Capitulo 16

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~Narra Chris~

Mónica pareció nerviosa todo el día, su madre ofreció en llevarnos en auto y todo el camino he estado mirándolas a las dos para encontrar un parecido pero era muy poco, solo te dabas cuenta de que se parecían si las mirabas muy fijamente.

Llegamos al edificio del hospital y ayudé a Mónica a pararse en las muletas, tan pronto y se apoyó en ellas, tembló un poco y cayó sobre el pavimento.

-¿Estas bien? -le ayudé a levantarse y le volví a poner en sus muletas.

-Sí, gracias. -empezó a caminar y entramos en el edificio, nos dirigimos al elevador y su madre eligió el quinto piso.

-¿Estas nerviosa, cariño? -habló su madre.

-No, será como siempre, todo estará bien. -Mónica le sonrió a su madre y ella le devolvió la sonrisa, ¿en verdad su madre le creyó?

Llegamos al piso, caminamos hasta la recepcionista y le dijo a Mónica que entrara en la habitación B16, que era el lugar donde se encontraba su doctor.

Ella entró, antes tomándole las manos a su madre y ella me abrazó susurrando en mi oído.

"Tranquilo, voy a estar bien."

Incluso aunque ya hayan pasado diez minutos desde que dijo eso, aún así me preocupa. Su madre y yo nos habíamos sentado.

-Esa niña... es mi vida entera. -me comentó su madre. Tal vez tratando de hacer un tema de conversación, voltee hacia ella la silla y le puse atención. -La admiro demasiado. -por un momento se le cortó la voz. Y siguió hablando, parecía más hablando para si misma que hablando conmigo.

<<Cuando le diagnosticaron la enfermedad, yo fui la única que se deprimió, ella me consolaba. "Mamá, voy a estar bien", "mamá si sonríes todo estará mejor", "Mamá ¿por qué lloras?", "Mamá lo vamos a lograr juntas no estés triste". Cada una de esas frases me las repetía cada mañana. Lo único que me preguntaba era, ¿cómo es que ella no sufre? Mi respuesta instantánea fue que era una niña y seguí deprimida, tanto que tuve que ir a un centro psiquiátrico, pero no tenía a nadie con quién dejar a Mónica así que le ofrecieron asilo ahí, pero teníamos que estar separadas. Durante los tiempos en que me infiltraba y la veía, le veía jugar con una niña. Lo que se me hizo raro es que ella no estaba ahí con el mismo propósito que Mónica, la niña sufría de bipolaridad y sus padres la dejaron ahí durante dos años. Veía también que la niña tenía sus ataques y mordía, golpeaba o arañaba a Mónica, Mónica le suplicaba a los médicos que fue su culpa y que no le hicieran daño a la niña. Se habían vuelto mejores amigas en dos semanas que estuve ahí. Cuando salimos ella me suplicaba que sacáramos a la niña de ahí o que la llevara a verla, solo logré llevarla a que le viera por unos meses hasta que conocimos a sus padres, logré converserlos de sacarla. Lo hicieron, pero los médicos le dieron medicamentos muy fuertes a la niña, era una niña de siete años, Chris. Ella no tenía la culpa de nada. Como te lo has de imaginar, claro que las medicinas le hicieron daño, se volvió adicta y cayó en el hospital, Mónica no se separó de ella en ningún momento, ni lo ha hecho. ¿Puedes adivinar de quién estoy hablando ahora?>>

¿Denise? ¿Sería ella?

-¿Denise? -le pregunté. La mujer asintió, Mónica ha sido mejor amiga de Denise durante... Nueve años, y tienen una historia de película.

-Mónica es admiradora de lo especial, de lo extraordinario, de lo raro, vamos a decir. -Comenzó de nuevo la mujer. Yo le puse atención.

<<¿Sabes de Zeke? Por más seguro es que ya lo hayas conocido, pues pasa casi todo el tiempo con Denise. Ellos dos son como hermanos. Me reí tanto el día en que conocimos a Zeke. >>

Mónica...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora