Principios de Febrero de un año cualquiera. Joshua había regresado a Corea pero esta vez en compañía de su primo Hansol. Tenia la maleta llena de ideas y cosas nuevas que haría pero sobre todo su cabeza giraba cada tanto en torno a la persona que había dejado den esas tierras. El niño escuálido de ojeras profundas y miradas gélidas que siempre le esperaba al fondo de la biblioteca ¿Qué sería de él?
—Se graduó hace unos años pero no tenemos información de a que escuela entró —dijo la secretaria buscando la información de Jihoon gracias a una pequeña remuneración que Joshua le entregaba.
Tal vez en otro lugar podría encontrarlo pero no había información con su nombre, como si la tierra se lo hubiese tragado. Un día de marzo, cuando apenas se adaptaba a sus días en la escuela nueva, sus ojos fueron a una pelea fuera del recinto entre un grupo de chicas.
Había mucho alboroto, los directivos brillaban por su ausencia y las personas empezaban a grabar. Una solo estaba de pie ahí sin decir nada pero la otra colérica explotaba porque su novio había puesto los ojos en la anterior.
Joshua pensaba que era un poco tonto pelear por un hombre, a fin de cuentas él le había sido infiel a ella. Cuando la chica iba a atestar un golpe Joshua tiró del cuerpo estático de esa joven que solo estaba ahí de pie y la hizo retroceder para evitar el impacto.
Esa fue la primera vez que se encontraron, y fue gracioso pensar que Jeonghan era una chica pero quien le viera de espaldas con su suave cabello lo pensaría.
—No debías meterte en la pelea —decía Jeonghan cuando todo se había disipado y caminaban a casa.
—Tu realmente no le ibas a hacer algo, ¿Verdad?
—Por supuesto que no, es una chica, bueno en general ¡No me gustan las peleas! ¡Ni siquiera con los hombres! Pero soy propenso a meterme en problemas —admite.
—¿Por qué?
—Porque me meto con sus chicos —dijo con naturalidad, Joshua no se inmutó después de todo tenia los mismos gustos — ¿Te interesa?
—¿Qué cosa?—preguntó sin comprender.
—Meterte conmigo.
—¡Oh no! ¡Ya tengo alguien en mente! —negó rápidamente, después de todo Joshua era muy fiel a sus ideas y sentimientos.
—...Eres un chico muy interesante, si todos reaccionaran como tu nos evitaríamos tantas peleas —extiende su mano al otro —entonces seamos amigos, soy Jeonghan.
—Soy Joshua, un gusto.
No estaba en sus planes pero Joshua hizo un amigo en esa enorme ciudad, uno que le llevaba de fiesta en fiesta y por quien debía meter la cara en algunas peleas. Y si, alguna vez Joshua salió con el pómulo morado pero tampoco se sentía capaz de dejar al problemático de su amigo pues después de ayudarle a curar su herida con un pedazo de tomate Jeonghan se quedaba recostado sobre el colchón del suelo y escuchaba a Joshua.
Lo escuchaba tan atento sobre como hablaba de Jihoon, de los días donde se encontraban en la biblioteca y como conoció el amor en esos ojos que de a poco volvían a tomar brillo. Entonces Jeonghan abrazaba una almohada y soñaba con el amor que Joshua contaba en sus historias de desahogo.
—Me gustaría conocer el amor, Shua. Uno que no me haga llorar o pensar que no lo merezco, uno que no me tenga como segunda opción. —entonces Joshua le prometería que lo encontraría.
Jeonghan conoció a Mingyu en una fiesta. Su primer impresión de él fue graciosa porque aunque tenia la fachada de galán de telenovela el tipo se había tropezado con la mesa de las botanas y casi había tirado todo.
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A-Teen
Teen Fiction"Cuando era joven estaba preocupado, ¿Habrá alguien ahí que pueda entenderme?" Lee Jihoon simplemente perdió la razón y la motivación. Cuando había decidido dejarlo todo una mano le sostuvo con tanta fuerza que no pudo escapar al otro lado. Así cono...