¿Normalidad?

146 10 0
                                    

El día volvió a pasar y la noche regreso a cubrir el cielo no quería ir a clase pero si fallaba me quitarían la beca y no quería eso.
- Buenas noches,Shiro .- su voz era tan fría como siempre, es decir equivalente al hielo.- Hoy pareces menos asustada o al menos lo intentas aparentar.- Mi corazón latía con fuerza temía por mi vida pero no sabía el porque.
- Buenas noches, Shiki.- dije de la forma más tranquila que podía pues aún recordaba lo de la noche pasada.- Yo no le temo a nada ni a nadie.- cuando termine de hablar se puso delante de mí y levanto mi rostro con el dedo índice.
- Haber si lo repites, pero ahora mirándome a los ojos esta vez.- cuando su mirada se cruzó con la mía dejó mi mente en blanco, no tenía miedo sentía pavor por aquella mirada tan oscura.- Lo que suponía, por cierto...- dijo soltándome con suavidad.- He cumplido mi promesa, Cloe y Shue, están de vuelta.- Cuando lo dijo mis ojos se alegraron hasta que caí en algo.
- ¿Dónde esta Layla?- Pregunté con miedo pues lo vi sonreír con triunfo.
- Ya te lo dije: Layla no va a volver, es imposible.- finalizó de hablar y camino hacia el interior del centro.
Tocaba lengua y para mí buena suerte no me tocó con Shiki, me senté al lado de una de las chicas que se metían conmigo.- Ey, ¿Eres Cloe, verdad?- Ella asintió pero no me miraba ni decía una palabra- ¿Dónde esta Layla?- le pregunté vi como miraba hacia otro lado en concreto a su derecha en donde se encontraba Shiki, después volvió a mirar al frente, seguía sin decir ni pío solo escribía los apuntes y poco mas, quería ayudarla pero no podía sino decía ni media palabra.
La segunda hora se me hizo eterna tocaba Educación física y eso no me gusta en absoluto, más bien lo odio.- Parece que odias correr.- Esa voz de nuevo, parecía que me seguía pero la cruda realidad era que simplemente coincidíamos en las clases, para mí suerte el timbre sonó y yo me fui tan rápido como empezó a sonar el cambio de clase.- Vamos toca historia.- Dijo con sorna y burla.
- Si... Quiero hablar contigo después.- cuando termine de hablar cerré la puerta del vestuario y escuche como reía a pleno pulmón.
Llegué a la clase con algo de atraso y todos se me quedaron mirando a excepción de Cloe y Shue ellas agacharon la cabeza y parecían temblar.- siento mucho llegar tarde.- El maestro me hizo una señal con la cabeza para que tomara mi asiento.- Si, con permiso.- Pase por el lado de Cloe y parecía huir de mi mirada, tenía miedo de mí pero desconocía el porque.
- Que raro en ti, llegar tarde.- Shiki sonrió y separó mi silla para que me sentara.- Vamos, Siéntate, juraría que querías hablar conmigo.- lo mire con sorpresa y el sonrió.- Es la única razón por lo que estoy despierto, te lo aseguro.- se sentó bien y puso su libro en medio de la mesa.- Venga dime algo o pregúntame que sino me aburro y mucho.- Dijo con burla.
-¿Por qué me tienen miedo Cloe y Shue?- Al preguntar vi como sus labios se curvaron levemente.
- Igual es por qué temen y ya esta.- Dijo subiendo sus hombros.
- No, no es eso. Cada vez que he intentado hablar con Cloe ella se ha puesto a temblar y... Ella te ha mirado y ha vuelto a temblar.- Paso la página y se mantuvo callado por un largo rato.
- Mera coincidencia, nada más.- Dijo risueño, pero sus ojos seguían oscuros.- Que raro todo, ¿no?- dijo con un tono de niño bueno. El timbre sonó pero Shiki no se movió, y eso me sorprendió.
- con permiso, me toca física.- el seguía quieto y no dejaba de mirarme sin dejar de sonreír.
- No.- dijo seco pero sin perder la sonrisa.- tú ya has preguntado, ahora me toca a mí.- noté como mi piel se puso más pálida de lo normal y su sonrisa se ensanchó. -¿ Quieres saber nuestro secreto?- no estaba segura de la respuesta me quedé en blanco tenía miedo pero también tenía curiosidad.- Sientes curiosidad... Pero también miedo, eso es divertido.- dijo cuando se puso tras de mí en un susurro mientras me sujetaba de los hombros notaba su presión y con ello una gota de sudor frío.- Sigo esperando tu respuesta, piensa que igual así descubres que le ha sucedido a Layla.- No lo veía pero sabía que estaba riendo.- pero también tendrás más miedo del que ya tienes... Cosa que no me molestaría.- sentenció por fin liberándome de su agarre, para ponerse después delante de mi mesa yo tenía la mirada fija en sus ojos no podía separar mis ojos de él. -    ¿Y bien?- En su mirada pude encontrar diversión e incluso un toque de locura, claro que lo quería saber pero temía demasiado, trague en seco quería ir a clase pero el no me dejaría ir tan rápido.
- De acuerdo, dímelo.- lo dije tan convencida como pude, sonrió por enésima vez en esa noche y quito sus manos de encima de mi mesa para acercarse a la puerta.- Espera, ¿No me ibas a contar el secreto?- fui bajando el tono de voz pues se fue dejándome atrás, corrí tras el pero lo vi entrando a su clase y yo me fui a la mía con enfado, pues había caído en su juego.
Las clases finalizaron y yo seguía cabreada conmigo misma me dirigía con paso firme hasta que vi a Shiki apoyado en la puerta mirando hacia el cúmulo de gente que salía y entre ellos yo me encontraba me recorrió un escalofrío cuando su mirada se cruzó con la mía y sonrió.- Por fin sales, eres muy lenta.- cuando lo dijo solo lo pude mirar con furia. - Tranquila fiera, te dije que te contaría pero no cuando ni dónde.- Sonrió y sujeto mi mano con fuerza comenzando a caminar obligándome a mi ha emprender camino tras el.- Venga vamos, tengo varias sorpresas para ti.- siguió acelerando el paso y por poco me tropiezo.
Cuando llegamos a nuestro destino no pude evitar temblar, estábamos de nuevo en su hogar.- venga no seas tímida, que ya has venido. Pasa. - ordenó mientras seguía andando y abriendo la puerta.- Toma asiento... esto va a ser divertido.

juegos Sádicos {FINALIZADO} 😁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora