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"Cinco años, veinte años
Regresa siempre seremos los mismos"- Brother, Kodaline.
Sophia miraba su uniforme y trataba de no hacer una rabieta, parecía una niña solo le faltaban un par de coletas para completar su estilo aun así sabe que no puede hacer un gran cambio a su aspecto, no al menos luego de leer el extenso reglamento, así que decide bajar al primer piso donde su abuela la espera en la mesa para desayunar.
Aquella semana había sido tranquila, tomo algo del sol, había ido de compras con su abuela e incluso un par de veces quedo a ver películas con Noah mientras su abuela y Michele hablaban. No había sido toda una pesadilla como lo creía.
- Buenos días, cariño- saluda su abuela viéndola- te vez hermosa con ese uniforme
- Buenos días abue- sonrie besando su mejilla
- ¿Lista para tu primer día?
- Como no tienes idea- sonrie sirviéndose un poco de agua en una taza para beber un té
- Anoche supe que te iras con Michelle y Noah, me siento un poco decepcionada de no ser tu primera opción- sonrie la mujer
- Si se los pedí el otro día ¿Te importa?
- No cariño solo bromeaba- sonrie la mujer- come algo, no puedes estar tantas horas con el estómago vacío.
Sophia asiente comiendo una tostada con mermelada mientras toma asiento en su lado de la mesa, ve una revista Forbes donde su padre está en la portada, al parecer había ganado otro título como el multimillonario del año.
- ¿Sabes que Michele esta fuera de tu alcance verdad? - dice su abuela llamando su atención
La chica solo eleva una ceja viéndola. No esperaba tener esa conversación, no al menos tan pronto.
- Él tiene gustos por mujeres más experimentadas, solo entablo una relación contigo porque Noah te habla y él no es comunicativo con nadie... le preocupa su hijo eso es todo. No le atraes de ninguna forma.
- ¿Por qué me dices esto? - dice ella viéndola
- No quiero que salgas herida cuando él no te corresponda, soy una mujer mayor pero no idiota, se cómo lo miras... a veces el primer amor no es correspondido cariño
- ¿Qué tan solitaria crees que estoy para enamorarme de un hombre que apenas conozco? - dice ella viéndola, poniéndose de pie
- Sophia no quise
- No soy mi madre o padre que necesitan sentirse amados- responde ella con la mandíbula tensa
