Primero que todo ayudé a Fanny a bajar el gato del árbol -lo cual solo tomó 5 segundos si acercaba mi cara para que la rasguñara- y a poner curitas en las partes rasguñadas de mi cara. Tengo qe recordarme ir a comprar más curitas ya que me las acabé todas.
Fui corriendo por la calle para averiguar donde se había ido Mónica, no quiero ofenderla pero con las muletas no creo que haya ido demasiado lejos, lo cual era cierto. Ella estaba sentada frente a la ventana de una tienda esuchando música, tomando una malteada de chocolate y comiendo palomitas con ¿Salsa? Que convinación tan extraña... Entré, tomé un popote y me senté a su lado poniendo el popote en la malteada y tomando un sorbo. Me volteo a ver un segundo y volvió a sus palomitas, ignorandome.
-Escucha, lo siento.- dijimos los dos al unisono y volteandonos a ver, ella sonrió y yo seguí la sonrisa hasta que empezamos a reirnos.
-¡Embrujado!- golpeó mi hombro. -Me debes otra malteada- volteo a otro lado mirándose las uñas las cuales estaban pintadas de un color rosa claro y sacudiendo lacabeza levemente probablemente por la música que escuchaba.
-Vaya que me amas- dije sobando mi hombro. -¿Qué escuchas? ¿One Direction? ¿Justin Bieber? ¿O reggae?- Le quité un audifono y me lo puse para escuchar la música, Dios mio... era mi canción favorita de mi banda favorita... -Dios mio ¡Mónica, casate conmigo!- Me voltee hacia ella y tomé sus manos, un ligero sonrojo floreció de sus mejillas.
-¿¡Pero que?!- me miró raro y yo volví a mi centro. Entiendo que haya perdido un poco el contro pero no debí hacer tal ridiculés.
- Lo siento, hablo que esta es mi banda favorita y jamás en la vida e conocido a alguien que también le guste, es una locura.- dije y ella se rió leve.
-Ah, yo tengo una amiga que le gusta la misma música- respondió.
-Entonces como tú no aceptaste la oferta puedo pedirle a tu amiga que se case conmigo.- susurré, lo suficientemente alto para que ella escuchara.
-¿¡Qué?!- me dio un golpe en la cara con su mano abierta y yo me sobé. Tenía lo del gato ahora para que ella me golpeara, ya era mucho sufrir.
-¿Qué te pasa? Era broma. Histérica...- Voltee a otro lado y escuché el suspiro de indignación que surgió de su boca.
-¡Yo!...-se dio cuenta que estabamos en un lugar público. -Yo no soy histérica.- dijo en una voz más baja.
-Entonces, ¿celosa?- Dije con cara de seriedad pero la risa casi saliendo de mi boca. y miró más indignada.
-No- cruzó sus brazos e hizo puchero.
Me estaba muriendo de risa por dentro con su cara, sus labios perfectamente rosados y esos ojos tan inocentes y brillantes, esas marcas que se hacían en su frente cuando fruncía el ceño, adoro cuando ella se enoja y más cuando yo la hago enojar ocasionalmente.
-Aceptalo, me amas y no lo aceptas.- Dije en broma y un sonrojo salió de sus mejillas dejándonos a los dos en silencio e incómodos. Cambia de tema, cambia de tema antes de que se ponga más incómodo. Tomé una de sus palomitas con salsa y me la comí. Espera... esto no es salsa. -¿Castup? ¿En serio?-
-Tan en serio como que tú eres un cobarde que le teme a los gatos.- Dijo burlándose de mi.
-Al menos no soy la umpa lumpa de las palomitas con catsup-
Buena esa, Christian.
Me dije a mi mismo, burlarse de la estatura de una chica umpa lumpa nunca falta
Vi como su rostro se tornó rojo de la furia y me pellizcó la pierna.
-¡AY! ¡ESO DOLIÓ!- Exclamé y me di cuenta demasiado tarde que estabamos en un lugar público.
-¡NUNCA! ¡JAMÁS! ¡TE BURLES DE MI PERFECTA ALTURA DE 1.55 METROS, IDIOTA!- Salió de la tienda llevándose sus palomitas, sabía que era uno de los juegos de chicas de "Me voy, persigueme o no te perdonaré jamás" así que quise jugar con ella. Compré la malteada que le debia y fui tras ella.
-¡Mónica! - Dije, alcanzándola a casi un metro de distancia. -Perdón, eres perfecta. ¿Sabes?- Ella no tenía el tipo de caminata de broma, por lo que empecé a tomar esto en serio. -No se que decirte, en serio estas enojada?- Me siguió sin contestar. Estabamos caminando en medio de una calle y estaba algo abultada, una de sus muletas se atrapó en el asfalto y ella cayó y corrí a atenderla. -¿Estas bien?-
Cuando la voltee la ayudarla alevantarse, su nariz estaba roja.
Sus mejillas rosadas.
Sus ojos irritados.
¿Acaso estaba llorando?
-Estoy bien. -Soltó un sollozo y mordió sus labios mirando a otra parte para evitar mi mirada. Sentí que una navaja me dio justo en el pecho, en el corazón y un puño me golpeó en el estomago.
Verla así me ocasionaba algo, no era lastima, jamás sería eso, era algo más, algo que no puedo explicar. Que ella haya dicho que estaba bien cuando se notaba obviamente que no lo estaba me preocupaba, ya no veía esos bellos ojos inocentes sino unos ojos que gritaban desesperadamente "¡Ayuda!" unos ojos que recordaban todas las noches en que solo su almohada la escuchaba llorar, las veces en que ella estaba completamente rota y nadie estaba a su lado, las veces que me a sonreído a mi o a otra persona, sonrisas falsas, lo más triste en una persona tan bella, sus ojos exclamaban que no tenían a nadie que los haya secado, no un hermano, padre, familiar, amigo, solo la música. Ella necesitaba luz en sus ojos y no dudaba en entregárselo nuevamente.
-Que mentira más grande...- Fue lo único que dije, la cargué como princesa, llevando sus muletas también. ¿Cuanto pesa? ¿50 kilos? Es muy liviana.
-Christian, no necesitas hacer esto, puedo caminar yo sola.- Me dijo poniendo sus brazos alrededor de mi cuello, con la voz un poco quebrada.
-Chris. Somos amigos ¿Bien?- Le sonreí y ella se sonrojó un poco.
Ella escondió su cara en mi pecho y sentí más lágrimas caer en mi camisa. Quisiera preguntar que había pasado pero no creía que era el momento, creo que ella ya está suficientemente rota para hacerla más polvo, es lo ultimo que quiero, que esos ojos azules tengan más sufrimiento en ellos.
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Holi!!!;3
Le puse mucha tristeza, realidad y felicidad a este capitulo.
Total...
ESTE CAPITULO ES BIPOLAR!!!:D
Aiuuush!:3
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Mónica...
RomanceChristian Tisdale es un chico con poco interés en tener amigos. Pero algo que no esperaba era encontrar lo que él no buscaba y pretendía alejar. Una chica que a hecho de su vida una más brillante. Pero una enfermedad es lo que les separa de ser com...