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POV ______.

Sólo faltaban pocas horas para la tan esperada batalla, para la que ______ había nacido y la que decidiría el destino de todos. También la otra persona esperaba ansiosamente la pelea, si se libraba de ______, su camino estaría libre para hacer lo que quisiera, ______ era nada más un obstáculo en su camino.

Los chicos estaban sumidos en sus propios pensamientos, William y ______ estaban sentados a la orilla de un barranco, uno junto al otro pero ambos sin decir una sola palabra.

—¿Crees que pueda ganarle?—preguntó ______, rompiendo el silencio.

—No pienses en eso.

—¡Oh vamos!—se paró ______—¡es lo que todos están pensando!

William no pudo contradecirla en nada, la verdad es que todos estaban muy nerviosos por la batalla.

—Deberías dormir un poco—dijo William.

—¡¿Cómo podré dormir en un momento así?!

—El tiempo pasaría más rápido.

______ se quedó pensando y sin decir nada, colocó una mano en el colgante que traía su amiga antes de morir y cerró los ojos, luego colocó una mirada muy decidida en su rostro y vio a su amigo.

—Tienes razón, estar aquí no sirve de nada, iré a dormir.

Tras decir esto ______ se fue sin vacilar, llegó y se metió dentro de una de las tiendas de acampar que tenían ahí.

Agatha estaba pasando por ahí y vio una silueta dentro de la tienda, sonrió con una mirada un tanto picara y comenzó a acercase, llevaba la intención de asustar a ______, se dirigió a la cremallera de la puerta y cuando iba abriendo con sumo cuidado la tienda una mano salió y tomó su pierna haciendo que ella gritara por el susto.

—¡¿Pero qué rayos?!

En ese momento ______ asomó el rostro, Agatha estaba molesta pero a la vez sonrojada.

—¿Qué era lo que planeabas hacer, chatarrita? — preguntó ______.

—¡Nada, grandísima idiota!

—Si no te conociera diría que tratabas de propasarte conmigo — dijo ella sonriendo pícaramente.

—¡Jamás! — entonces sacó algo de su bolsillo y ______ salió de la tienda — venía a darte esto, tarada.

______ tomó lo que Agatha le dio y observó que era un pequeño brazalete de trenza, los colores utilizados para hacerlo eran el verde y el gris, la joven se la quedó viendo por unos momentos y luego le estiró la mano con la pulsera en ella.

—Tómala, no la quiero, nací así y moriré así durante la batalla.

—¡¿Pero qué?! ¡se ve que no lo comprendes! —______ la miraba extrañada — esta pulsera fue hecha hace mucho tiempo, fue hecho de tal manera que el verde simbolizara el color de la suerte.

—¿Y el gris?

—El cabello de Billie.

La chica se quedó callada un momento y luego miró a la robot.

—¿Tú lo hiciste?

—No, no lo hice, de hecho lo hizo Billie, me lo mostró el día de su cumpleaños, por eso cuando regresaste para buscar su diario yo fui a buscar ese brazalete, puede que te distraiga de nuevo poner el recuerdo de ella en tu mente, pero así lo hubiera querido, Billie dijo que te la daría el día antes de la batalla y por lo tanto decidí dártela ahora, porque ese era su deseo.

______ miró una vez más el brazalete y luego sonrió.

—¿Me lo puedes colocar? — preguntó a Agatha.

—Claro — respondió ella amarrando eso al brazo de la joven fuertemente.

Cuando se la terminó de poner, ______ vio a Agatha por un momento con una gran sonrisa en el rostro, un mechón negro caía sobre el ojo derecho de ______.

—Deberías cortarte el cabello, creció demasiado y te molestará mañana.

—¿Por qué no me lo cortas tú?

—¿Qué? ¿me confiarás tu cabello?

—No sé porque te sorprendes — se rió ella, luego la miró — no es novedad, de todas maneras, yo siempre confié en ti, Agatha.

La joven cerró los ojos y miró hacia abajo, evitaba que salieran de ellos unas lágrimas de preocupación al saber que su amiga se enfrentaría a una gran pelea al siguiente día, mas no soportó y dos lágrimas brotaron y rodaron por sus mejillas, cosa que su amiga notó. ______ se metió rápidamente a la tienda de acampar y sacó un par de tijeras, se las colocó en frente a la chica, ella levantó la mirada, aún con unas lágrimas que ______ fingía ignorar.

—Procura que me vea bien mañana — sonreía ella — si muero, quiero lucir bien cuando me encuentre de nuevo con Billie.

Agatha tomó la tijera y asintió con la cabeza, ______ se puso de espaldas y ella comenzó a cortar, no se lo dejó muy corto pero al menos no habían cabellos cayendo en su cara, así no tendría molestias el siguiente día. Luego de eso Agatha buscó un espejo, que era de Edo.

—Vaya — se miró ______— se ve muy bien.

Eco y Deo estaban ahí observando, se acercaron a sus amigas después de que ______ se viera en el espejo.

—Oye ______...—se acercó Edo con Deo a su lado — buena suerte mañana, quiero que sepas que fuiste una gran estudiante, no te confíes, a pesar de que tus habilidades son sorprendentes ya a este punto.

—Gracias a ustedes — luego miró a Eco — muchas gracias.

—No hay de que — sonrió ella.

—Prepararemos una gran cena el día de hoy, Eco y yo planeábamos hacer algo por ti de todas maneras, a los condenados a morir se les da un buen alimento antes de mandarlos a la horca — dijo Deo.

—¡Deo! — exclamó Eco.

—No te preocupes hermana menor — luego miró a ______—¿sobrevivirás mañana?

—Todavía tengo que cumplir con mi promesa — sonrió ______.

Deo asintió con la cabeza y luego le dijo:

—Sigue viviendo...

Agatha esbozó también una sonrisa y se levantó.

—Iré con ellas, quizá les pueda ayudar.

______ asintió y las tres se fueron.

Era ya de noche y todos dormían luego de la gran cena, nadie movía un solo musculo, el sueño los había vencido a pesar de que estaban muy ansiosos por el siguiente día, más alguien estaba totalmente despierta. ______ comenzó a salir cautelosamente de su tienda y miró las de los demás de reojo, ella llevaba unos guantes que no cubrían sus dedos, una camisa de manga corta color azul sobre una camiseta blanca, un pantalón negro y muchas armas escondidas entre su ropa.

—Esta es mi pelea—dijo y luego comenzó a alejarse—no los voy a arriesgar.

______ comenzó a alejarse de sus amigos, Eco, Deo y Caelum le enseñaron lo más que podían y ahora dependía de ella hacer uso de esas habilidades, se acercaba la hora, las doce en punto, el día catorce de Enero, la hora de su encuentro estaba muy cerca, pero ella no tenía idea, sólo pensaba en estar preparada para lo que fuera.

La Maldición de la Rosa (Billie Eilish y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora