Capitulo 11

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Mikoto— naruto-kun?...— la uchiha mayor preguntó genuinamente preocupada.

La matriarca uchiha dejo a su esposo para que procesará todo, se levantó de su lugar y corrió por toda la habitación en busca de su rubio hijo, su mente aún no procesaba por completo la información que el rubio le otorgó. El sonido de pasos apresurados rebotó en el lugar. Dejo pasar esos pensamientos para centrarse en lo único que en ese momento le preocupaba.

Mikoto— ¡naruto! ¡Naruto!— grito, el sonido de su voz resonó en todas las paredes.

Nada. Continuó su camino con un paso rápido, maldijo que el lugar fuera tan Grande, salió después de un par de minutos de correr y correr. El patio se asomó en su vista. Un suspiro de alivio se escapó de sus labios.

La recibió La conocida cabellera rubia del psíquico. Naruto estaba golpeando un árbol repetidamente.

Mikoto— ¿que mierda..?— jadeó cuando el rubio partió a la mitad el tronco de dos golpes.

Sus gruñidos molestos le inundaron los oídos acompañados de furiosos golpes cuando naruto cambió de árbol para golpear, su cabello estaba levantado ondeando rápidamente, sus ojos eran rojos y su labio estaba sangrando.

Mikoto se tapó la boca sorprendida, unas cuantas lágrimas resbalaron de su ojo izquierdo pasando por su mejilla, nunca espero ver al carismático, tranquilo y pacifico de su hijo estuviera destruyendo su patio trasero, sus manos sangrando y varios troncos partidos a su alrededor, notó como ráfagas de aire se acumulaban a su alrededor las pequeñas piedras que estaban sueltas se levantaban y rozaban su piel dándole pequeños cortes en el cuerpo. Aún con todo esto, naruto mantenía su mirada rabiosa y sus dientes apretados.

Nunca había visto al rubio así, ni siquiera cuando lo golpeaban, era algo más.
Mikoto suspiro triste, su mirada se apagó.

Mikoto— mangekyo sharingan-  susurró, sus ojos antes negros se volvieron rojos con un patron negro.

Se acercó hacia el chico, no importándole que las piedras le rozaran la piel, lastimándola. El aire le dificultó El Paso, era como un pequeño tornado que quería arrasar con todo a su paso, desde donde estaba, mikoto podía sentir la furia y arrepentimiento de naruto.  Se quedó maravillada, su mangekyo sharingan hacía posible distinguir el Aura brillante de naruto, la había visto antes, pero ahora brillaba elegantemente, observó cómo era pixeleada, de colores brillantes y distintos, lamentaba que esa hermosa vista solo sea visible cuando su portador estaba al borde de sus emociones. Era hermoso y trágico a la vez.

Le toco el hombro suavemente, su mangekyo giraba con calma, como el sol en medio de una tormenta, obligó a naruto a voltearla a ver. Su plan inicial era desmayarlo, lo miró a los ojos, lista para cargar con el cuerpo inerte de naruto. No espero que naruto la mirara confundido y asustado.

Naruto— ¿ka-san? Intentabas desmayarme.— río amargamente. —ojalá, mis poderes psíquicos evaden todo tipo de ilusión, por mas fuerte que sea. Es algo beneficioso en ciertas ocaciones, más supongo que en esta es algo poco beneficio. Lo lamento.— hablo con voz lastimera.

Mikoto lo miró con ojos aguados. Naruto la miró por última vez antes de irse en un borrón de velocidad.

La mujer patriarca del clan, solo pudo ver insistentemente el piso debajo de ella, pensando en todo lo que había pasado, "sus emociones" pensó. Las sonrisas, las risas. Todos los sentimientos que mostraba expresamente eran probablemente falsos, lloro. Pensando en todo lo que tuvo que lidiar. Un poder abrumador en un alma pura y a la vez tan hostil. Un poder que dependían del estado emocional del portador, obligándolos a suprimir sus sentimientos casi completamente.

Horrible.

Camino insistiendo en mantener su cabeza e mirada baja. Sus pensamientos revoloteaban. Sacudió su cabeza, intentando dejar de lado sus pensamientos, camino hacia el establecimiento. Esperando encontrarse con su marido. Sentía una presión en la orilla de su cabeza, indicios del principio de un dolor de cabeza. Suspiro, apretando su cabeza con ambas manos. Siguió caminando.

Kurama— Oe gaki. ¿Estas bien?—pregunto el zorro preocupado.

Naruto tenía la mirada vacía, sin emoción alguna, su cabello seguía flotando. Shigeo lo miró. Luego miró a kurama. Negó.

Mob— déjalo kurama-san. Conozco este estado, lo sentí justo después de mi pelea contra el líder de garra, mi hermano menor me vio en un estado poco ético. Me sentí la peor persona y el peor hermano— hablo con tristeza, froto la espalda del rubio suavemente.

???— ¿son idiotas? El maldito mocoso también tiene una reencarnación. Y déjenme recordarles que el inútil como lo llaman es la misma persona que los dejo comiendo mierda. —

???— claro que sabemos esto, se llevaron a serizawa de su lado. Mi más fiel amigo se fue del lado del inútil.—

Alguien del culto soltó una risa seca, un rechinado de dientes resonó. Golpeando la mesa con fuerza.

???— bien, votó por esto. Alguien de aquí se tendrá que alistar a las filas ninjas. El mocoso rubio ya tiene maestro, más podemos hacer un movimiento desesperado.—

Empezaron a murmurar. Se escucharon asentimientos y negaciones. Algunos más agresivos enseñaban los dientes y golpeaban cuanta cosa pudieran.

???— bien, acepto. Iré a entrenar mocosos, garra volverá a estar activo. Les mostraremos que nosotros somos los protagonistas de este mundo.—
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Esta cortito pero hecho con amor.

Extra de naruto versión detectives xd

—hmh.— murmuró. El humo del cigarro tapó su visión por unos instantes, finalmente desapareciendo en el húmedo ambiente. —que piensa.— hablo el hombre delante de él. —es complicado, más ahora estoy cada vez más seguro que este asesino es el mismo que el de la madre del chico. — inhaló su cigarrillo una vez más. Miró hacia abajo, un cuerpo cubierto con una manta. Se agachó hacia la manta tirando de ella. El humo chocó contra la cara inerte del fallecido. —acérquese.— su voz dura, sorprendió al detective, asintió para colocarse justo al lado de Uzumaki. El rubio se colocó guantes de látex, señaló una parte del cuello del muerto. —ves aquí.— el otro asintió. —esa marca, es una marca de veneno, no fue una muerte abrupta, el culpable de esto sabe que lo estamos siguiendo. Ese pequeño hoyo es del tamaño de un sembon usado antiguamente en el Japón feudal. Si esto es cierto el culpable conoce las funciones de esto, es probable que el cuerpo de este chico halla expulsado el objeto justo después de que el veneno le halla hecho efecto.

El jinchuriki psíquico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora