Una chica en EXO, ¿qué tan malo podría llegar a ser? Acompáñame a ver esta triste historia y descubre que tan desastroso sería tener una décima integrante en el grupo.
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La iluminación me lastimaba los ojos y el cuchicheo de las personas a mi alrededor me hacía sentir mareada, estás reuniones formales no parecían ser lo mío y podía decir con certeza que sería; al menos para mí, una mala noche. No sabía si era yo o mi nerviosismo pero al ver a todos tan elegantes y propios pavoneándose con gusto me hacía sentir fuera de lugar, mi padre y su esposa se veían como una de esas parejas empoderadas que aparece en primera plana en la sección de sociales y ni hablar de mis hermanas, esas mocosas para tener 14 años se lucían como nunca al sonreírle a los tantos invitados mientras que yo observaba todo a lo lejos. No iba a negar que este ambiente me era conocido por que en más de una ocasión había estado presente en algún evento de este tipo antes de que mi mamá falleciera pero era innegable que el ambiente era mil veces distinto a como yo lo recordaba o tal vez era porque hacía ya un par de años que dejé de hacer estas cosas y además la situación era muy diferente por que ahora era la familia de mi padre y yo.
Maldita sea, amo a mi papá y se que él también me ama pero por más bueno y lindo que se comporte conmigo ahora, aun después de haber hablado sobre cuanta falta me hizo en mi infancia siento que por más que lo intento no funciona y tal vez se deba a que ninguno sabe como tratar al otro cuando estamos solos, claramente no imaginamos que sería así, ya que cuando él seguía en Rusia el comunicarnos por mensajes, llamadas y videollamadas no resultaba tan catastrófico como al la hora de intentar hablar frente a frente. Pero hablando del momento, para empezar estaba alejada de todos por que a excepción de los Tashibana no conocía a nadie, por eso es que no esta resultando la velada para mi... ¿Por qué estoy aquí? Por ser demasiado estúpida y dejarme convencer con la excusa de que como familia que somos debemos apoyarnos y celebra los logros del otro y estoy de acuerdo pero el ambiente en este lugar me ahoga, es muy elegante para mi gusto y mi paciencia.
Un poco más y me vuelvo loca.
ㅡSeina, ¿te sientes bien?ㅡdeje de jugar con la copa para prestar atención a quien me hablabaㅡSe que no estás cómoda pero me harías un gran favor si quitas esa caraㅡpellizco mis cachetes sin ejercer fuerza.
ㅡLo siento papá pero así es mi caraㅡsonreí falsamenteㅡ¿Cuanto tardan estas cosas?ㅡdi dos pasos atrás para intentar escapar de su agarre.
ㅡSon aburridas ¿cierto?ㅡsoltó mis mejillas para pasar su brazo por mis hombrosㅡYo también las odio pero por más insignificante que parezcan sirven para conocer posibles sociosㅡse recargo dramáticamente en mi.
ㅡ¡Papá me aplastas!ㅡchille al sentir su peso, y es que como no hacerlo si el señor es un rascacielos de 1.88 cmㅡ¡Soy muy pequeña para morir!
