capítulo 7

96 4 0
                                    

- Vale ten y llamalo.- Eso me dijo Shiki con el teléfono en la mano yo sin dudar lo cogí antes de que cambiará de opinión aunque no podía apartar la mirada de esos ojos llenos de sed de sangre, me imponían demasiado quería apartar la vista pero tenía miedo de que me atacará.
El móvil dio señal así que sonreí no me había engañado. Por fin escuché la voz de mi hermano y yo sonreí inconscientemente.- Hermano... ¿Que está pasando?- dije ya llorando no me importaba que Shiki me viera y disfrutará con ello, quería una explicación.
- Shiro, ¿ Me oyes?.- Me quedé en blanco algo fallaba y Shiki sabía el que.- ¿Shiro, estás ahí? Di algo por favor.- Mire fijamente el móvil no era el móvil de Shiki sino el mío... Y el micrófono estaba destrozado por eso no me oía mi hermano pero yo a él si.- Shiro tranquila se dónde estás y voy para allá.- y tras esas palabras colgó.
- ¿ Que tal tu hermano?- Dijo con burla su mirada buscaba mis ojos llorosos pero no los encontró así que con una mano sujeto mi barbilla y la giro hacia el.- Vaya... Estas llorando sin motivo, tranquila en media hora lo tendrás.- Me soltó de forma suave y se levantó sin ni siquiera girarse hacia mi.
- Eres un mentiroso.- Me atreví a decir cuando pensé que se había marchado. Pero estaba totalmente equivocada al segundo de pronunciar esas palabras sentí mi espalda en el suelo estaba frío y mis ojos chocaron con unos llenos de furia y odio pero aún así no me hacia daño solo me sujetaba lo suficientemente  fuerte para que no escapara.
-¿Por qué me llamas mentiroso?- preguntó haciendo más intenso su agarre casi no podía respirar, al parecer lo noto y aflojo su agarre.- Contesta.- su voz era fría como un tempano.
- Me engañaste y es por ello que te llamo así.- Dije con firmeza pero mis piernas temblaban, mis ojos los notaba húmedos y picaban justo como si fuera a llorar, pero sus dedos se ajustaron más en mi garganta impidiendo que el aire entrará en grandes cantidades.
- No te engañe Shiro, nunca dije que podías hablar con tu hermano.- sonrió de nuevo con locura y apretó un poco más.- Solo dije que podías llamarlo, y Ahora si me disculpas tengo cosas que preparar.- Justo en el momento que creía que me desmayaría me soltó y conseguí respirar con algo de normalidad... No se el tiempo que pasó pero caí en algo ¿Qué tenía que preparar Shiki?
Habla Shiki
Tras enseñarle esa lección a Shiro me marché pues ese cazador vendría aquí directo sin ayuda de otros como el, cogería un par de cosas y saldría para esperarlo agarre mi maletín y con una sonrisa baje, lo esperaría en la entrada pero no es tan estúpido como para acceder desde ahí, sonreí al ver a Shiro recuperar la respiración con lágrimas en los ojos y salí por la puerta de atrás, no cerré dicha puerta la dejé entreabierta me acordé de coger una silla y una única cuerda quería jugar y ese cazador me serviría.
Pasaron unos 25 minutos y ya podía ver la silueta del hermano de Shiro sonreía venía preparado para capturarme o quizás matarme no lo sé solo podía reír mientras mi cabeza imaginaba varios escenarios. - Te has adelantado, cazador.- dije cuando su vista ya era capaz de Verne y sus oídos capaces de oírme.
- ¿Dónde esta Shiro, vampiro?- al decir mi especie sonreí no lo pude evitar y avance un paso solo uno quería aguantar hasta que mi amiga se atreviera a salir.
- Tranquilo cazador, estoy seguro de que saldrá pero no sé si antes o después de comenzar mi juego.- Levantó su espada hacia mí y yo solo pude sonreír mientras solo cambiaba una cosa de mi mis ojos, aquellos que Shiro ahora tanto temía.- Eso es peligroso.- y tras esas palabras su espada ya estaba en mi mano.- podrías haberte cortado.- dije con una sonrisa pues había oído la puerta cerrarse con un sonoro golpe.- Tu hermanita, ya está aquí. ¿Comenzamos?-Dije clavando la espada en el suelo y mirando el maletín.
Shiro se detuvo a unos pasos de mi dudando en seguir hacia su hermano o quedarse justo donde estaba, después de todo ya intuía que habría algún truco.
-Quédate justo donde estás, Shiro. - Grito su hermano desde donde estaba, la verdad no me importaba lo que hiciera pero si le hacia caso yo no podría jugar...
-Oh, vamos Shiro... - Dije mientras me giraba con una sonrisa y caminaba hacia donde se encontraba  poniéndome detrás de ella. -Con las ganas que tenías de verlo y abrazarlo... - Vi como una lagrima se deslizaba por su mejilla y apretaba sus puños.
-No le hagas caso, sabes que hay algún truco, quédate donde estás. - Le seguía diciendo su hermano pero yo muy despacio le solté los hombros y le susurre en la oreja.
-Puede que sea la última vez que lo veas. - y tras esas palabras corrió como alma que lleva el diablo, cuando está se encontraba a unos 5 pasos de su hermano una jaula hecha con metal la dejó encerrada e inmóvil. - Ups, se me olvidó que eso estaba aquí. - Dije riendo, me encantó ver su mirada perdida procesando lo que había ocurrido pero me reí aún más cuando vi a ese cazador intentando abrir dicha jaula. - Olvídalo, yo tengo la llave. - su mirada llena de odio se choco con la mía llena de locura, así que aproveche para meterme en su mente. - Vaya... No has estudiado mi poder que mal para ti y que divertido para mí. - Pase por su lado sin miedo alguno ahora solo podía hablar pero no moverse.
- Lo tenías todo planeado... Sabías que Shiro correría y yo me enfadaría, eres un monstruo manipulador. - lo mire sin ninguna emoción y con una sonrisa. - Disfrutas haciendo llorar y suplicar a las personas, eres un monstruo. - Sus palabras me hicieron reír hasta que llegó a la última, que por el contrario me hizo enfurecer.
-Ya te lo dije antes, pero te lo diré por última vez, no soy un monstruo. Y ahora vamos a empezar que quiero jugar, por el momento... Siéntate y no te muevas estas atado.- Y así hizo se sentó y dejó de moverse pero sus ojos solo miraban a un punto mientras se ponían más húmedos, hacia su hermana.- Como me has llamado monstruo este será tu castigo. Pero voy a ser un poco menos sádico de lo normal y te voy a dar a elegir así que piensa rápido. - Dije delante de él con una mirada llena de sadismo y una sonrisa igual de macabra. - Tienes dos opciones; la primera es que juego con tu espada. - Dije señalando a la susodicha. - o la segunda juego con mi maletín. - Sus ojos se fijaron en el objeto nombrado y se quedó pálido, tenía miedo tanto que no producía ningún sonido. - Bueno pues escojo yo por ti, tranquilo. - Me aleje unos pasos y abrí mi maletín de forma lenta, vi como los dos hermanos miraban con terror su contenido, el maletín estaba dividido en dos partes la de arriba estaba llena de agujas con diferentes líquidos y etiquetadas con números y la de abajo estaba lleno de botes pequeños etiquetados con letras, pero no ponía nada más solo eso, me divertía por qué yo era el único que sabía lo que había en cada muestra.
- Deja que se vaya, por favor. - Eso me hizo reír un poco mientras negaba  con mi cabeza.
-Te dije que era tu castigo, tu hermanita se queda y participará eligiendo letra o número. - Shiro tembló y se alejo tanto como la jaula le permitía, cuando llegó al otro extremo se sentó y escondió su cabeza entre las rodillas.- Que mona estas así, pero ahora quiero que digas o bien un número o una letra, sino lo escogeré yo. - Dije poniéndome más serio a cada palabra que decía.
-No lo voy ha hacer. - Dijo ella rotunda pero sin mirarme a los ojos. - Déjame irme, por favor y suelta a mi hermano. - Una lagrima cayó al suelo pero mi sonrisa no desaparecía.
-Solo una petición será concedida. Pero antes dime una letra o número. - Ella me miró con esperanza y con miedo. - Es mi única condición. - Dije serio pero sonriendo.
Miró a su hermano con los ojos llorosos y susurrándole un leve "lo siento", su hermano sonría con amabilidad eso me hizo enfadar, me entraron ganas de clavarle la aguja que quisiera directamente en el corazón pero me aguante. - Espero que cumplas tu palabra, elijo el dos. - sonreí al recordar lo que contenía esa aguja era veneno de escorpión azul. - ¿Qué es eso?- Pregunto al borde del llanto, cosa que me hacia feliz.
-Primero siempre cumplo mi palabra y segundo, la aguja contiene veneno de escorpión azul. Pero puedes estar tranquila no es muy severo. - Dije quitándole la tapa mirando al cazador. - ¿Pierna o brazo? - Le pregunte para ver qué grado de miedo tenía. - Bueno pues pierna. - a los pocos minutos empezó a temblar y la piel se empezó a estirar, sus músculos se estaban inflamado causando leves heridas internas, estaba sudando y temblando mientras Shiro lloraba a la vez que me miraba suplicando. - Oh, es que me encanta verte así pero supongo que tu parte ya ha terminado. Puedes irte. - Cuando dije eso abrí la jaula por la parte de delante para que viera a su hermano sufrir, miro a su hermano y salió corriendo. - y tu tranquilo que voy a curarte. - Abrí un bolsillo oculto en el maletín y saque una inyección y a los pocos segundos se calmo. - Ahora te toca escoger a ti, cazador. - Sus ojos me miraban desafiantes. - Por cierto una pregunta... ¿Cómo fabricáis los cazadores esas armas? - Dije mientras señalaba la espada que seguía clavada en el suelo. Sus ojos se pusieron en blanco, sabía que lo que iba a pasar.
-Nunca te lo diré, monstruo. - Sonreí durante unos segundos y me acerque a mis instrumentos.
-Te iba a dar elegir, pero mejor lo hago yo. - Le quite el aire a la aguja. - Esta contiene veneno de viuda negra, te lo voy a resumir te va a doler. - Y cuando termine de hablar le clave la inyección con más fuerza de la necesaria y sin esperar un segundo más hice bajar el líquido. - Pero tranquilo no vas a morir el veneno esta disuelto. - El cazador comenzó a gritar quería levantarse pero debido a que estaba siendo manipulado por mi. Solo gritaba de dolor y lloraba mientras solo se podía mantener sentado. - Voy a curarte, no quiero que mueras aún... Quiero saber la respuesta a mi pregunta. - Saque una aguja con medicamento y se la inyecte, deje que respirara aunque ahora lo hacia con más dificultad. - Es muy sencillo tu me dices lo que quiero saber y yo te mató rápido y sin sufrir más de la cuenta. - El cazador me miraba con odio pero no decía ni una palabra.
Al cabo de un rato cogió una bocanada de aire y dijo con mucha dificultad. - Jamás te lo diré... Monstruo. - Eso me hizo reír un poco y lo dejé continuar. - da igual como y cuanto tiempo me tortures, no te lo diré. - Cuanto valor había en esas palabras, valor que después se convertiría en miedo.
-Has tenido tu oportunidad, pero la has tirado a la basura. - Decía mientras sujetaba un bote pequeño que contenía un gusano blanco que a simple vista parecía inofensivo, también agarre unas pinzas y mire al cazador con mis ojos rojos. - Ahora no te muevas, Jeff. - Cuando dije su nombre sus ojos se pusieron blancos pues nunca lo había llamado así. - Te voy a explicar un poco este gusano parece inofensivo pero.. Es todo lo contrario su rastros en similar al ácido, es decir por donde se arrastra deja marca, ¿Puedes imaginar lo que le va a suceder a tu piel? - Dije con una macabra sonrisa, agarre al gusano con las pinzas y cuando estaba a dos centímetros del rostro de mi juguete lo detuve. - Si respondes mi pregunta, lo vuelvo a meter en el bote. - Dije serio pero no tenía respuesta. - Tu lo has querido así, por cierto saluda a tu hermana esta viendo desde la ventana. - Dije sin girarme pero sabía que alguien me miraba.
Solté al gusano sin más demora y este comenzó su camino por el rostro del cazador mientras que tras de sí dejaba marcas rojizas, este no dejaba de moverse y el cazador comenzó a llorar y suplicar pero yo ya no lo quería, no había respondido a mi pregunta así que lo dejaría un poco más. - Dentro de poco el gusano romperá tu piel, después tus tendones y acto seguido se meterá en algún musculo de la cara y después... Bueno entrará a tu cuerpo a sus anchas y te quemará desde dentro. - Este solo se movía pero el gusano no se caía parecía sujetarse más fuerte incluso.
-¡Te diré lo que quieras, por favor haz que pare, quítalo, quítalo! - Solo gritaba lo deje dos segundos más y con las pinzas lo retire. - Solo se... Que os tenemos que llevar vivos... Pero no se para que ni con que... Propósito... - Eso me hizo pensar en diversas hipótesis pero ninguna parecía cuadrar.
-¿Quién lo sabe? - Pregunté calmado, pero sin soltar al gusano. - Respóndeme o... - Advertí acercando de nuevo.
-¡No, aléjalo! - Me quedé quieto a un centímetro de su piel ya quemada. - Mi tío, el seguro que sabe algo pero hace años que no sabemos nada... Solo llama para hablar con Shiro... No se relaciona con nadie más.. - Acerque más el gusano, y este intento alejarse.
-¿Por qué solo con Shiro? - Pregunté serio, no me gustaba el rumbo que estaba tomando su tío cazador.
-No lo sé... Solo llama para su cumpleaños. - Aleje el gusano y respire con profundidad. - Sino cambia su hábito... Llamará en dos semanas... - Dijo antes de desmayarse, realmente parecía estar muerto así que aproveche me gire hacia la ventana y sonreí y acto seguido me lleve a Jeff lejos de la vista de Shiro, no lo mataría después de todo me es útil aún.

juegos Sádicos {FINALIZADO} 😁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora