Capitulo 40

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Chaz: Bien hazlo hermano y veras toda la jodida vida de tu esposa expuesta en un tribunal, un juicio público Jazmín, donde tendrás que probar que tu retoño es un Mathers y solo así podrá usar ese apellido.

Marshall: ¿Por qué haces esto Chaz?

Chaz: Porque la z*rra que esta a tu lado te está engañando.

Su cabeza estaba hecha un verdadero lio, tantos pensamientos encontrados, tantos sentimientos revueltos, nunca había peleado de esta forma con ninguno de su familia y ahora… ¿Y si era su bebe? ¿Debía protegerlo? ¿Qué hacer? No podía dejar que Jazmín pasara malos ratos… estaba embarazada… de su hijo, su deber era protegerla… sí, eso era…

Jalo la puerta con más fuerza de la necesaria y salió al pasillo furioso por todo, dispuesto a matar, necesitaba explotar… gritar hasta que no le quedara voz, salió y no pudo respirar, todo se congelo, todo… su corazón se detuvo y la sangre en sus venas se helo, conocía ese largo cabello....

Bel que desaparecía tras la puerta de la escalera… los pies se le quedaron clavados al piso en ese momento, pero luego sin pensarlo salió corriendo pero al abrir la puerta no vio nada… como un loco llamo al ascensor porque así era más rápido llegar a la primera planta y se subió a este olvidándose de su remolque, recorrió toda la recepción del edificio pero ella no estaba por ningún lado, ella no estaba… ella había desaparecido tras esa puerta llevándose su alma, Jazmín lo tomo del brazo y tiro de él Hacía la salida y sus pies avanzaron autómatas, salió del edificio como un zombi, camino por la cera con esa chica haciendo planes para el futuro y el solo podía repetir la imagen en su cabeza de como desaparecía esa melena tras la puerta de las escaleras.

(Bel)

Ahora tendría que esperar a que Taylor saliera del cuarto para ir por mis cosas, estaba sentada en un marco de ventana mirando los jardines cuando recibí el mensaje de Marshall, bien tenía algo que hacer, espere hasta que los pasillos estuvieron desocupados para ir al área de los dormitorios, con una horquilla volví a abrir la puerta del cuarto de Marshall, entre y tome una maleta pequeña del armario, busque en los cajones y saque tres juegos de ropa completos, eso debía bastarle por qué no cabía nada mas en esa maleta pero aun así tome otra chaqueta, sabía que el adoraba su chaqueta negra por lo que se la llevaría. Recogí mi bolsa y salí rápidamente de la academia, antes que alguien me viera, debía pagar un coche, porque estuve media hora intentando tomar un taxi, ya no importaba porque estaba en el edificio, por alguna razón tenía más esperanzas que nunca, casi estaba segura que todo era una mentira de la tipa esa, si debía ser una mentira, yo no había hecho nada malo para que me castigaran así, y si contaba con los pro y los contras eran más los pro, dejaría que los chicos se encargaran y cuidaría de Marshall ese tiempo, eso nos uniría mas… si, debíamos pasar este tiempo juntos y así sabrían si había futuro en ellos… ¿Pero por qué la puerta del departamento estaba abierta? Me apresure por temor de lo que pudiera encontrar pero las voces me detuvieron en la entrada… más bien lo que decían esas voces… y quien las decía… las manos se me iban helando conforme escuchaba… "Deja de insultarla… está bien, vámonos Jazmín nada tenemos que hacer aquí… si la hechas a ella me hechas a mí. Chaz por favor solo déjalo… no necesito la maldita prueba okey.

Me casare con ella.... me casare con ella..."ME CASARE CON ELLA", no necesito la maldita prueba" No podía escuchar mas, no podía seguir hay parada haciendo el ridículo, no podía… Mi alma estaba rota, no se podía tener tanto dolor, con la poca fuerza que me quedaba gire y corrí, corrí a las escaleras, pero en vez de escapar del edificio subí a la azotea, las azoteas siempre estaban vacías, y yo necesitaba soledad… tropecé y caí al piso, pero no tuve fuerzas para levantarme, no tuve fuerzas para nada, solo me acurruque y deje que las lagrimas salieran, me sentía tan idio*ta, tan crédula, tan joven, era la bruta más grande del planeta, eso me pasaba por creer en él, por creer que el me quería… dios si era, Marshy "el Playboy de la academia Mathers", el mujeriego más grande del planeta, el solo…  el jugo conmigo, el se estaba riendo de mi pero ya no podía seguir con su tonta broma por que iba a ser padre, todas mis dudas… eran ciertas, el bastardo jugaba ¿Por qué dude? ¿Por qué lo deje atravesar las barreras? Era una boba… oh dios no soportaría verlo… no soportaría ver su cara con esa maldita sonrisa de arrogancia, no podría sobrevivir si él me destapaba el juego como seguramente haría. Después de horas de llorar en esa azotea me levante y baje por las escaleras, tenía la maleta en la mano, sería lo más madura que podía, tenía que ser adulta, debía ser fría, no le dejaría nunca ver el daño que me causo, mire la maleta y supe lo que debía hacer… camine hasta la puerta oscura, toque el timbre y espere, cuando Chaz abrió le estire la maleta…

*Acéptalo, eres mía*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora