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"UNA ESTRELLA EXTINTA"

La tierna brisa que se paseaba por el pequeño jardín movía de manera tranquila y serena aquellas campanitas colgadas sobre los arboles creando aquella melodía que acompañaba el ritmo de los tulipanes y rosas que se movían danzantes por el aire que chocaba con sus pétalos.
Todo parecía más que tranquilo, los aspersores salían de su escondite con la luz del sol para regar el fino y verde césped que era cortado cada que un pequeño centímetro sobresalía de la tierra.

En aquel lugar se encontraba cierta capital recostada y adormilado sobre una de las bancas perfectamente acomodadas frente aquella fuente que soltaba pequeños chorros de agua reflejándose con la luz del sol, creando un pequeño arcoíris apenas perceptible.

- Levántate hijo de tu pinche madre!- gritó el sonorense a aquel que cayo al suelo espantado por tremendo susto que le metió con tan fuerte grito.

- no mames sonora! Que te pasa idiota!- un poco adolorido por la caída se tallo los ojos y con dificultad se puso de pie solamente para acostarse nuevamente sobre aquella banca intentando ignorar a su hermano demente.

- ora pues!, hoy llega Yucatán y tu lo vas a recibir, por que yo ya me quiero ir a mis tierras, ya no aguanto este sufrimiento llamado estar en la capital- menciono tirando a su hermano esta vez con sus propias manos hacía el suelo húmedo para obligarle a levantarse.

- ya voy chingada madre!, y en donde esta Sinaloa?- cuestiono al no verlo por ninguna parte.

- el esta siendo ya sabes, el, tampoco puede estar mucho tiempo fuera de su territorio "si es que me entiendes"- sonora señalo hacía una ventana abierta que daba directamente a la cocina en donde Sinaloa gritaba desesperado.

- no entiendo ni madres!, hay virgencita ya no puedo más con esta vida, llévame!, solo llévame!- grito mientras se arrodillaba y extendía sus manos al techo.

- chale, si le afecto la altura a este wey- hablo la capital estirandose un poco.

- el se ira mañana yo en cambió me largo de una vez antes de que este pedo se ponga peor- camino tranquilo hacía la entrada del lugar dejando en total trance a CDMX.

- oye espera! Como que se van pendejos?!, no me pueden dejar solo aquí con la responsabilidad de nuestro padre y ahora también con lo de ucrania!- degustado siguió a sonora hasta la cocina en donde se encontraba sentado sobre la barra esperando el desayuno que Sinaloa preparaba mientras se quejaba.

- la pinche llemita de los huevos se me rompió!, tendré que volver a empezar!, un disparo en mis huevos dolía menos que esto!- dijo Sinaloa sacando otro sartén de la alacena.

- vamos Sinaloa tu puedes, nuestros estómagos dependen de ti- habló sin ánimos el sonorense mientras trataba de ignorar a su hermano más pequeño.

- ustedes no se van a ir y punto!, se van a quedar aquí conmigo y me van a ayudar a mantener a salvo al viejo y a su novio! Y a su hermano que casi se me olvida- se cruzó de brazos y frunció el seño intentando convencer a sus hermanos de no irse.

- mira chaparrito, no se si entendiste cuando el jefe dijo "ayúdenme a matarme" se lo explique a Sinaloa y por eso esta actuando más pendejo de lo normal-

- Quieren callarse!?, estoy intentando hacer el jodido desayuno perfecto!, ya se me pinches rompió otra vez la pendejada esta!- tomo el sartén y lo arrojo por la ventana, para quitarse el sombrero y tomar las llaves del auto.

SUEÑO CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora