Retorno

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El ruso tomó al mexicano en sus brazos, el pequeño tricolor de escudo no paraba de llorar, solo pensaba en la seguridad de Rusia y su país.

Rusia entró a su cuarto con méxico lo metió en la cama para después meterse el también y abrazarlo.

-Oye México, yo también vi a azteca hace algo de tiempo decía que debía ayudarte, es ese momento no lo entendía pero ahora lo comprendo todo.

El mexicano volteó a ver al ruso.

-Ahora que lo pienso recierdas esa vez que nos conocimos? Siempre pensé que había sido una gran casualidad, nuestros padres mantenian cierta distancia y por lo regular cada uno estaba por su lado, en ese momento nunca imaginé que aquel tierno niño al que ayudé terminaría siendo el amor de mi vida, claro que primero lo que sentí fue amistad, es decir ambos eramos unos niños pero al paso de los años un sentimiento crecía en mi pecho cada vez más.

- Yo...  Recuerdo que no quería que España te lastimara al igual que a mí, y miranos ahora España y yo nos llevamos bien y tú y yo ahora somos pareja.

- México no descansaré hasta tener la solución a todo ésto, no te dejaré solo.

El mexicano se aferro al ruso con un abrazo pronto ambos quedaron profundamente dormidos.

28. Julio. 2020

A la mañana siguiente ambos paises se levantaton lo más temprano que pudoeron comenzarian a recopilar tanta información fuera necesaria.

Después de un desayuno rápido México junto con Rusia se dirigieron hacia dónde habían sido emcontradas las ruinas.

Al llegar al lugar México sintió una especie de escalofrio.

-Rusia... Alejate.

-Qué?

El ruso volteó a ver al mexicano y no daba crédito a lo que veía sus pupilas eran negras y unas alas majestuosas salian de su espalda.

De un momento a otro una fuerte ráfaga de viento azotó aquel lugar, el ruso apenas podía permabecer de pie.

-MÉXICO!

El tricolor reacciono y vió lo que había hecho.

-Rusia yo...

- No es tu culpa, mejor apresuremonos y encontremos la solución.

El tricolor solo asintió.

Poco a poco se fueron introduciendo cada vez más en las ruinas y llegaron al gran mural en el que habían encontrado la peofecía.

-México mira ésto.

El ruso había encontrado un fragmento de mural destruido, había algo escrito pero no se podía apreciar.

-Ahora qué? Dijo el ruso con algo de frustración

-T-Tengo una idea.

El mexicano colocó su mano el el mural y cerró los ojos, se concentró lo más que pudo sintió un gran golpe en el pecho y cuando abrió los ojos ya no estaba junto a Rusia y las ruinas ya no solo eran ruinas.

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora