La búsqueda de Sara

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Todos comenzaron a buscarla desenfrenadamente. Pero no había ningún rastro de ello.

Mientras tanto, Sara estaba en la misma bodega donde habían tenido sucuestradas y habían sido asesinadas, sus mejores amigas, Viridiana y Catalina.

— ¿Quién eres y qué quieres de mí?

— No quiero nada, a no, claro que quiero algo... Quiero que dejes al imbécil de tu marido.

— Tu voz, esa voz yo la conozco. ¡No puede ser! ¡¿Alberto?!

— Vaya, vaya, hasta que me reconoce la princesa— dijo mientras le acariciaba el rostro.

— ¡Suéltame! Y no me llames "princesa" porque no soy nada tuyo.

De repente, Sara comenzó a vomitar, Alberto no sabía qué hacer y se fue. Parecía que ella sí sabía qué era lo que tenía...

𝐋𝐚 𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐚 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora