Un sendero entre las hojas viejas del otoño. Crujientes que con una sola pisada se deshacen como mis recuerdos, día por día. Semana por semana. Año tras año.
Un pitido que sigue sonando dentro de mi cabeza sin cesar. No se detiene. No acaba nunca. Y...
NO QUIERO SOÑAR MIL VECES las mismas cosas NI CONTEMPLARLAS SABIAMENTE.
Tuve que superar sin perjudicar las cosas, tuve que dialogar sin desatar un lío en mi mente, y desear no me salvaría de este eterno resplandor.
Después de una noche con El Chico De Los Lunares, despertar, encontrar y vislumbrar a ese secreto no tan secreto, mi mundo se dió la vuelta.
El Chico De Los Lunares no habló, no llamó, no ejerció ningún tipo de contacto conmigo. Eso hizo que mi corazón se quebrara en mil pedazos, y después de eso, no dejé de pensar en él.
En como aquella noche había hecho tales actos con mi cuerpo al completo desnudo, cómo sus movimientos me provocaban y los míos lo provocaban a él en un sin fin de besos húmedos por todo el cuerpo, haciendo y creando un ambiente de pura excitación.
La humedad emergiendo de lo más profundo y el fuego cabía en nuestro pecho, haciendo que nuestros seres no dejaran de moverse, creando fricción como nunca antes. Una fricción húmeda, loca y burbujeante.
Dejé de lado, en el pasado y debajo de mi zapato a ese loco tornillo suelto en mi mente. Su cuerpo, mi cuerpo no nos pertenecían porque ahora estaba conectado a otro cuerpo, cuyo ser me anhela como yo a él, a pesar de las circunstancias.
Los días me robaron el tiempo, la semana pasó como si no hubiera pasado nada y los meses agasajaron, se acumularon y dejaron de importarme, porque ahora solo necesitaba estar con él. Mi cuerpo y mi espíritu anhelaban estar con Él Chico De Los Lunares y sus millones de lunares.
Conectar una vez más y no desconectarme de él nunca jamás. Salí apresurado del departamento, bajé las escaleras con gran velocidad y corrí hasta donde él vivía con una presión en mi pecho nunca antes sostenida.
HABLAR SANA. Hablar quita dudas.
Entré en aquel lugar, tan tétrico y turbio como nunca antes ha estado. Su color, su brillo y su sencillez ya no se encontraba mi corazón dolía. No tenía idea porqué, pero solo dolía tanto que me daba miedo.
Lo busqué, lo desee, lo llamé, le guardé secretos no merecedores de ser ocultos y le mentí. No le dije la verdad, lo dejé en la soledad y El Chico De Los Lunares despertó.
Quizás se dió cuenta de lo que no debía, porque ahora yo entendía, quizás se fue para no volver porque ya no me deseaba. Y si era cierto, ¿Qué debía hacer? Quedarme con éste agujero negro en mi pecho esperando ser rellenado con su amor, con su dulzura y su lujuria, sería un verdadero tormento y un sufrimiento eterno.
Quizás lo merecía, no debía y lo hice. No desee cuando debí hacerlo, pero que se suponía que hiciera. Siento que es y no es mi culpa.
Salí con un peso en mis hombros qué debía cargarlo toda mi vida por ser tan ciego, hasta que llegó alguien y mi boca se abrió.
Me dijo que había salido a buscarme. Me dijo que El Chico De Los Lunares salió a buscarme porque todavía me deseaba.
••• Holi! Voten y comenten. Son tan tiernos! Ya es el ante último cap. Espero que lo disfruten tanto como yo. ❤️
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