Kim SeokJin es un adorable muchacho de apariencia hermosa que sin siquiera proponérselo ha dejado cautivado al rey, siendo llamado con regularidad a palacio por el monarca con la finalidad de cautivarlo y hacerlo su esposo. sin embargo, el amor no s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían pasado aproximadamente tres días desde aquella primera cita... Aquella primera cita que tan mal había dejado a SeokJin, pues además de tener que tratar con gente que no conocía (más allá de un simple saludo cordial y un "que tenga lindo día, vuelva pronto"), SeokJin se había dado cuenta de la verdadera razón por la cual su madre lo estaba lanzando a los brazos del Rey Blanco.
Después de aquella cita, SeokJin se había mostrado aún más distante de su madre, sin embargo, parecía que a esta no le afectaba en lo más mínimo, pues seguía igual de entusiasmada con la boda del pelinegro que ni siquiera se daba cuenta de la hostilidad de su hijo hacia ella, o si lo notaba, disimulaba demasiado bien, no darse cuenta de ello.
Por otro lado, el Rey Blanco lo había ido a visitar día tras día, simplemente para sacarlo de su casa y llevarlo a una fiesta más, a su castillo a otra tarde de té y a la inauguración de un nuevo local en el centro de la ciudad.
SeokJin ya podía escuchar, como todos aseguraban el futuro matrimonio, pues él, se encontraba acompañando al Rey a los eventos sociales, y eso, no le hacía mucha gracia al pelinegro, sin embargo, el pueblo, ya festejaba a su nuevo monarca, cuchicheando aquí y allá sobre la bella pareja que hacían ambos, lo magnífica que sería la boda real, y lo perfectos que serían los dos como reyes del Reino Blanco.
Pero a pesar de toda aquella situación y lo frustrado que lo hacía sentir todo a su alrededor, SeokJin podía al menos disfrutar de la compañía de Yoongi, pues en todos aquellos días que sufría acompañando al rey a todos aquellos lugares, por las noches, SeokJin disfrutaba de la compañía del pelinegro, pues este como cada noche, llegaba a su habitación a visitarlo, le brindaba su apoyo y amor, y lo sacaba de aquellas cuatro asfixiantes paredes a distraerse junto a Taehyung y Jimin en los confines del reino, además de que, en más de una ocasión, se quedó velando los tortuosos sueños de SeokJin, abrazando el tembloroso cuerpo del menor y repartiendo pequeños besos y caricias en el rostro de este para calmarlo.
Sin embargo, no todo podía ser felicidad, pues en cuanto el sol despuntaba en el horizonte, Yoongi abandonaba su habitación, dejando solo un pequeño beso sobre sus labios y una promesa entre susurros, una promesa que lograba apaciguar un poco el corazón de SeokJin.
Pero con aquella partida, llegaba una visita, una que SeokJin esperaba deseoso, no volver a tener, sin embargo, sus deseos no eran concedidos, y cada mañana, escuchaba el grito de su madre, llamándole a bajar para encontrarse con aquel hombre, aquel que aquella mañana, llegaba a su hogar con una sonrisa aún más radiante que los días anteriores, y una propuesta en sus ojos, que SeokJin veía más, como una amenaza.
—¡Oh, por dios! —escucho SeokJin desde el pie de las escaleras, observando a su madre cubrir su rostro con sus manos, intentando ocultar la enorme sonrisa en su rostro, mientras el rey asentía feliz ante lo que acababa de decir.
En ese momento, SeokJin sintió como un peso enorme se asentaba en su estómago, pues su instinto le decía que aquello, no eran buenas noticias para él. Y esto solo lo confirmo en cuanto estuvo frente al rey, y este comenzó a hablar sin parar sobre aquello que lo tenía tan contento aquella mañana.
—¡Está decidido! —dijo Hoseok con una enorme sonrisa—, tendremos una fiesta en palacio mañana para anunciar nuestro compromiso.
—¿Que? —pregunto SeokJin con los ojos bien abiertos y el ceño fruncido—, pe-pero habíamos quedado en, en, en el cortejo y, y a penas hemos pasado algunos días juntos, y eso no... —dijo mientras negaba con su cabeza, intentando procesar las recientes palabras dichas por el Rey.
—Pero, ¿para que esperar más? —pregunto Hoseok con una pequeña sonrisa—, es obvio que vamos a casarnos, así que ¿Para que alargar más la espera?, Además yo sé que no puedes resistirte a mis encantos —aquello lo dijo con un pestañeo coqueto—, y yo tampoco tengo mucha paciencia, a decir verdad, y anhelo fervientemente convertirte en mi rey. Por ello, he decidido que debemos detener el cortejo, pues estoy más que seguro, de que ya me he ganado tu corazón.
—Pero no...
—Eso es maravilloso —canturreo la madre de SeokJin, interrumpiendo lo que fuese que su hijo fuera a decir, y limpiando una inexistente lágrima de felicidad de sus ojos—, definitivamente, maravilloso.
—¡No! Yo, yo no estoy listo aún, no...
—Estaras listo, hijo —respondio su madre, interrumpiendo las quejas del menor—, ahora ve a tu habitación a descansar, mañana será un día agitado.
—Si, si, si, descansa, precioso, que mañana tendremos una maravillosa fiesta de compromiso en palacio.
SeokJin miró a aquellas dos personas con la desesperación en su mirar, y las lágrimas de rabia a punto de estallar. Y así, molesto, decepcionado y frustrado, SeokJin se giró sobre sus talones y en cuanto su pie tocó el primer escalón para subir a su habitación, la primera lágrima cayó.
El pecho de SeokJin se oprimió en desesperación y con las lágrimas corriendo por sus mejillas, SeokJin deseo que Yoongi estuviera a su lado en aquel momento y así, juntos escapar de aquel lugar, aquel lugar donde su vida estaba siendo dirigida por dos personas que ni siquiera se daban el tiempo de escuchar sus deseos.
Y con el corazón adolorido, las lágrimas ahogando su corazón y un grito ahogado rasgando su garganta frustrado por salir, SeokJin se dejó caer sobre su cama, llorando sin descanso hasta que la noche cayó y el cansancio lo abrazo.
Aquella noche, SeokJin solo fue capaz de escuchar como las puertas del balcón eran abiertas con desesperación y como su cuerpo fue envuelto entre cálidos brazos y un aroma que el reconocia perfectamente como el de su adorado bufón, su amado corazón. Y nuevamente, el pelinegro se perdió en el mundo de los sueños, arrullado por aquella voz que le cantaba, una hermosa canción, sobre una bella historia de amor.
♔
Ay, me duele (╥﹏╥) se nos viene el dolor, mis amores, se nos viene el dolor .·´¯'(>▂<)´¯'·.
Espero les haya gustado el capítulo y disculpen si lo sienten como relleno o muy repetitivo en alguna parte, si así sucedió, mis disculpas.
Ahora sí, me despido de ustedes, no sin antes enviarles un montón de besitos cariñositos, les amito 🥰😘
