-No te vayas por mucho tiempo, no me quiero quedar solo- hablo Jimin cuando Jungkook ya estaba tomando sus cosas para irse a casa, si por el fuera, se quedaría toda la noche viendo como el bonito ojo de Jimin brillaba.
Jungkook sonrió y mandó un pequeño guiño, con cuidado fue navegando en su pequeño botecito hacia la orilla del otro lado. Ya habían pasado varios días desde que encontró a Jimin casi muerto, y podía decir con alegría que ya se veía un poco mejor de salud, sus heridas ya habían empezado a cerrar y en donde antaño hubo un lindo ojo azul, quedó marcado por una cruz. Lo que ahora le preocupaba es que hace mucho que no había estado pescando como debería, por estar todo el día tonteando con Jimin, el día se la pasaba como si fuera agua entre sus dedos, no tenía suficiente tiempo para pescar y para estar con el pequeño tritón. Su hermana le había estado pidiendo un poco de dinero para no desatender la casa, y para poder comprar los materiales de su escuela,Jungkook con los bolsillos medio vacíos le daba lo que tenía, pero al parecer no era suficiente.
Cuando llegó a su casa,nadie lo recibió para descalzarse, se le hizo raro porque su hermana siempre llegaba a recibirlo, pero esta vez la casa no tenía ningún olor a comida, no estaba prendida la luz del cuarto que los dos compartían. Su corazón y cabeza no le habían estado dando problemas de ansiedad desde que llegó Jimin a su vida, pero en el mismo momento en el que asomó la cabeza y vio a su hermana en el suelo, inconsciente, de repente un montón de temblores regresaron y su respiración comenzó a agitarse. Rápidamente la levantó del suelo y salió corriendo despavorido hacia la oficina del doctor que quedaba aproximadamente a una hora de donde él estaba, no le importo nada, por que a cada paso que daba, ojos brillantes lo veían y comenzaban a reírse al mismo tiempo que corrían persiguiéndolo. Jungkook aterrado por su hermana y por sus demonios, llego en menos de media hora a la puerta de la oficina, la cual ya estaba cerrada a esas horas de la noche; con gritos desesperados, intento que alguien tuviera compasión y le abriera, con el cuerpo más que frenético y lleno de ansiedad, golpeo, pateo e inclusive pensó en derribar la puerta, pero al cabo de unos minutos el doctor Kim Seokjin, rojo del coraje los dejo pasar a ambos.
-¿Qué carajos le pasa por la maldita cabeza Jeon Jungkook? -hablo Seokjin, mientras se ponía la bata y le quitaba a la niña de sus brazos, mientras la dejaba en una cama. Con las manos cuidadosas, empezó a revisar a su hermana, le tomaba la temperatura, le hacía algo por aquí y por allá y al final lo que dijo fue -esta resfriada, tal vez no ha estado comiendo bien o cuidándose como debe y todo eso junto con la fiebre hizo que se desmayara, pero se pondrá bien.
Jungkook no respondió, salió con pasos apresurados a la calle, y se derrumbó. Estaba teniendo un ataque de ansiedad y lo único que podía hacer era tratar de abrazarse a sí mismo mientras se balanceaba de un lado a otro, estaba aterrado hasta los huesos y su cabeza no podía dejar de pensar en lo mal que había hecho en descuidar a la persona más importante de su vida, por alguien o "algo" que seguramente quería comérselo. El tiempo pasó y sintió la mano de Seokjin dándole mimos en la espalda.
A la mañana siguiente el doctor los llevó a casa, su hermana ya había despertado y estaba escondida entre su barriga.
Ese día Jungkook no fue a la playa, ni tampoco al siguiente.
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undine ; KOOKMIN
FanfictionDonde Jungkook es un pescador con problemas de ansiedad y Jimin es un pequeño príncipe tritón muy gruñón que se atoro en una red de pesca. ¿Era posible que aquellos seres tan despiadados según los cuentos fueran tan lindos como Jimin lo era?