•House of cards• Yugkook

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Escuchen la canción en multimedia para una mejor ambientación.♡

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Su semana juntos estaba por terminar.
Jungkook pidió ir al lugar donde fue presentado a la mamá de Yugyeom y ahí se encontraban justo ahora.

-Entiendo por qué era el lugar favorito de tú mamá, todo es tan tranquilo y bonito-Él castaño tenía los ojos cerrados, sintiendo las leves corrientes de aire en su rostro.

-Tú eres bonito.

Kook rió en grande, arrugando su nariz y abrió sus ojos para voltear a ver al chico junto suyo.

-Tú también eres bonito-Tomó la mano de Yugyeom entre las suyas, deteniéndose unos segundos a mirarlas.-Tus manos son un poco más grandes que las mías.

-Se ven bien juntas ¿No crees?-Kim las entrelazó y beso los nudillos de su pequeño.

-Fuimos hechos el uno para el otro-Kook soltó un suspiro mientras sonreía. Pero por más que duela no fuimos hechos para estar juntos.

-Está oscureciendo, ¿Nos vamos cachorro?

-Vamos, tenemos que ir a empacar.

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-Te amo Jungkook-Yugyeom se obligó a soltarlo.

-También te amo Yugyeom-Se paro sobre la punta de sus pies, dejando un casto beso.

Él peliazúl dejó un beso en la frente del castaño, subiéndose rápidamente a su auto, si seguía un minuto más ahí, no podría dejar ir a su pequeño.

Jungkook levantó su mano para despedirse y se quedó viendo cómo aquel auto desaparecía al alejarse.

-Espero que seas muy feliz, Gyeomie.

Yugyeom no era el único que había dicho adiós, Jungkook supo que aquello era una despedida desde que el alfa lo llamo para pedirle ir de vacaciones. Ahora entendía que a pesar de ser predestinados, su destino no era estar juntos. 

Jungkook volteó a ver su casa y sonrió, seguramente sus hermanas estaban viendo alguna película junto a sus respectivas parejas, mientras que sus padres preparaban la cena, esperando por él.

-Lo lamentó-Dijo al tomar nuevamente su maleta, comenzando a caminar. Se sentía roto, no quería que lo vieran de esa manera. Ademas de que no estaba listo para escuchar un "te lo dije" de su parte o de sus amigos, sabía que era su culpa, se aferró a algo imposible y ahora estaba pagando por ello.

-Estoy igual de débil que tú, así que déjame tranquilo-Kook golpeó su pecho al escuchar los sollozos de su lobo.

-¿Estás bien?

Jungkook se dio la vuelta, encontrándose con una chica bajita de cabello plateado.
Estaba por responder pero se sintió horriblemente mareado. Su vista era borrosa, su lobo arañaba dentro suyo y sus sollozos ahora eran más fuertes, calló al suelo de rodillas ante el fuerte dolor, para después perder el conocimiento.

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-Lo conocí cuando estaba en la isla Jeju y después lo volví a ver cuándo me dejaste al irte por un helado.