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Se hizo la medianoche y ya no aguantaba el vestido, mis amigas me pasan vasos con bebidas alcohólicas pero cuando se distraen tiro el contenido al césped.

Una chica se acercó con una bolsa de cotillón, iba a negarle, pero al ver a Yeonjun acercarse, saqué un antifaz rápidamente y me lo puse. Él me saludó con un movimiento de mano a lo lejos, ¿me reconoció?

Se acercó hacia nosotras y ya me estaba preparando para escuchar sus burlas, pero no, se fue a hablar con mis amigas, pasando de mí. Que alivio.

– Oigan, ¿y Swith? – me giré rápidamente al escucharlo, hice un gesto hacia mis amigas para que no digan nada.

– No quiere salir de su habitación – respondió Chaewon enseguida.

– Ash, ¿la intentaron convencer? – fruncí el ceño ante su pregunta.

– Sí, pero bueno... ya sabes, le gusta estar con los libros – respondió Nayeon de forma divertida.

Volví a girarme disimulando que no estaba viendo la situación y agarré un vaso vacío, fingiendo que estaba bebiendo algo.

– Hola, ¿puedo saber quién eres? no te he visto en la universidad, ¿alguien que yo conozca te trajo? – intenté hacer la que no escuchaba pero al ver que se puso en frente mío, sonreí un poco.

– Oh, sí, vine de visita a la ciudad y mi primo que va a tu universidad me dijo que viniera – forcé un poco mi voz para que no me reconociera, algo que milagrosamente funcionó.

– Eso es bueno, creo que estarías aburrida si te hubieras quedado en casa, ¿quieres bailar? – acercó su mano en mi dirección e iba a negarme, pero mis amigas me hacían señas de que diga que sí, por lo que solo asentí y me dejé guiar hacia la pista – ¿Como te llamas? –

Inmediatamente comencé a pensar en algún nombre que no se parezca al mío y que haga sonar como extranjero.

– Aliana – respondí casi de inmediato, si no mal recuerdo es un nombre hawaiano.

– Soy Yeonjun, pero puedes decirme Yeon – asentí sin darle mucha importancia y agarró mi mano con mayor firmeza – Tienes manos bastante suaves –

– Gracias – intenté quitar disimuladamente mi mano de su agarre pero él inmediatamente comenzó a bailar, justo estaban pasando un tema de cuarteto, por lo que yo solo intentaba mantenerme quieta.

– ¿Sabes bailar? – se detuvo al verme que no movía ni un pelo, negué con la cabeza, y me arrepiento con todo mi ser haberlo hecho – Bien, solo tienes que mover las caderas de un lado al otro mientras tus pies van hacia adelante y hacia atrás –

Para que no me descubra intenté seguir sus indicaciones, en una de esas él me da vuelta, por lo que quedé algo mareada. Capaz por las millones de luces de diferentes colores.

Luego comencé a soltarme un poco más, es decir, dejarme llevar por la música, no demasiado, pero todo para que Yeonjun no sepa quién soy.

– Wow, bailas bastante bien – lo miré algo asombrada y sonreí un poco divertida.

En uno de los tantos giros que me hizo, el vaso prácticamente vacío se me cayó, ignoré el hecho e intenté zafarme de sus manos.

– ¿Quieres que te traiga algún trago? – en ese momento me di cuenta que es mi oportunidad para escapar.

– Una cerveza estaría bien – se dió la vuelta y una vez que lo perdí en la multitud, me acomodé el vestido para así irme hasta donde estaban mis amigas, quiénes reían sin parar.

Solo se burlaban y decían chistes malos, por lo que solo rodié los ojos e intenté irme a mi habitación, pero fui detenida por Jihyo.

– ¿A dónde vas jovencita? –

– A un lugar donde pueda estar en paz – intenté esquivarla pero luego Nayeon y Chaewon se sumaron para hacer una barrera.

– ¿Me vas a negar que bailar con Yeonjun no fue divertido? – preguntó Jihyo con una ceja levantada.

– Ash... sí, algo lo fue, pero no – no se me ocurría ninguna excusa en el momento, solo quería escapar de allí.

– A ver, _______ – habló Nayeon – es solo un baile, una noche, aparte, Yeonjun no te reconoce, es una oportunidad para que conozcas a lo que le tienes rechazo, la fiesta – agarró mis manos intentando convencerme.

Quedé un rato largo muda, nada se me venía en la mente y me frustraba. No voy a negar que quiero seguir estando aquí, pero quieta, sin bailar, observando y analizando desde una esquina.

– ¿Y? ¿te soltarás solo por esta noche? – se sumó Chaewon con una tierna sonrisa.

Solté un suspiro rendida y asentí con la cabeza, ellas gritaron de emoción haciéndome reír suavemente. Me llevaron rápidamente a la pista y veía a mi alrededor, intentando ver como se baila estas canciones que los chicos de mi edad lo llaman "perreable".

Por suerte, Yeonjun nunca se apareció, capaz que ya encontró a alguien más con quién coquetear y ofrecer "mi" vaso de cerveza.

. . .

Ya eran las 3am y pude notar que varias personas ya estaban en un estado de ebriedad donde les cuesta estar parados y no modulan al hablar. Me daba risa verlos pero intenté mantenerme inexpresiva.

El DJ se tomó un receso y pude descansar al fin, necesitaba ir al baño, y obviamente iba a ir al de mi habitación, por lo que comencé a dirigirme hacia allí.

Mientras subía las escaleras, escuché la voz de Yeonjun detenerme, me di la vuelta confusa, hasta que me acordé que aún tenía el antifaz.

– Perdón Aliana, no puedes subir arriba, si buscas el baño, está aquí abajo, yo te guio – me sorprendió su actitud de evitar problemas, por lo que reí torpemente.

– Lo siento, debí preguntarte – me acomodé el antifaz mientras bajaba las escaleras pero la pulsera que tenía en mi muñeca derecha quedó trabada.

– ¿Necesitas ayuda? – subió un escalón pero inmediatamente lo detuve.

– No no, estoy bien – seguí bajando las escaleras haciendo fuerza para destrabar el accesorio.

Al notar que el antifaz se cayó, noté de reojo la cara de asombro de Yeonjun, haciendo que me sonroje y tropiece, cerré mis ojos con fuerza impactando con el cuerpo del contrario quedando en el suelo.

– ¿Swith? – al escuchar su voz, me levanté rápidamente y salí corriendo hacia mi habitación – ¡Swith, espera! –

Cerré con fuerza y con llave la puerta, dejándome caer al suelo, maldiciendome en diferentes idiomas.

Que ilusa, pensé que esto iba a ser como una película, la chica solo se cruza con el chico en las fiestas totalmente disfrazada para que no la reconozca y él nunca vería detrás de los accesorios que la hacen irreconocible. Pero dudó poco.

¿Ahora cómo carajos lo voy a ver?

Sentí como golpeaban la puerta, miré por el cerrojo y era Yeonjun.

– Swith, ¿no te lastimaste? – fruncí el ceño ante su pregunta.

¿Se está preocupando por mí? Imposible.

– Al menos di algún insulto para quedarme tranquilo, ¡oh! gracias por cuidarme la otra vez – sentí mis mejillas arder ante lo último.

– ¡Idiota! –

my enemy lives with me ლ yeonjun ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora