¡Cómo ha pasado el tiempo!

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Al llegar el año de 1991 todos los niños crecieron, estaban en una etapa difícil pues se encontraban en la adolescencia.

Un día, el hermano de Catalina, Bruno, llegó con una chica, él era menor que Catalina por un año.

La llevó a su casa, la presentó a sus padres.

— Papá, mamá, ella es Regina, mi novia.

Los padres muy sorprendidos dijeron:

— Hola señorita, ¿Cuál es su nombre completo?

— Hola señor, hola señora, y mi nombre completo es Regina Bustamante Rivera.

Los padres no dijeron nada, se sentaron a comer, convivieron un rato con su hijo y nuera. Después Bruno llevó a Regina a su casa.

Los padres no le dijeron nada hasta que Catalina recordó una foto que vio en la casa de sus tíos Sara y Santiago, aunque no eran sus tíos los hijos de José y Lucía les decían así y viceversa.

La foto era del año en que su padre y tíos iban a la preparatoria; en la foto estaban Sara, Santiago, Viridiana, Catalina, José y Alberto. Por lo que ella dijo:

— Madre, padre, la novia de mi hermano se me hizo conocida. Se parece a alguien que vi en una foto.

— ¿Segura? ¿A quién?— dijo Lucía.

— No lo creo hija, ¿De qué foto hablas?— dijo José.

— Pues hablo de una foto que vi en la casa de mis tíos, los papás de los "Bibis".

— Tienen muchas fotos, ¿Cuál de todas?— dijeron los papás.

— Pues una en la época de cuando iban en la preparatoria, allí en la foto estaban mi tía Catalina, mi tía Sara, mi tío Santiago, mi tía Viridiana y un señor, no recuerdo su nombre.

— Yo tampoco lo recuerdo (aunque sí lo recordaba), bueno, ya vete a dormir, mañana tienes  que ir a la escuela— dijo el padre.

Al otro día, después de llevar a sus hijos a a la escuela, fueron a casa de Sara y Santiago.

— Tenemos que hablar.

— Claro, ¿Qué pasa? ¿Por qué tan nerviosos?

Se sentaron y comenzaron a platicar. Lucía dijo:

— Todo comenzó cuando Bruno llevó a su novia a la casa.

Sara y Santiago dijeron sorprendidos:

— ¿Ya tiene novia?— y José respondió que sí. Lucía siguió contándoles.

— Sí, se llama Regina, pero nosotros no habíamos tenido la visión que tuvo Catalina.

— Santiago, puedes traer la foto que nos tomamos en la preparatoria.

— Claro amigo, voy por ella.
Santiago fue por la foto, regresó y se la entregó a José.

— Es cierto— dijeron José y Lucía sorprendidos.

— ¿Qué? ¿Qué es cierto?— preguntaron Santiago y Sara.

— Regina se parece a Alberto.

𝐋𝐚 𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐚 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora