El secuestro de Sara

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Ya era verano del siguiente año, era 1992, un año como cualquier otro. Los mensajes raros habían parado...

Un día después de hacer las compras, Sara y Lucía fueron al centro comercial a tomar un café.  Saliendo del lugar, una camioneta, llegó y les cerró el paso; las dos se sorprendieron y al tratar de huir un hombre les llegó por atrás y las durmió con una sustancia...

Las subió a la camioneta, a Lucía la bajó en la puerta de su casa con todo y sus compras, pero a Sara, no.

Cuando José llegó a casa vio a su mujer tirada afuera de la casa y le dijo:

— Lucí, mi amor, ¿qué haces aquí?

— ¿Cómo llegué aquí amor?

— ¿Cómo? ¿No sabes cómo llegaste?

— No, después de la camioneta no recuerdo nada. ¡Sara! ¡¿Dónde está Sara?!

— ¿Cuál camioneta? ¿De qué me hablas? ¿Dónde está Sara? Vamos a adentro, allá me cuentas todo— entraron a la casa y Lucía le dijo todo a José.

— Pues, después de hacer las compras, fuimos a tomar un café al centro comercial y saliendo de ahí, Sara y yo fuimos sorprendidas por una camioneta, cuando intentamos huir un hombre nos llegó por atrás, después, perdí el conocimiento y ya no supe más...

— Tenemos que decirle a Santiago.

José le llamó a Santiago y me contó todo.

𝐋𝐚 𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐚 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora