Capitulo 10

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Regresé a casa a punto de las 12 de la madrugada, claro, ellos no estarían allí. Mi abuela estaba sentada en el sillón esperando mi llegada tal vez. Cuando cerré la puerta ella se volteó para que nuestras miradas se encontraran. Su mirada, llena de sabiduría, felicidad en su pasado y que ahora al verme se demostraba la descepción, talvez en mis actos contra mis padres, por solo su mirada me hacía sentir mal, les pediría perdón cuando pueda tragarme bien mi orgullo.

Mi abuela rompió nuestro silencio.

-Tus padres se quedarán dos meses y se irán.- me dijo bajando la mirada, podía notarlo incluso sin mirarlo. Ella quería llorar.

Ahora me siento fatal. Hacer llorar a mi abuela me hace sentir fatal. Mi corazón se estruja y se revuelve en mi pecho, justo como si me darán una puñalada. Mi estomago se encogió y mis pulmones hicieron lo mismo. Además de la tristeza que me hace ver a mi abuela llorar me estaba quedando sin aire. Fui al baño en zancadas lentas y tomé el inhalador. Volví a salir de la casa.

.........

Dos horas caminando a ninguna parte para solo pensar. ¿Debería sentirme mal y pedir perdón a mis padres? No lo se. Pensar en eso y en las probabilidades de que alguien me secuestre o asalte a estas horas de la madrugada son inmensas, tanto que me hace reír de los nervios. Pensar en algo que me distraiga de estos pensamientos...

Música.

Fue mi primer pensamiento. Tomé los audifonos y mi celular y puse el reproductor en aleatorio. La primera canción que sonó fue la de Criminal de Disturbed. Genial, ahora me sentiré de peor forma. Me arrepiento de tomar la música y vuelvo a caminar en silencio hasta un pequeño parque de niños a lo lejos con mis ojos posados en los columpios. Sip, tengo dieciséis y me suguen gustando los columpios, ¿algún prolema? Seguía caminando y paré para ver bien que era la persona que me había ganado en los columpios, se movía en realidad muy poco, sus delgadas piernas apenas y podían meserse y su alborotado cabello largo y rubio apenas podía esconderse bajo un gorro de invierno en forma de panda, su enorme chaqueta y la mucha ropa que tenía puesta la hacía parecer ancha, creo que es obvio quien es. Me acerqué y me senté en el columpio de al lado y tomé su hombro.

-Creo que no soy el único que quiere estar solo.- Comenté y ella solo quedó en silencio.

Pasaron unos minutos para que ella me respondiera.

-No quiero estar sola...- Me dijo algo deprimida.

No sabía que hacer. Claro, me quedo a su lado pero, ¿qué podría hacer? ¿Qué le a pasado? De pequeño me ponía muy feliz que mi abuela empujara mi columpio mientras yo disfrutaba la brisa y reía por el buen recuerdo, ¿funcionaría con ella?

Me levanté del columpio y me puse detrás de ella, me miró algo confundida y yo empujé su espalda y el columpió se movió, me miró y me sonrió es claro que está funcionando. Seguí empujando, dejando que las acciones hablaran antes que las palabras, ella reía y cerraba los ojos cada vez que iba arriba y yo sonreía, pareciera que en ese momento los problemas de los dos hubieran desaparecido de repente, entre las risas, la brisa del columpio, la fría noche de Septiembre, justo ese momento parecía perfecto para los dos.

Un momento en que nos detuvimos y ella miraba melancólica hacia las estrellas me comentó.

-¿Sabes?- miré hacia ella. -De pequeña solía pensar que cuando morías al final de tu camino te mirabas montado en un columpio, tratando de meserte con todo lo que has hecho en tu vida, si has sido muchas cosas buenas es la fuerza que puedes poner para balancearte hacía arriba y llegar al cielo, pero si has hecho muchas cosas malas no tendrás fuerza para ir arriba entonces te quedarás ahí para siempre. Desde que empecé a pensarlo me dije a mi misma que sería una buena persona, para ir muy arriba y alcanzar el paraíso por mi misma, por todo lo bueno que e hecho, supongo que lo e olvidado...- siguió mirando a las estrellas, estas estaban reflejadas bellamente en sus ojos, haciendolos brillar de una manera hermosa.

No pienso olvidar esta parte desconocida de ella...

Volvimos a los columpios, seguimos y seguimos, dejamos las horas pasar hasta que vimos el sol asomandose levemente y recordar que no era fin de semana, cargué a Mónica y fui corriendo con ella arriba lo más rápido que podía -claro que no era nada rápido-. La llevé a su casa y después corrí a la casa de mi abuela a prepararme, fui por mi hermana y luego por Mónica -Habíamos quedado en que la recogería para la escuela.-

-¿Ahora tienes novia?- Me pregunta mi hermana de repente.

-¿Estas loca? Es solo una amiga.- Fue mi respuesta brusca hacia ella.

Ella me miró raro y seguimos caminando a casa de Mónica.

.......

Llegamos después de unos minutos y tardaron en abrir, la madre de Mónica abrió y nos dejó entrar dandonos la bienvenida, se escuchaban gritos de Mónica diciendonos que esperaramos y unos golpes y en respuesta de estos, gritos. Ella salió de su habitación con su gorrito de panda, una blusa con el simbolo de Batman, una chaqueta gruesa, pantalones y unas zapatillas sucias.

-Perdón, por el escandalo, ¿nos vamos?- me dijo y salimos de su casa.

A poco minutos de empezar a caminar Mónica y mi hermana ya parecían conocerse desde años, iban las dos tomadas de la mano -o algo así, mi hermana tenía la mano agarrada al manojo de la muleta donde también estaba posada la mano de Mónica- Mi hermana tenía un brillo encantador en sus hermosos ojos azules al hablar con Mónica y ella respondía con una simpática sonrisa.

-Y mis padres llegaron a la casa, pero a Chris no le agradan mis padres entonces empezaron a gritar y Chris dijo palabrotas y se fue.- Oigo en un momento que vuelvo a la realidad un comentario de Fanny.

Le fulminé con la mirada y ella miró hacia abajo algo triste.

-No, no fue su culpa, es una niña no pasa nada.-Mónica le acaricia la cabeza y me mira.

Solo me quedé en silencio y seguimos el camino, no podía creer que Stephany haya hablado de eso a Mónica, pensé que si tenía un maldito cerebro. Pero al parecer no...

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Hola!:3 Puse una foto de Stephany xD había olvidado poner una foto de ella :'D mi brillante memoria, bueno, adiós:')

Mónica...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora