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Billie se había levantado de su silla con algo en la mano y una sonrisa, los demás estaban extrañados ante tal reacción.

—¿Qué tienes ahí?—preguntó William.

—Verán, gané pases dobles en la radio para una presentación de ballet que habrá esta noche, no creo que sea mala idea debido a que es algo muy lindo y ya que estamos en la ciudad no está de más.

—No es una mala idea—dijo William.

—¿Los ganaste?, ¡qué bien!—dijo Agatha emocionada.

—Espera un momento—interrumpió _______—tú nunca ganas nada, tienes mala suerte, ¡¿de dónde las conseguiste Billie?!

—Ah, yo, eh, bueno...—decía ella nerviosa e incoherentemente—¡está bien, los tomé de la radio!, pero oye, sobreviví así por años, no creí que fuera mala idea, ¡¿las quieres o no?!

—Tú eres la que menos tiene que reclamar, _______—mencionó Agatha mientras que ella sólo comenzó a sorber su jugo.

—No...yo sé es sólo...que no quiero que hagas eso Billie, ahora ya no estamos solas y no tenemos que vivir la misma vida de antes, deja atrás esas costumbres—decía ella mirando a otro lado y algo sonrojada.

Billie solamente la miró y luego de unos segundos sonrió y sus mejillas se pintaron de un bello color rojizo, tomó las entradas firmemente contra su pecho y miró a los demás, volvió a preguntar si irían al recital y ellos asintieron, luego pagaron los jugos y se fueron a sus habitaciones en la posada.

Entre tanto, en una cabina de radio cercana...

—Oye John, ¿has visto las entradas para el recital de ballet?

—No, ¿tú no las tenías?

—¡Sí, estaban en el cajón!, rayos ¿Dónde las habré metido?

La Maldición de la Rosa (Billie Eilish y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora