Levi Ackerman y Nicolai Vasiliev fallecieron juntos, solo para renacer en un mundo donde los superpoderes existen, recordando a través de sueños sus vidas pasadas.
Ellos se dedicarán a evitar la muerte de Izuku Midoriya, hacerce amigos de Hitoshi Ai...
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Nuestro grupo favorito estaba pasando una mañana increíblemente aburrida, pues a pesar de ser parte del curso de héroes, solo una de sus materias se dedicaba a entrenarlos como tales, por lo que hasta ahora solo habían tenido Historia, Matemática e Inglés, esta última siendo para Nicolai la más divertida gracias a su profesor, Present Mic (de hecho él parecía el único emocionado durante su clase y se convirtió rápidamente en el favorito del Héroe).
Aún así, los cuatro habían logrado sobrevivir hablando entre ellos, pues se habían asegurado de sentarse hasta atrás, en la esquina junto a la ventana (Nico y Levi estaban uno al lado del otro en la última fila y Histoshi e Izuku delante suyo).
-YO...¡¡ESTOY PASANDO POR LA PUERTA COMO UNA PERSONA NORMAL!!-
Apenas All Might entró al aula todos los alumnos empezaron a emocionarse, bueno, excepto la pareja de veteranos que oscurecieron su mirada instantáneamente, Nicolai girando la suya hacia la ventana y Levi manteniéndola firmemente sobre el héroe, como queriendo ver si era capaz de fulminarlo de esa forma. Izuku por su parte, había cambiado su postura a una incómoda y Hitoshi quiso saber de donde venía ese cambio radical de emociones, pero decidió preguntar después.
-¡MUY BIEN NIÑOS! ¡Hoy haremos entrenamiento de batallas!- el héroe sacó una carta que tenía "Batallas" escrito- ¡TOMEN SUS TRAJES DE HEROES Y VEANME EN LA SALA DE ENTRENAMIENTO!-
El humor de los cuatro mejoró considerablemente al escuchar que por fin podrían ver y usar sus trajes.
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-Entonces... Vasiliev ¿Acaso tú y Ackerman están saliendo o algo así?- un chico con un rayo negro en el pelo, Kaminari Denki, le preguntó bromeando al otro rubio que se encontraba cambiándose justo al lado de Levi, que parecía estar gritándole mentalmente al pikachu algo como "¿Siquiera sabes lo que es espacio personal?".
Estaba demasiado cerca de Nicolai, prácticamente lo había arrastrado fuera del rincón donde se cambiaron la última vez, y por lo tanto Levi lo tuvo que seguir.
-¿Cómo?- le preguntó, no porque no entendiera, si no más bien porque había ignorado completamente el comentario del chico (no era por malo ¡Pero debían apurarse! No quería llegar tarde a clase, además prefería evitar la vergüenza que le daba la situación).
-Pfff jajaja Vaaamoos, ustedes están siempre juntos ¡Tiene que haber algo ahí!- su conversación comenzó a llamar la atención del resto.
-Primero, por favor llámenos por nuestros nombres de pila- dijo suavemente y con una leve sonrisa, ya casi terminaba de ajustar los cinturones de su equipo.
-¡Está bien!- respondieron casi todos de manera sincronizada, a la pareja tal vez le habría asustado si no estuvieran acostumbrados a que Erwin y Hanji hicieran lo mismo (fueron los primeros en reencontrarse y eso los hizo incluso más cercanos).
-Y segundo, pues obviamente, Levi es mi novio desde hace años-
-Confirmo- Levi aceptó.
-Reafirmo- Midoriya mencionó.
-Recontra afirmo- y Hitoshi terminó.
-¿¡Qué!?-
Antes de que pudieran atacarlos con más interrogantes como unos fanboys, Levi agarró la cintura de Nicolai y pasó por arriba de todos con su equipo, cruzando la puerta, abandonando a sus pobres amigos que fueron inundados en un mar de preguntas y dirigiéndose al punto de encuentro que All Might sensei les dijo.
¿Podrían simplemente haber pasado caminando? Claramente.
¿Se arrepentían? Absolutamente no, les encantaba usar cada oportunidad que tenían para usar sus EDM3D, era una de las cosas que le recordaban quienes eran.
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-Eso fue molesto- Levi habló sin dejar de mirar al frente, notando que eran los únicos en la sala, por Rosé, sus compañeros eran lentos.
-Sí, bueno, ya era hora de que supieran que nos pertenecemos mutuamente- Nico, que de echo era levemente más alto, se paró frente a su novio y envolvió el cuello de Levi con sus brazos.
-¿Oh? Supongo que tienes razón- Levi rodeó la cintura del otro, hablando con un tono coqueto e ignorando completamente la presencia de su profesor (que igualmente estaba muy ocupado leyendo un libro titulado "Como ser maestro, edición para tontos" como para notar lo que hacían).
