Cap 41-Mundo 3

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Narra Maite

La vida en la cuidad se hizo cada vez más incapaz. No puedo ir al mercado sin taparme la cara, caminar en la calle también era peligroso.

Pasé así dos semanas vaganbundeando sin un techo.

Decidí salir de la ciudad para irme al campo, no se me ocurría otra manera de esconderme, a esta altura mi cara estaba en todos lados.

Medio mundo me reconoce.

Siempre quise experimentar la fama, pero no de esta manera, parezco un preso en fuga.

Por otro lado, XD sigue desaparecido, ha pasado casi tres semanas. Qué le habrá pasado? Sin XD me quedaré en este mundo hasta que muera. Y no quiero.

Traté de buscar un trabajo fácil para ganar un poco de dinero, pero después del primer día mi jefe se dio cuenta de quién era y contactó a Levi.

Me fui corriendo.

Un poco de respecto por favor. Estaba indignada.

Sé que tarde o templano me atrapará, y si XD no vuelve a tiempo, todo mi esfuerzo en el sueño será en vano.

Todo para protegerlo, a mí, a él y el mundo. A esta altura merezco un premio nobel de la paz.

Suspiro nuevamente.

Bajé del bus por la noche, llegué a un pueblo desconocido, pregunté si había un hotel o donde sea que pueda dormir. Por suerte sí había.

La gente acá me miran raro. Me reconocieron? Espero que no porque el hambre me está matando.

Tengo que comer.

La panza empieza a producir un ronroneo.

Entré a un mini almacén cerca de la parada.

Tapé mi cara de costumbre y elegí el pan más barato que había. También una botella de agua.

Mientras hacía fila en el cajero, la vieja televisión del almacén cambia de canal.

Mi cara aparece de repente en la pantalla.

Maldije por dentro.

Qué tan difícil es alejarse de alguien? Tanto cuesta? Y si le digo a Levi que tengo cáncer, por eso no quiero lástimarlo? Es muy probable que no me crea.

-Hola, estás bien?- me pregunta alguien.

Es una señora viejita detrás de mí.

-Estoy bien, gracias-

-Te ves cansada- se preocupa.

Qué amor la señora.

-Estoy bien, de verdad. Vine de viaje-

Me despedí de la señora y pagué mis cosas en la caja.

Salí caminando rápido.

Terminé sentada en un parque.

Abrí el empaque de pan. Este pan me durará tres días.

Ahora el problema es dónde me puedo quedar en la noche. El parque no parece muy seguro.

Miré el alrededor con esperanza de encontrarme con algo y parece que la suerte está de mi lado.

Había un baño público.

Caminé hasta el baño y entré sin pensarlo.

Me llevé la sorpresa de que no está tan sucio por dentro.

Me miré en el espejo después de semanas.

Me veo horrible.

Las ojeras me hacían parecer una panda.

La ropa está sucia.

El pelo ni decir.

La piel está pálida y en un estado cuestionable.

Con razón la señora dijo que me veía cansada.

Más que cansada me veo muerta.


Me senté arriba del tapa de inodoro y cerré la puerta con la traba.

Al fin puedo descansar un rato.

Cerré los ojos.

Sólo dormiré un hora.

Será suficiente.

...

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...

...

Desperté por un ruido.

Alguien estaba tratando de abrir la puerta del baño donde estoy.

Me alerté enseguida.

Miré por debajo de la puerta y vi varios zapatos afuera.

Lo primero que pensé fue Levi.

Me encontraron.






-Ady- escucho -Se que estás adentro- dice.

Era la voz de Levi.

No hice ruido.

-No te haré nada, sal de ahí- dice casi ordenando.

Seguí en silencio.

-Ady- repite.

Saqué la navaja que tengo guardado en la mochila.

Y abrí la puerta.

Yo, tú y la cebollaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora