Entre paredes silenciosas [5/5]

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Si me acuesto aquí. Si solo me acuesto aquí

¿Te gustaría recostarte conmigo y solo olvidar el mundo?

"¡No puedes estar hablando en serio!" Hay una exasperación en la voz del rubio que hizo que Kaneki casi comenzara a reír. Formando una gran sonrisa.

Están acampando. En las afueras de la ciudad. Porque el rubio pensaba que era una buena idea. Para disfrutar la naturaleza. Para tener una mejor vista de las estrellas, lejos de las luces de la ciudad. Son solo mentiras. Ambos lo sabían. Solo excusas intentando cambiar un poco la realidad. Solo quieren estar juntos. El uno con el otro. Pero Kaneki seguramente moriría antes de pronunciar esas palabras. Y Hideyoshi está demasiado asustado de no ser aceptado si hace esa propuesta.

Así que sus palabras caían en excusas.

Excusas que los llevaron a acostarse sobre el suave y mojado pasto. Gracias a la reciente lluvia. A Kaneki no le importaba, pero el rubio continuaba protestando, diciendo que iban a enfermarse. Así que se recostaron en una sábana encima del pasto. Mirando las estrellas. Las cuales Hide continuaba insistiendo que lucían mucho más claras ahora. Ambos estaban recostados sobre su espalda, tocándose muy poco. Solo por el brazo que el menor extendió para ser usado como la almohada personal del rubio.

Y no decir ninguna palabra. Por lo que Kaneki decidió encender la radio. Porque sabía que el mayor odiaba el silencio. Lo hacía por una buena causa, en su defensa. Así que el menor se encontró buscando estaciones. Dándose cuenta de que solo había una estación. Es una radio bastante antigua después de todo. Y la canción 'Chasing Cars' de Snow Patrol sono. Lo cual llevó al rubio a ese estado de exasperación. No lo diría en voz alta. Claro que no. No odia esta canción. En realidad es una de sus favoritas. Pero es cruel. Es una cruel decisión del destino, está seguro. Hacer sonar esta canción. En la única estación que la radio puede capturar. Mientras tenía a Kaneki a su lado. Ambos recostados. Fuera de Tokyo. Inconscientemente intentando alejarse del mundo. De todas las cosas que los mantenían aun separados. De todas las cosas que los atormentaban.

Así que es irónico. Incluso cruel.

Y eso exaspera a Hideyoshi. Porque esas letras tocaban su corazón. Y se quedaban en él. Y deseaba que por algún segundo pudiera decirle todas aquellas palabras a Kaneki. Aun si solo estaba repitiendo la letra. Con palabras que no dijo en voz alta. Palabras que deseaba con todo su corazón que se hiciesen realidad.

No las dijo en voz alta.

Olvida todo lo que dijimos. Antes de que nos volvamos muy viejos.

Muéstrame un jardin. Que esté rebosando de vida.

De hecho, hay muchas cosas que no dice en voz alta. Dejándolas entrar en lo más profundo suyo. Sentimientos que calzaban tan bien con la letra saliendo desde aquella radio. Kaneki le había hecho olvidar lo que toda su vida le fue enseñado.

Kaneki había borrado toda la decepción que sentía. Hacia todos los que lo rodean. Porque el rubio por alguna extraña razón, no parece ser capaz de llegar a decepcionar a Kaneki. El rubio no parece ser capaz de alejar a Kaneki. Y el menor tampoco parece ser capaz de ir a ninguna parte. Hideyoshi sabe eso ahora. Sabe que no hay ningún sentido en recordar cosas que ya sucedieron hace tanto tiempo. No hay ningún sentido en perderse a uno mismo entre la multitud.

Intentando no ser notado por nadie. Pero deseando secretamente que alguien lo encontrara.

Porque Kaneki lo encontró. Kaneki se quedó. Plantó su propia semilla en su muerto jardín. Y ya podía comenzar a verlo. Con sus ojos cerrados. Veía la vida salir desde el suelo. Flores aparecer desde la solitaria tierra. Y está lleno. Lleno de vida. Su jardín. Su vida.

Entre sábanas manchadas ❥ Kanehide.  { Adaptación }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora