Capitulo 21: Cita en el lago P2

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NARRA KRIST.

Había pasado un mes desde que P'Appel había dicho que iba a tener bebes, y todo era muy extraño, P'Singto actuaba como si de verdad fuésemos una familia, pero la realidad era otro, sabía demasiado bien que dentro de cuatro meses finalizaría el contrato y tanto Nin como yo tendríamos que volver a nuestra realidad, y con el embarazo no sabría que aria para poder mantenernos solo esperaba poder desaparecer y que nunca mas nos encontrara Saimon, solo de pensar en su nombre, mis ganas de vomitar aumentaban. 

-Kit, tienes que comer algo, ¿no tienes hambre?

-Yo solo negué, mientras mi querido amigo Gun se sentaba a mi lado. El sin esperarlo había llegado dos días después de la noticia de los bebes, al igual que los amigos de P'Singto, no entendía nada y Gun tampoco sabía porque no podían haber venido el resto de chicos cuando los amigo de P'Singto habían ido todos.  

-Por lo que he escuchado esta mañana, Phi Appel ha dicho que tus hormonas están alborotadas. 

Yo desvié la cabeza hacía el jardin donde Nin jugaba, sabía que me estaba haciendo completamente rojo, era verdad que últimamente cuando Phi Singto estaba cerca me acaloraba y no entendía muy bien, y ahora P'Appel llegaba diciendo que tenía las hormonas alborotadas, que era normal que tuviese ganas de llorar o que me riese de la nada, que notase tristeza, decía que todo eso lo provocaban los bebes, pero que estaba todo bien. 

-Yo.. yo solo... no se que le pasa a mi cuerpo... Dije sin verle. 

-Krist es normal, estas embarazado, al principio de tu matrimonio P'Singto no me llego a caer bien ya que vi como te trato aquel día en la universidad, pero al verlo durante este mes,  es una persona completamente distinta, solo tiene ojos para ti y Nin, y siempre esta observando si no cierra la puerta del despacho. 

-Eso es por mi culpa, el otro día cuando entro con P'Appel, no se porque reaccione de esa manera, solo pude ir y abrir la puerta mientras lloraba y le decía que era una mala persona. No se porque lo hice, entonces P'Singto dijo que no volvería a cerrar la puerta para que lo viese todo y que no pensase cosas que nunca pasarían. 


Y antes de poder continuar hablando Nin entro y rápidamente paso su manita por mi vientre, había empezado hacerlo de forma constante cada vez que estaba cerca mía, tocaba mi vientre y sonreía. Lo que hacía que por inercia lo hiciese yo tan bien. 


Esa tarde Gun se encargo de Nin mientras yo me encontraba en la habitación, últimamente era el lugar que mas frecuentaba ya que mis horas de sueño habían aumentado en consideración. 

Durante la cena Singto hablo sobre el viaje a china que tenía que hacer, y cada vez que mencionaba que iba a marcharse, mi cuerpo se tensaba.

-Como viajare dentro de dos días P'Jon y yo hemos pensado que mejor nos damos dos días libres. 

Eso hizo que Nin gritase biennnn, ya que cuando P'Singto no tenía trabajo siempre jugaba con ella. Al decir que estaba libre, yo tan bien me sentía emocionado a la par de que empezaba a notar como un rubor se formaba en mi cara. 

Tras cenar, Gun se fue a su habitación aunque no dejaba de insistir en que era mejor que yo fuese a la habitacion y el se encargaba de Nin, pero no podía el baño y acostarla era lo que mas disfrutaba, y sabia que Nin tan bien quería que fuese yo quien la bañara y jugase con ella en la bañera, mientras preparaba tal, P'Singto llego al baño con nosotros. 

-Hora del baño. Dijo mientras acariciaba mi espalda. Lo que hizo que mi bello se erizara. 

-Siii. Durante medía hora Nin no dejo de chapotear y tirarnos agua, había agua por toda la habitacion y tanto Phi como yo no podíamos dejar de reír, gracias al marido de Phi Appel Nin había progresado mucho, su movilidad era mas ampla y a la par de su flexibilidad, verla como se movía era la mejor sensación del mundo ya que indicaba que estaba sana y que poco a poco olvidaría todo lo relacionado con el accidente, podría borrar todo lo que ocurrió aquel día, las pesadillas ya no eran constantes, los gritos nocturnos ya no existían, cuando tenía una pesadilla, llegaba a la habitacion y se acostaba acurrucada a mi lado, su sonrisa era mayoritaria, dentro de mi cada vez me sentía mejor al saber que Nin podría olvidar lo ocurrido y tener una vida sana. Solo faltaba poder empezar en un lugar nuevo. 

HASTA QUE EL CONTRATO NOS SEPARE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora