Capitulo 27

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Relata Marshall*

Me gustaba su piel, suave y trigueña, sus pies finos y delicados, y esas piernas. Dios la playera era más linda con ella, me daban...unas tremendas ganas de arrancársela, sus labios... se movieron… Levante un poco más la mirada para ver esos ojos cafés mirarme con diversión… ella no sonreía pero sus ojos sí.

Bel: Deja de mirarme como un lobo hambriento… Espera un momento… ¡Estoy vestida!? ¿Por qué estoy vestida?

Marshall: No podía verte desnuda…

Bel: Oh dios… No me mires…

Su rostro estaba mostrando todas sus emociones, se veía vulnerable, y en ese momento sus ojos se pusieron tristes.

Marshall: No, bel… No podía verte desnuda porque me vuelves loco, yo te deseo demasiado y no te dejaría.. Yo… yo quiero cuidarte.

Ella bajo las manos y me miro a los ojos igual que un cachorrito abandonado bajo la lluvia, cuando pestañeo una lagrima bajo por su rostro, como un pequeño diamante, estire mi mano y retire la lagrima con el pulgar.

Bel: ¿No mientes? Marshall si estás jugando conmigo Yo… dios dime que no lo estas…

Marshall: Nunca, nunca jugaría contigo Bel, ya te lo dije…

Bel: ¿Qué cosa? Tú dijiste que me deseabas…

Marshall: Y lo hago pero no hablo de eso.

Bel: ¿Qué? Tu dijiste que estabas… estabas en…

Marshall: Enamorado, enamorado bel, y si lo estoy… pero ahora estoy preocupado.

Bel: ¿Por qué? ¿No querías…?

Marshall: Si dijera que no quería sería el peor de los mentirosos, no es eso… Yo… fui descuidado bel.

Bel: ¿Descuidado? ¿Con que? No comprendo… esto es tan extraño…

Marshall: Ven aquí.

La estire a mis brazos y ella vino hasta mi inmediatamente, eso me hacia latir el corazón, que ella viniera a mi así, de la forma más simple… la abrase fuerte y la sentí temblar… Ella necesitaba de todo mi cariño, de mi ternura, ella me necesitaba… Lentamente la tumbe y me estire a su lado bien abrazados… sabía que no podía estar así mucho tiempo porque podría entrar alguien… no es que le importara que se supiera que estábamos juntos pero no permitiría que nadie nos viera así, no así, dios debía ser honesto con ella…

Marshall: Soy un bruto bel, yo no te cuide como debía, yo me descuide pero es que si te tengo en mis brazos no puedo pensar, simplemente no puedo.

Bel: ¿De qué estás hablando?

Marshall: Podrías llevar ya a mi hijo en tu vientre bel...

La sentí tensarse un poco, me miro con una cara rara y quedamos frente a frente, espere hasta que ella decidió hablar…

Bel: Y si es así ¿Cuál es el problema Marshall?

Marshall: Es complicado… Todo es complicado…

Bel: No voy a hacer nada para evitarlo si es lo que me vas a proponer… Yo no mataría…

Marshall: Y yo jamás te pediría algo así, ¡bel dios! No te pediría una cosa así… ¿Qué crees que soy? ¿Un monstruo? También sería mi hijo…

Bel: Lo siento Yo…

Marshall: Okey… Solo… está bien, Estas nerviosa, pero bel yo no sería capaz ni de pensarlo, y francamente un hijo tuyo que también sea mío… Es muy lindo, se siente bien… que mi hijo sea tu hijo es perfecto para mi…

Bel: Seria hermoso y ¿Si lo estuviera Marshall qué harías?

Contuve el aliento mientras él pensaba en su respuesta, estaba más nerviosa que antes, cuando él estaba sobre mí, dios el no podía fallarme, si me fallaba demostraría que todo lo que dijo antes era falso… Que solo quería… El no podía haber mentido, el no podía hacer esas cosas solo por… pero bel estamos hablando de Marshall Mathers, el chico sin compromisos, me reprendi por ese pensamiento por que hasta ahora él no me había fallado… Bueno desde que nos besamos el no… Aun no podía soltar el aliento y sabia que mi mirada debía ser desesperada pero él no me miraba, estaba mirando la puerta… Oh dios ¡Responde Marshall de una vez!

Marshall: Creo que podría hacerme cargo mientras tú estés de gira…

Bel: ¿Qué?

¿De qué demonios estaba hablando?

*Acéptalo, eres mía*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora