Capítulo 14

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Shiki volvió a su comportamiento normal hablaba con Shiro y almorzaba con ella, obligándola a hacer todo aquello, era viernes y Shiki observo que su amiga estaba más nerviosa de lo normal, comía lo mínimo y temblaba más de lo usual. - Pareces nerviosa... ¿Sucede algo? - Shiro iba a comer un trozo de fruta pero muy despacio se lo alejo, para después negar con una sonrisa.
-Es por el examen de ciencias del lunes, estoy muy nerviosa... - Dijo de la forma más convincente posible. Shiki la miro iba a utilizar su don pero decidió creerle esas palabras. Sonó la campana indicando que era hora de volver a clase y sin mediar más palabra los dos se encaminaron hacia el aula de biología.
-No me ocultas nada, ¿Verdad? - Shiro negó de nuevo con esa sonrisa nerviosa. - Bien, por cierto lo que te susurre es cierto y ya te demostré lo que sucede si me enfado... - Shiro se detuvo su sonrisa se desvaneció y una más amplia se dibujo en el rostro de Shiki. - Pero no tienes nada que temer... Según dices no me ocultas nada. - Y tras esas palabras acarició su mejilla y volvió a caminar, Shiro se quedó de piedra, pensó que esas palabras fueron dichas a raíz del enfado...
Las clases transcurrieron como cualquier otro viernes y a última hora Shiro estaba más nerviosa que nunca, pues Shiki no le quitaba ojo de encima. - Shiki... Una pregunta... ¿Porque los maestros nunca te dicen nada? Es decir, te duermes en clase de historia hablas mientras ellos explican y aún así nunca te han dicho nada. - Shiki sonrió y subió sus pies a la mesa para estar más cómodo.
-La respuesta es muy simple... Primero son por mis notas y segundo es por que si me dijeran algo... Sería como si me restarán. Y como se suele decir... "El pez grande se come al pequeño"-El timbre tocó y sin mostrar ninguna prisa Shiro recogió y se despidió de Shiki con un "Hasta el lunes" y una leve sonrisa, eso hizo sospechar a Shiki pero solo sonrió de forma amable.

--Habla Shiki--
Sabía que algo raro estaba pasando, Shiro estaba más nerviosa que nunca pero lo que más me hizo sospechar fue que se despidiera de mí con una sonrisa, me fui paseando a casa no tenía ninguna prisa así que pase por el centro diurno para observar la seguridad que podría llegar a tener, sonreí al ver que no habían ni guardias ni cámaras por lo menos en el exterior, sería fácil entrar o eso pensaba, pues cuando puse las manos en la verja un fuerte calambre recorrió mi cuerpo lanzándome varios metros, solo pude reír pues al parecer solo surgía efecto en mi ya que mucha gente estaba apoyada en la susodicha, me lamí el labio inferior mientras me limpiaba el uniforme de la tierra. - Wow, ¿Estas bien? - Una chica con cabello corto y color naranja con los ojos azules se acerco a mi mientras me acababa de limpiar la tierra, yo solo sonreí mientras asentia.- Bueno entonces me iré, adiós. - Solo la mire mientras se alejaba iría a casa dejaría las cosas y después cazaria hasta que toda la ciudad oliese a sangre, eso me hizo sonreír aún más y tan solo imaginar la sangre corriendo por mi garganta hizo a mis colmillos crecer... Ya solucionaría lo de Shiro, por el momento cazaría.
Encontré un grupo de adolescentes estaban sentados en el bosque alrededor de una pequeña fogata mientras comían y bebían alcohol, esa bebida la odiaba amargaba la sangre y se me quedaba mal sabor de boca, pero tenía sed y eso me importaría poco. Me acerque de forma silenciosa mientras sonreía podía contar a 5. Me relamí pues como aperitivo no estaba nada mal. Eran 2 chicas y 3 chicos, me ensucie la ropa y dejé mis pertenencias por algún lugar. Rompí una ramita a propósito para que sus ojos se fijarán a donde yo me encontraba. - ¿Hay alguien ahí? - Pregunto uno de los chicos esa pregunta siempre haría sonreír, me entraban ganas de responder "Si y voy a mataros uno a uno mientras gritais por ayuda" pero solo salí despacio como si estuviera desorientado y asustado. - ¿Estas bien? - Pregunto una de las chicas mientras cautelosa se acercaba a mi, yo solo asentí mientras me sentaba muy despacio, como si estuviera mareado.
-Tranquilos, estaré bien... Solo necesito descansar un poco. - Los chicos asintieron con el rostro serio, una de las chicas marcó el número de emergencias, cosa que agradecí pues de una cosa menos que tendría que preocuparme. - Gracias por la ayuda. - La chica con el cabello largo, se acerco a mi muy despacio y se sentó a mi lado.
-Id a por algo de beber, yo cuidaré de él. - Y tras esas palabras los otros 4 se marcharon. - ¿Seguro que estás bien? - Asentí y me apoye en su hombro, cerca de la carótida que bombeaba la sangre que tanto anhelaba. - No lo parece estas muy pálido, ¿Cuánto tiempo llevas perdido? - No respondí pues ya no me interesaban sus palabras, ahora solo quería oír sus gritos... Gritos que no tardarían en llegar, me relamí el labio superior y con rapidez clave mis colmillos. La chica tardo unos segundos en reaccionar pero después lloraba mientras gritaba e intentaba soltarse de mi al minuto dejó de gritar pues le quedaba poca sangre, me separe de ella mientras aún seguía consciente y sonreí con mi boca manchada de sangre, la levante y la senté en el tronco de un árbol sus ojos estaban abiertos pero no tenía fuerzas para hablar y mucho menos advertir a sus amigos.
Los otros cuatro llegaron y con rapidez se acercaron a su amiga medio muerta que solo podía balbucear pero sin llegar a decir nada coherente. Sólo pudo hacer una cosa cuando me puse detrás de la otra chica y fue levantar a duras penas el brazo para señalarme, en ese momento se giraron todos y al igual que si fueran hojas se pusieron a temblar.
-¿Pero que... - No pudo terminar de hablar pues sonreí para mostrar mis colmillos manchados con la sangre de su amiga. - vampiro... - Susurro uno de los chicos, cosa que me hizo ladear un poco la cabeza.
-Premio para el de cabello rojo, serás el último en morir. Para el resto... Vamos a jugar al gato y al ratón. - Dije mientras me flotaba las manos. - Adivinad que sois vosotros... - Dije para luego acercarme aun más. - Y el juego comienza... Ya. - En ese mismo instante comenzaron a correr e intentar esconderse, cosa que francamente me divertía pues conocía ese bosque como la palma de mi mano. - Bueno voy a buscar a tu amiguitos. No te vayas que vas a ver todo un espectáculo de sangre y vísceras. - la chica comenzó a llorar mientras intentaba ponerse en pie cosa que no lograría.
El juego era sencillo solo debía seguir las huellas y me llevarían hasta mi comida... Podía escuchar una respiración muy agitada, era la chica de cabello rubio estaba llorando, pero se detuvo en seco la observar mis zapatos, no se atrevía a moverse ni a gritar. - Vaya... Eres la primera que encuentro. Vamos tienes que ir donde tu amiga. - La agarre de la muñeca igual demasiado fuerte pues note como su hueso comenzaba a quebrarse. - Ya hemos llegado ahora no te muevas de aquí y cuida a tu amiga. - No le di opción a replicar solo me encamine en busca de los otros 3 chicos que fueron encontrados en una cueva poco profunda, y en árboles subidos. - Bueno pues ya estamos todos, ¿Quién quiere empezar a jugar? - Nadie se movía y yo solo sonreía. - Ah claro, es que no sabéis a qué vamos a jugar... El juego es sencillo es para saber quien aguanta más dolor antes de morir. El ganador se salva. - Sonreí de nuevo. - Pero para salvarse debe aguantar 10 minutos sin suplicar que pare, sino pierde. - Seguían sin moverse así que mire a uno de los chicos y lo señale. - Tu serás el primero, ya que no hay voluntarios pues os obligó. - El chico retrocedió hasta que chocó con una piedra y cayó hacia atrás pero sin perderme de vista. - Te voy a dar a elegir... O juego sin juguetes o juego usando algún juguete. - El chico no pronunciaba palabra alguna, solo temblaba y sudaba. - Escoge rápido o lo haré yo.... Y créeme no te gustará mi elección. - Muy despacio me agaché hasta ponerme encima de él mientras me relamia el labio inferior... - ¿Sabes...? Me lo he pensado mejor, no voy a jugar contigo. - pude ver algo de esperanzas hasta que el chico noto que no me movía. - oh vaya... ¿Has pensado que te ibas a librar? Que gracioso no, no te vas a librar más bien... - lamí su yugular notando como se ponía tenso a cada segundo. - vas a ser el primer aperitivo, pero tranquilo no serás el único, después irán tus amigos. - y tras esas últimas palabras clave con fuerza mis colmillos y después a presión el resto de los dientes, a los segundos me separe dejando al chico inerte, sin vida en los ojos, al contrario que los míos que estaban llenos de locura y mis oídos clamaban por más gritos, esas fueron cortos... Ahora sí que jugaría con los otros cuatro.
-No... Por favor... Déjanos marcharnos... - me limpie la sangre que manchaba mi labio inferior y parte de mi barbilla mientras unas pocas gotas cayeron al césped. - Por favor... - Sonreí tras esa súplica, la verdad no la estaba escuchando pero siempre era lo mismo.
-¿Cuál es tu nombre? - Dije de forma fría, la chica cruzó sus ojos con los míos, tentándome a jugar con su mente. La chica temía tanto que su garganta no le dejaba emitir ningún sonido. - Bueno no te preocupes... Lo voy a saber en breve... - Me metí en su mente, pero de forma superficial, al ser una información simple no había que rebuscar mucho.- Sarah, que buen nombre para mi juguete... Como no me has respondido a mi pregunta jugaré contigo primero.- Me senté en el cuerpo ya frío del otro chico sin perder mi sonrisa, todos estaban llorando menos el del cabello rojo, cosa que me hizo sonreír aún más... - Bueno Sarah... Vamos a jugar a las preguntas, pero solo yo preguntaré y tu responderás. - La chica negaba de forma lenta sin poder evitar llorar. -   Me vas a obedecer en todo, Sarah. - La chica seguía negando. - ¿No me crees? Pues te lo demostraré...- Mire en su mente y vi que estaba enamorada del de cabello rojo. Cosa que me hizo sonreír. - Sarah, golpea a tu amigo de cabello rojo, con esto. - levante un tronco que aún tenía ascuas y ella lo cogió sin dudar pero con sus ojos llenos de lágrimas...
-Por favor... No quiero hacerlo... ¡HAZ QUE PARE, HAZME PARAR!- Gritaba y gritaba mientras yo veía como se acercaba a su amado desde el cuerpo de su amigo.
La chica alzó el tronco y justo cuando iba a ser golpeado grito de nuevo. ¡POR FAVOR! - Volví a sonreír y me relamí el labio superior.
-Detente Sarah.- y así lo hizo a un centímetro de la ropa de ese chico, la chica respiraba de forma pesada mientras me miraba con terror. - Me encanta esa mirada, significa que ahora me obedecerás sin dudar... - Trago en seco y muy despacio dejo caer el troco. - por el momento te dejo descansar... - Me fije en algo faltaba una chica la que estaba en el árbol. - Oh vaya... Se me ha escapado un ratoncito. - Fui despacio siguiendo el rastro de sangre hasta que la encontré tirada en el suelo, no estaba muerta solo inconsciente. - No te voy a dejar morir sin jugar antes... - acto seguido clave mis colmillos pero sin succionar sangre solo para que sintiera el dolor. - No vuelvas a escaparte... O tus amigos no podrán verte morir. - la enganche del pelo y la arrastre hasta los demás. - Bueno... Como ella tiene algo de primas por morir... - No termine la frase solo arranque su cabeza de forma rápida haciendo que sangrar a como si fuera una fuente manchando mi ropa, los 3 que quedaban gritaron y la chica se abrazo a si misma mientras lloraba.
-Oh vaya... Disculpad, no estoy jugando bien... Bueno... Chico de la cueva te toca jugar a ti. - Este no se movía no decía nada.- ¿Crees que aguantarás 10 minutos? - Dije con burla pues yo ya sabía la respuesta a eso... - No, claro que no. Pero aún así jugaré contigo... ¡Oh, ya se! - Dije dando una palmada. - Juguemos a ver cuantos órganos te puedo sacar sin que mueras... - El color de su piel se esfumó mientras caía de rodillas.
-Sarah no mires. - le escuche susurrar al de cabello rojo.
-Oh, no, no, Sarah debes mirar, no te pierdas ni un segundo,- En ese mismo instante la chica levantó su rostro y miró directamente a donde yo me encontraba.
-Eres un sádico... - Es lo único que pudo articular el del cabello rojo.
-Si lo soy, pero es tan divertido... - Dije tentándolo quería que viniera hasta mi y la chica gritara su nombre. - Bueno para mi es divertido, para vosotros no tanto.
-pero serás...-Avanzo con paso firme pero cuando paso por el lado de su amiga, esta alzó el brazo. - Déjame pasar Sarah. - Ella negó con los ojos llenos de lágrimas.
-Será inútil, Ivan. - Sonreí como un Demonio y ellos se dieron cuenta. - No me digas que... - La chica no termino la frase, sudaba aún más si era posible.
-Que lista que es Sarah y que tonto es Iván... Ahora si que puedo jugar de verdad como quiero.-El chico me miró a los ojos y esa fue su perdición.- ¿Comenzamos a jugar? - Dije levantándome dejando a un inmóvil chico en el suelo.

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