Rumores (Natalia G!P)

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Fin de semana largo. Los padres de Natalia habían asistido a una importante reunión de negocios y habían dejado a Natalia sola en casa. Bueno, no tan sola; Su amiga Alba había accedido a quedarse a dormir en su casa, ya que Natalia no quería estar sola, pero tampoco quería irse a la casa de la abuela.

Volviendo al presente...

Pero después de todo, podía ser solo algo que una de las zorras de la escuela había dicho, por qué Natalia solía ser muy perra con ellas cuando se prestaba la situación.

Pero ahora ella estaba acostada a su lado, dormida pacíficamente -mientras ella estaba dolorosamente despierta. Después de debatirse por más de un hora, pensó que una pequeña checadita no haría daño.

Volteó con pánico, asustada de que Natalia se hubiera despertado. Pero la chica parecía aún dormida.

Alba, sintiéndose un poco más atrevida, deslizó su mano sobre la banda elástica de los boxers. Mordió su labio suavemente y contuvo el aliento mientras sus dedos acariciaban a lo que parecía un muy largo pene. Lo sintió tensarse un poco bajo su toque.

Pasó la lengua por su labio inferior, encantada de sentir lo suave y caliente que se sentía.

Con sumo cuidado, se movió lentamente y se posicionó entre las piernas de Nataliabajo las sábanas y bajó el bóxer lo suficiente para una mejor vista.

Su cuerpo lentamente comenzaba a aumentar de temperatura. En una repentina urgencia de sentirse liberada, se sacó con cuidado la camiseta y la dejó al lado.

Sintió sus pezones endurecerse mientras seguía estudianto al miembro de Natalia. De repente, tuvo una idea.

En un movimiento, Alba bajó su mano a su centro y el calor irradiaba de el. Estaba más que húmedo y las pulsaciones comenzaban a formarse.

Adentro dos dedos en su pantie y comprobó si humedad, un pequeño suspiro casi escapaba de sus labios.

Repitió esa acción unos momentos más porque se sentía demasiado bien. Su corazón latía como loco en su pecho y también allá abajo. Todavía estaba nerviosa y preocupada de despertar a Natalia pero no estaba lista para terminar esto.

Su cuerpo entero estaba en fuego y sabía que necesitaba más, que simplemente no podía parar ahí. Se movió un poco mas abajo y contempló el ahora no tan flácido miembro de Natalia. No pudo evitar pensar que le parecía fascinante y se preguntaba que tan bien se sentiría dentro de ella.

Mojó sus labios, admirando profundamente el miembro que estaba a unos centímetros de su rostro y tragando saliva, presionó sus labios tibios en la cabeza del caliente miembro, curiosa por el sabor y cómo se sentiría.

El jadeo casi escapa de ella por la adrenalina, hasta que volvió a besarlo, esta vez con su lengua asomándose, hasta que tomó el valor suficiente y comenzó a lamerlo lenta y suavemente, sin ninguna prisa. Ya poco importaba que su amiga se despertara, mas despierto estaba el fuego en su cuerpo que la hacía reaccionar de forma natural.

El olor y el sabor eran extrañamente excitantes. Con más valor, envolvió sus labios en el cálido miembro, llenando sus mejillas. Poco a poco comenzó a mover su cabeza de arriba hacia abajo, tragándose un gemido de gusto y excitación mientras sentía al miembro endurecerse en su boca.

Presionó su lengua y succionó un poco, al instante en el que sintió algo más húmedo tocar su lengua. Las pulsaciones en su centro eran insoportables y la humedad pasaba sus panties.

Alba volteó hacia arriba. Natalia la estaba observando a través de sus ojos entrecerrados del sueño, con las mejillas levemente rojas y el pecho subiendo y bajando pesadamente.

Sus mirada se encontraron, y no fue necesario usar palabras.
Alba se acercó más y se acomodó mejor en las piernas de Natalia, su mano trabajando en su miembro para mantenerlo duro. Estaba caliente y duro, su piel suave y sensible ardiendo en su mano.

Alba se levantó hasta donde estaba Natalia, al punto donde sus sexos casi se encontraban. La fina fábrica húmeda que separaba el miembro de Natalia con su sexo era frustrante. Así que en unos segundos, Alba se la quitó con rapidez, viendo a Natalia recién reaccionar del pequeño estado de shock.

Alba se sentó de nuevo en Natalia, su muy húmeda vagina encontrandose con la caliente piel del duro miembro de Natalia. Con sus dedos, acomodó sus pliegues de manera en la que una parte del duro miembro quedaba abrazado y su punta rozaba su clítoris.

Sin avisar ni nada, comenzó a mover sus caderas de en frente hacia atrás, frotando su sensible piel en Natalia. Su respiración pesada aumentó y casi gimió al sentir la mano caliente de Natalia apretar delicadamente uno de sus pechos.

El placer que sentía era indescriptible, pero no lo suficiente. Se frotó unos segundos más hasta que no pudo contenerse.

Sus ojos rodaron a la parte superior de su cabeza cuando las manos de Natalia apretaron fuerte su trasero. Se presionó más contra ella y empujó fuerte su cadera, un desesperado gemido saliendo de su garganta.

Alba se levantó un poquito, sintendo perfectamente como su miembro se deslizaba deliciosamente entre sus húmedos pliegues. Y ya no podía soportarlo más. Pulsaba en necesidad, tenía la boca seca y necesitaba sentirse llena. Al igual que Natalia, quien aunque seguía impresionada, pero excitada, no quería terminar lo que Alba había empezado.

Estaba muy mojada, pero Natalia era enorme. Así que después de la pequeña punzada de dolor, su espalda se arqueó en placer, acomodando el miembro en su interior.

Apretó un poco su cuerpo, comenzando a penas a moverse sobre Natalia. La suave piel rozando su interior, cada pared, la hizo gemir desde el fondo.

Sin hacerse esperar más, se comenzó a mover más rápido. Natalia la acompañó, haciendo que su miembro llegara más dentro; más su clítoris se frotaba descuidadamente con su pelvis, lo que la estaba volviendo loca.

La otra mano de Natalia apretó su pecho, el duro pezón contra su palma. Tanteó suavemente su piel, apretando poquito pero suficiente para que Alba echara su cabeza hacia atrás.

Las manos calientes de Natalia subieron por todo su abdomen y finalmente tomó ambos pechos. Alba jadeó cuando los apretó y se estremeció más contra el cuerpo de Natalia, frotando más su clítoris en el proceso. Incrementó sus movimientos, dejando salir un gemido cada vez que su miembro tocaba fuerte su interior.

Alba gimió y sin evitarlo apretó más sus piernas, sintiendo la presión acumulada en su vientre haciendose más grande. La frustración era grande.

Gimiendo en necesidad, tomó de los hombros a Natalia y movió su cuerpo fuerte y rápido, golpeando sus nalgas en los muslos de Natalia.

Alba perdió el control, llegando sobre Natalia con penetraciones profundas y descoordinadas. Se dio el lujo de gritar, ya que estaban solas, y su humedad mojó más el miembro de Natalia.

Acomodó su cabeza en su hombro, con su miembro aún dentro de ella.

Con ambas con las respiraciones pesadas, Natalia fue la primera en hablar. -Wow.

-Sí que puedes decir eso.-Dijo Alba con la voz ronca.

-No, es decir, sobre mi.. ya sabes..

-Oh.. rumores..-Dijo Alba sintiendo sus mejillas arder. -Pero joder, esa cosa es enorme.

Natalia rió. -Pero te gustó ¿Cierto?

-¿lo es?- Preguntó Natalia. -Ni estoy segura sobre eso. Tengo necesidades.

-Madre mía...-Natalia murmuró para sí misma.-Quién lo habría pensado, Alba Reche.

One Shots // A l b a l i aWhere stories live. Discover now