Finnick y annie/ los juegos del hambre

Capitulo 8

Era casi la hora que tendría que verme con Finnick,  no entendía por que estaba nerviosa ya nos habíamos juntado otra veces, capaz era porque esta vez era diferente, claro que lo era pensé ya no era en plan de amistad ahora había algo mas que no terminaba de comprender.

Decide levantarme de la cama para cambiarme pues aun tenia la ropa que usaba para dormir, la verdad que no pensé mucho mi atuendo decide ponerme un vestido que ya había usado millones de veces era rojo con algunas flores y en los pies tenia puestas unas sandalias y había atado en una cola alta como el día de ayer, me mire al espejo unos segundo, aun tenia el ojo morado pero esta mejor que ayer por lo menos.

Baje las escaleras, estaba completamente vacía lo cual era normal, mama trabajaba hasta tarde al igual que mi padre y mi hermano a diferencia de mi el iba a la escuela a la tarde.

Tome una manzana que había y salir afuera de mi casa decidí ir caminando no tenia ganas de usar mi bicicleta así que camine hasta la playa, no tarde mucho en legar unos 20 minutos.

Cuando ante tan solo unos metros puede distinguir a Finnick ya estaba, así que me acerque sentadome alado de el.

-Que hay Finnick.- Le hablo.

- Que hay Cresta- Dice lo mismo que yo.

-Puedes dejar de llamarme por mi apellido.

-Lo siento, quiere que vuelva preciosa.- Me dice con una cara coqueta.

-Tampoco tengo un nombre.

-Cresta se escucha mejor.- a lo cual le hago una cara de molesta, sabia que lo decía apropósito odia que me llamaban por mi apellido.

Luego de eso seguimos hablando de todo, la verdad no entendía por que estaba nerviosa, todo era igual que siempre e incluso las cosas estaban mejor, me contó algunas cosas que nunca había hablando, me contó cosas de su familia yo lo hice de la mía, aun no podía entender porque mi padre nos enseñaba a manejar armas, lo cual yo solo dije era para defendernos, pero que yo no era muy buena, el realmente bueno para eso era mi hermano.

También nos habíamos besado un par de veces, seguía si saber lo que significaba, pero realmente no me interesaba, disfrutaba estar tiempo con el, realmente me gustaba.

- Vamos a nadar.- Me propone tomándome la mano.

-Estas loco no.- Me niego inmediatamente.

-Vamos Annie tienes que vencer tu miedo.

-No puedo Finnick no lo necesito, aparte puedo vivir sin aprender a nadar.

- No tengas miedo, estas conmigo, no te pasara nada.- Hace una pausa .- Al menos vallamos a caminar en el agua, ahí no tendrás ninguna posibilidad de ahogarte.

Lo pienso por un momento pero finalmente acepto.- Esta bien, no intentes algo raro por que te conozco.- le advierto. 

-Annie me ofendes nunca haría algo así.- Dice en tono sarcástico.

Comenzamos a camina al mar, me había quitado las sandalias para evitar en se mojen, cuando llegamos sentía que agua estaba calentita lo cual tenia sentido sorprendente era un día de mucho calor en el distrito considerando que ya estábamos cerca del inverno, pero el clima era raro aquí.

Finnick y yo seguimos hablando en un momento comenzamos jugar entre nosotros nos lazamos el poco agua que cubría nuestros pies, en un momento le lanzo una buena cantidad de agua a lo cual provoca que me eche a correr para evita que me la devuelva, siento como me seguí hasta que un momento me alza.- Ay no bájame.- Le pido entre algunas risas.

-Aun no- me dice, en ese momento ambos nos damos un beso era perfecto este momento.

cuando terminamos de besarnos, veo a mi alrededor dándome cuenta que ya no estaba el agua al punto de cubrir nuestros pies sino que ahora por lo que veía llegaba hasta la cadera Finnick lo cual me asuste si el le llegaba a ese punto el agua a mi era mas, yo era mucho mas baja de estatura que Finnick. 

-Fue divertido, pero volvamos.- Le digo pero sonó mas a una orden que lo otro.

- Vamos intenta flotar te prometo que no te soltare.

-Se mejora el vestido no puedo.- Lo cual no servia mucho de escusa por que ya estaba bastante empapado de nuestra batalla de agua que habíamos tenido hacia un rato.

-Creo que ya mojado sino te diste cuenta.-Haciéndome notar.- No te soltare en ningún momento.

- Esta bien.- Acepto finamente-Mas vale que no me mientas.- El se ríe y comienza bajarme de a poco comienzo a sentir como el agua me toca de a poco lo cual al principio me da escalofrió hace mucho tiempo desde que era una niña no tenia contacto con el mar.- Esta todo bien yo te tengo.

Mi cuerpo esta pleno contacto con el agua, estaba nerviosa pero sentir las manos de Finnick sosteniéndome por debajo, era lo único que me calmaba decidí abrir los ojos que hasta ahora los tenia cerrado para evitar que me de un ataque de nervios, me cruzo con su mirada.

Estuvimos así por unos minutos hasta que el me levanta nuevamente sacándome del agua.- Lo vez preciosa no fue tan malo, si quieres podría enseñarte a nadar, confió en mis habilidades  y unos meses sabrías hacer perfectamente.-Me comentaba mientras caminaba hasta llegar a la orilla nuevamente, cuando llegamos me baja, el alivio que sentí por tener mis pies nuevamente en al arena era inexplicable.

-Eres idiota como vas hacerme pasar por ese momento.- Le digo

- Que exagerada es un poco de agua solamente.-Me dice- Entonces quiere que te enseñe.

-Veremos no lo se aun.- Le respondo.

- Eres tan hermosa Annie.

- ¿Por que me dices eso?- Pregunte de manera casiosa.

- Por que es la verdad.- acercadose a mi poniendo sus mano alrededor de mi cintura para luego abrazarnos.

Finalmente nos despedimos era la hora de volver a casa por lo menos para mi, tendría que estar cuando llegue mi hermano había prometió ayudarlo con una tarea de la escuela, aun me encontraba mojada no le había dado tiempo a secarme, así que cuando llegue me tendría que cambiar de ropa.

Entro a mi casa y para mi sorpresa estaba mi padre, el cual se sorprenderme a verme.

-Annie estas mojado ¿que te paso?.- Me pregunta.

-Es que Venencia y Tobias hicieron que me meta al mar.-Le digo

-Tu te metiste al mar, tu que le tienes pánico desde que eras una niña, tu.- Hace una pausa- Que buena noticia Annie superar tus miedos es genial, te felicito estoy orgulloso de ti.

- Gracias papa, iré a cambiarme.- Le digo para luego empezar a subir las escaleras para ir a mi cuarto.

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