Capitulo 1

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El olor a mar me invadía por completo, sentía como los rayos de sol tocaba cada parte de mi cuerpo la dándome una sensación de calidez, todo esto era acompañado de sonido de las olas de la playa que era el único ruido que se escuchaba, por esto amaba venir a esta parte de la playa podía estar en paz, sin que nadie me molestara, era como mi propio lugar secreto. 

Venia aquí diario después de la escuela mas que nada lo hacia en verano, en invierno venia menos, pero era el lugar perfecto cuando necesitaba desconectarme del mundo.

Mi nombre es Annie Cresta tengo 16 años, soy  del distrito cuatro llevaba una vida dentro de lo que cabe tranquila, tenia la suerte que mi familia pertenencia, se podría decir a la clase alta del distrito, asi que no teníamos problemas de dinero, lo único que me preocupaba como a todos los de mi edad era uno, no romper el toque de queda, dos no hacer algo que podría molestar a los agentes de la paz, tres la cosecha, si podría evitar todo eso, seria un buen día.

No faltaba mucho para que anochezca por lo que notaba, ademas comenzaba a tener hambre así  que recogí mis cosas de la playa y comenze a caminar para ir a casa. Para eso tenia que caminar por una entre unas palmeras, para luego que dejen de estar y se conviertan en arboles, caminar un poco mas hasta llegar a una valla que muchos creían que esta electrificada o algo por el estilo, pero realmente era un simple valla de madera que demasiado fácil de pasar, aveces el miedo nos impedía hacer cosas y en este caso era pasar una valla, luego de pasarla  había un poco mas de bosque pero las casas luego de eso no se encontraban muy lejos así que no tardo mucho en llegar a mi hogar.

Abro la puerta con mi llave y entro, me dirijo a la cocina para buscar algo para comer, para mi sorpresa mi madre había llegado temprano.

- ¿Como estas ?- Digo mientras me acerco a ella.

- Bien, salí temprano del trabajo.- Me responde

-Me alegra podríamos merendar todas juntos- digo, en mi casa eramos cuatro personas mi madre, mi hermano pequeño de trece años  y mi padre aunque el llegara mas tarde, el casi siempre preparaba la cena, lo cual agradecía mi madre le ponía la mejor de las intenciones pero la realidad es que era una pésima cosiera.

Merendamos, y luego con el paso de la horas había llegado la cena lo cual era el único momento que teníamos todos juntos, debido a nuestros horarios, pero siempre los disfrutábamos al máximo, las risas y los gritos apuesto que se escucharían hasta afuera de mi hogar.

Luego de la cena con mi familia, subí las escaleras para poder ir a mi cuarto, abro la puerta de mi habitación que era de un tamaño normal ni muy grande ni muy pequeñas hace poco en uno de mis crisis, había decidió que ya no lo quería color rosa si no azul, por ende lo habíamos cambiado, tenia un par de muebles junto lo fundamental una cama.

Aun no tenia sueño, así que había decidido tomar un libro de mi pequeña biblioteca para leer al final, me había tomado la desicion de leer  la odisea, pues aun no la había leído, mi padre me lo había regalado hace un tiempo, pero por un motivo aun no había comenzado, así que era el momento perfecto para comenzarlo, lo tomo e inmediatamente me acuesto en mi cama para leer mas cómoda, pero no pasa mucho tiempo hasta que el sueño comienza invadirme, así que dejo el libro así un lado y me quedo dormida.


Finnick y annie/ los juegos del hambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora