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Un cortejo forzado

—SeokJin —gritó su madre desde la escalera—, baja ahora, hijo, el Rey está aquí

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—SeokJin —gritó su madre desde la escalera—, baja ahora, hijo, el Rey está aquí.

El pelinegro cerro sus ojos con frustración, suspirando con fuerza mientras apretaba sus puños a sus costados.

No sabía exactamente como iba a explicarle a Yoongi la situación, si es que el bufón no se había enterado por alguien más en palacio o en el pueblo, ya. Tampoco sabía cómo lograr que el Rey dejara de considerarlo para ser su pareja, y mucho menos sabía cómo hacer para que su madre dejara de apoyar a aquel hombre, en lugar de a su propio hijo.

El miedo, la incertidumbre y el enojo, se arremolinaban como un tornado a punto de destruir todo su interior, pues justo ahora tenía que bajar, poner su mejor cara ante aquel hombre y fingir un interés en sus aburridas platicas que a él, en nada le interesaban.

Fingir que se encontraba indispuesto le hacía una gran ilusión para evitar ver a aquel hombre, sin embargo, sabía que si hacia aquello, su madre era tan capaz de llevar al Rey hasta su habitación con tal de conseguir la confirmación del compromiso, cosa que SeokJin estaba muy dispuesto a rechazar.

—Solo tengo que conseguir tiempo, solo necesito un poco de tiempo —se murmuró a si mismo, y con aquel pensamiento en mente, SeokJin salió de su habitación.

Sus pasos eran pesados en cada escalón que bajaba, pensando en las mil y un maneras (poco factibles) que tenía para rechazar al Rey.

—Buenos días, Jin —dijo el Rey en cuanto logro divisarlo por completo, con una enorme sonrisa en el rostro, poniéndose de pie al instante para acercarse a él—, me dejaste preocupado anoche con tu repentina desaparición.

—Lo lamento —respondió el menor, lo mejor que pudo, colocando en su rostro lo que creía era una sonrisa-, me sentí un poco indispuesto durante la fiesta y decidí volver.

—Pero, ¿Ya te sientes mejor? —preguntó el hombre, elevando su mano hacia el rostro del pelinegro.

—Estoy muy bien —fue lo que respondió SeokJin, apartándose de manera disimulada para evitar el toque del hombre sobre su rostro—. Y, ¿Que otro asunto lo trae por acá? —preguntó SeokJin, tomando un panecillo de la cesta al centro de la mesa para disimular la razón de su alejamiento del toque del Rey—, necesita más raciones para el palacio o alguna petición especial, digo, no todos los días el Rey Blanco llega a visitar la casa de unos simples y humildes panaderos.

—¡SeokJin! —reprendió su madre—, ¡Más respeto, muchacho!

—Estoy siendo respetuoso, madre —dijo en tono seco el menor.

—Oh, si, si, —canturreó el monarca, completamente ajeno a la tensión que había entre SeokJin y su madre—, sobre eso —el hombre camino hasta donde se encontraba el pelinegro y tomo asiento frente a él—. No tenía planeado decirlo de este modo, de hecho, por ello había planeado toda una celebración para anunciarlo, pero desapareciste antes de que todo sucediera —SeokJin sintió su cuerpo pesado ante aquellas palabras, pues escucharlas de los labios del Rey, solo hacia más real el asunto y el deseaba que todo aquello solo fuera un tonto y horrible sueño, pero nada era un sueño, y la cálida mano del Rey sosteniendo la suya se lo confirmaba—. Kim SeokJin, ¿Aceptas convertirte en mi Rey?

El tiempo pareció detenerse justo en aquel momento que las palabras del Rey abandonaron sus labios.

Una respiración... Dos respiraciones...

La mente de SeokJin giraba entorno al no que picaba por abandonar sus labios.

Tres respiraciones... Cuatro respiraciones...

Y no pudo contenerlo más.

—No, su majestad —dijo con la voz más firme que pudo, mirando directamente a los ojos del Rey Blanco, quién atónito, le devolvió la mirada con un ceño fruncido y una marea a punto de derrumbar todo en sus ojos—, no quiero ser su rey.

—¡SeokJin! —exhaló su madre con los ojos bien abiertos.

—¿Qué has dicho? —preguntó el Rey con incredulidad.

—Lo que escucho, su majestad, no puedo aceptar ser su Rey.

—Explique que está sucediendo —dijo en esta ocasión, dirigiéndose hacía la madre de SeokJin—. Usted me dijo que él aceptaría, ¿Acaso me mintió?

—Y él aceptara, ¿Verdad, SeokJin?

—Madre, n...

—Él solo está nervioso —cortó la mujer—, un matrimonio así de la nada no es una noticia fácil de aceptar.

—¡Ah, con que se trata de eso! —chilló el Rey, cambiando su semblante sombrío por uno más brillante—. Haberlo dicho antes, podemos posponer el anuncio por al menos una semana.

—¡Una excelente idea su majestad! —dijo la mujer con emoción.

—Entonces, así será, pospondremos el anuncio de nuestro compromiso por una semana, para que puedas estar menos nervioso con ello y...

—No me refiero solo al anuncio —proclamó SeokJin, completamente molesto, observando cómo su opinión sobre aquel asunto era completamente ignorada—. Estoy hablando del matrimonio en si, no me voy a casar, no estoy aceptando ningún compromiso y no estoy posponiendo ninguna fiesta para la próxima semana.

—¿Que?

—Jin...

—¿Es que no lo entienden? —preguntó casi al borde de las lágrimas por la frustración y el cúmulo de emociones estancado en su pecho—. Yo no me quiero casar, mucho menos con alguien a quien a penas y conozco. No me lo tomé a mal, su majestad, pero recién he tenido contacto con usted y a decir verdad, no me encuentro interesado en algo más que una amistad.

Hoseok se mantuvo callado, atento a cada palabra que brotaba de la boca del menor, y con una pequeña sonrisa creciendo en su rostro pronunció aquellas palabras que eran todo, menos lo que SeokJin esperaba escuchar después de dar aquella declaración.

—De ser así —pronunció Hoseok sonriente—, déjame cortejarte y ganarme tu corazón, y después, podré desposarte sin ningún problema.

—¡Excelente idea, su alteza! SeokJinnie acepta gustoso su cortejo y sobre todo, nosotros lo aprobamos.

SeokJin dejo salir una pequeña risa sin humor, observando cómo su opinión nuevamente había sido ignorada y tomada a favor de las palabras de otros.

Pues al parecer, todos en aquella habitación parecían creer saber cuáles eran las ideas y sentimientos del menor, sin siquiera detenerse a preguntarle a él sobre ello, y asumiendo cosas que no eran.

Nos estamos acercando al momento del segundo quiebre, hermosuras y como pueden darse cuenta, las cosas comienzan lentamente a torcerse en este pequeño reino.

¿List@s para el pequeño mini maratón?

Sii, haré un pequeño maratón pues, ¡Sobrevivimos al mantenimiento de Wattpad! 🤟🏻❤️

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✿Kim☆Palomita✿

Crown ♔ YoonJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora