juegos Sádicos {FINALIZADO} 😁

Capítulo 17

Shiki no dejaba de sonreír mientras esas dos se abrazaban o más bien, Rena abrazaba a su amiga mientras está no perdía de vista a Shiki.
- Rena, vete por favor... - susurraba Shiro repetidas veces a su amiga cosa que a Shiki le hacía reír.
- ¿Pero que dices? - Preguntaba sin entender nada de lo que pasaba en ese aula. - Shiki es del centro nocturno y dice que hoy dan una fiesta y nos ha invitado. - Decía Rena con toda su ilusión sin poder ver la mirada burlona y sádica del que estaba a sus espaldas.
- No... No iremos, no... - Repetía una y otra vez Shiro.
- Rena, parece que Shiro está desorientada... ¿Podrías ir a por agua? - Rena miro a su espalda y asintió con una suave sonrisa. - Tienes tanto miedo que casi no puedes hablar... Que divertido. - Shiki se acercaba a esta con paso lento pero decidido.
- No le hagas daño... Por favor... - Shiki se seguía acercando hasta quedar a un solo paso de distancia, seguía con su sonrisa burlona pero pasado un segundo se puso serio y haciendo así que sus ojos pasarán a ser más fríos. - Por favor... Te lo suplico... Ella no tiene nada que ver, solo es mi ami. - No termino de hablar pues Shiki comenzó a acariciar su pelo de forma suave para después desde la parte de atrás sujetarlo de forma firme, haciendo así que esta tirara su cabeza hacia atrás.
- Te lo avise, pequeña humana. - Si voz era más fría, más tenebrosa... Más de lo normal. - cómo no haces caso a mis palabras, se lo harás a mis acciones. - Soltó su cabello de forma brusca dejando que cayera de rodillas ante el, cuando escucho los pasos de nuevo de Rena.- Justo a tiempo, parece que se ha mareado. - Decía con su voz normal y su sonrisa de niño bueno. - Por cierto... Lamentablemente solo puedo llevar a una acompañante, y puesto que Shiro no se encuentra muy bien... ¿ Te apetecería venir a ti, Rena? - mientras decía estas palabras a Shiro se le congeló el mundo a su alrededor... Y fue como si el mundo se le cayera encima cuando vio a su amiga asentir con una gran sonrisa y sus ojos brillando. - Que bien, entonces... Quedamos en la puerta del diurno a las 21:00. . - Ella volvió a sonreír y de nuevo se acerco a su amiga. - Bueno yo me tengo que ir, tengo cosas que preparar. - Sonrió de nuevo y se marcho dejando a una muy desorientada Shiro y a una muy feliz Rena, ya que esta última no sabía lo que realmente sucedía...
Habla Shiki
Cerré la puerta despacio para no hacer demasiado ruido aunque al romper la ventana me extraño que la directora no hiciera aparición...  Fue extraño, pero le di poca importancia al recordar que hoy mi amiga lloraría por la perdida de su amiga... Tenía muchos juegos pensados para ella, por supuesto juegos que una humana pudiera aguantar ya que sería muy aburrido si se muriese rápido o se desmayar por la pérdida de sangre. Salí de ese centro tan aburrido y me dirigí hacia mi casa para preparar la sala de juegos, aunque los que eran mis juguetes la llamaban sala de tortura...
3° persona
Cuando se quedaron solas en el aula Shiro volvió a ser la que era justo antes de ver a ese ser tan sádico del cual nunca sabía sus pensamientos. - Rena... No puedes ir a esa fiesta... No más bien no debes hacerlo. - Shiro miro directamente a sus ojos que poco a poco se volvían más tristes y con algo de enfado.
- Shiro... Tu has cumplido tu sueño de ir, ahora me toca a mi aunque sea una vez solo. - Shiro abrió la boca para contestar pero se quedó muda al ver a la directora entrar con cara de enfado.
- ¿Que se supone que están haciendo aquí a estas horas? - Su voz era sería y su mirada se enfureció aún más al ver la ventana destrozada.
- Lo sentimos directora, escuchamos un ruido y vinimos a ver lo que era... Nada más. - Esta asintió y les obligó a limpiar todo aquel desastre, mientras estás recogían los cristales ninguna pronunció ni una sola palabra, solo se escuchaba el sonido de los pequeños cristales chocando entre ellos mientras eran arrastrados.
- Rena... Solo intento protegerte. - Dijo suavemente Shiro mientras vaciaba el recogedor. - No vayas, te lo suplico. - Dijo ya delante de su amiga la cual seguía seria e inflexible.
- No es necesario que me protejas... Ya soy una adulta, y si tu pudiste cuidarte sola en ese centro durante tanto tiempo estoy segura, de que yo podré aguantar unas horas. - Dijo dejando la escoba y el recogedor a un lado de la ventana rota.
De nuevo se hizo el silencio y ambas salieron, Shiro preocupada por su amiga y esta indignada por la falta de apoyo de su supuesta mejor amiga.
Shiki ya había preparado todo lo necesario para esa misma noche, así que decidió dar un paseo por los alrededores de la casa de Shiro quedándose tumbado en una rama esperando a la llegada de su amiga.
-Vaya... Por fin regresas a tu casa. - Shiro no lo miraba solo caminaba hacia su casa, sabía que eso le haría enfadar. - Al parecer la humanita está enfadada...- Decía sin perder su sonrisa. - Pero... Personalmente me gusta más cuando tienes miedo. - Al terminar aquellas palabras Shiro se detuvo solo dos pasos más y estaría en su casa, donde se sentía a salvo aunque en realidad no era así. - especialmente cuando no puedes decir ni una sola palabra ni moverte de dónde estás... Me recuerdas a tu tío cuando jugué con su mente.- dijo soltando una carcajada y dejándose caer, con un silencio felino se acerco a su amiga y con su dedo índice levantó su mentón para cruzar miradas; la de Shiro mostraba miedo, temor e inseguridad y se podían ver pequeñas lágrimas resbalando por sus mejillas. Y por otro lado los ojos de Shiki solo reflejaban una única cosa; Sadismo. - ooh, pero que mona cuando estás así... Casi lo había olvidado. Por cierto... Mañana jugaré con tu amiga ¿Quieres despedirte de ella? - Shiro en ese momento solo acertó a tapar su boca y comenzar a llorar, Shiki soltó su mentón dejando así que esta cayera de rodillas.
- ¡Shiro! - Shiki escucho esa voz a sus espaldas era la voz de Jeff la cual reconoció al instante. - ¿Qué le has hecho? - Shiki se enfado por el tono de esa pregunta pero solo metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.
-¿Quién te crees que eres para hablarme así, humano? - tras esas palabras le golpeó el estómago con una patada haciéndolo volar varios metros con la boca manchada de sangre. - por cierto... No la vuelvas a tocar, ella es mi juguete no lo olvides. - Dijo para agacharse para estar a la altura de Jeff que no se atrevía a levantar la cabeza. - Que no se te olvide de nuevo. - Se levantó y justo cuando pasó por el lado de Shiro esta se seco sus lágrimas y respiro con profundidad varias veces, cuando Shiki se disponía a desaparecer espero unos segundos.
-YO NO SOY TU JUGUETE- Grito con toda la fuerza posible.
- ¿sabes...? Pensaba que eras más lista. - Shiki estaba de nuevo delante de ella pero esta vez la levantó sujetando su brazo con brusquedad. - Hoy vendrás a dormir conmigo, mi pequeño juguete. - Y tras esas palabras desaparecieron los dos sin dejar opción a nadie de rechistar antes esas palabras.
- Mira el lado bueno... Podrás despedirte de tu amiga antes de que "desaparezca".- Dijo con una gran sonrisa mientras obligaba a Shiro a caminar pues su agarre nunca se soltó. - Te dejaré elegir que quieres que digan las noticias. - Y tras esas palabras aceleró el paso para llegar antes al que era su hogar.
- ¡Quiero irme, déjame! - Gritaba mientras intentaba zafarse del agarre. - Eres un maldito monstruo... - Shiki se detuvo en ese mismo momento haciendo chocar a su "invitada" con su espalda.
-¿Creías que era un monstruo por jugar con humanos? - Shiro no decía nada, ahora sentía miedo. - pues... De ahora en adelante vas a pensar que soy el mismísimo Demonio. - Se giro de forma lenta y casi a cámara lenta obligó a Shiro a levantar su rostro para que sus miradas se encontrarán. - ¿Y sabes por qué, mi pequeño juguete? - Shiro de forma casi imperceptible negó con su cabeza. - pensaba dejarte fuera del juego pero ahora creo que sería mucho más divertido dejar que partícipes. - Shiro era incapaz de separar sus ojos de aquellos que la observaban, rojos como la sangre y oscuros como la noche.
-No... Por favor... - Shiki relamió su labio superior pero no dijo ni una sola palabra más.