en las mangas de su suéter, hizo una mueca y siguió caminando. El pensaba que todavía era por lo ocurrido la otra vez pero sentía que era algo más. 

Por otro lado, Hyunjin no tenía ganas de volver a su cotidiana tortura, estuvo tan tranquilo esa semana con el mayor que olvido por completo sus responsabilidades, que ni siquiera le importaba. Él era buen alumno, con las calificaciones más altas en su curso pero el maltrato y el abuso que recivia cotidianamente solo hacia que el tiempo que pasaba en ese lugar se transformara en una tortura.

—Ya llegamos—dijo el mayor mientras se detenía en la esquina del instituto.

—Si, es mejor que te vayas o llegaras tarde, sabes como se pone Chan cuando pasa eso—sonrío de medio lado y sujeto su brazo con su mano mientras se tambaleaba con sus pies.