Donde Ashley Routledge se ve envuelta, junto a su hermano y a sus amigos, los Pogues, en aquello por lo que padre perdió la vida: la búsqueda del oro del Royal Merchant.
Durante lo que ellos pensaban que iba a ser el mejor verano de sus vidas, un e...
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ESPERANDO LA SEÑAL DE SUS DOS AMIGAS, JJ, John B y Pope estaban escondidos, con las miradas puestas en ellas.
—¿Qué tal con Kiara? —preguntó JJ, alzando una ceja y dejando asomar una sonrisa burlona.
—Pues, la verdad, es que no es nada raro, ni incómodo —contestó John B. Pope y JJ se miraron entre ellos y, luego, miraron al pecoso.
—No me puedo creer que la besaras.
—¡Pero si fuiste tú el que me animó a hacerlo, capullo!
—¿Y desde cuándo te parece buena idea escucharme? —JJ soltó una carcajada al ver a John B rodar los ojos.
—Justo lo que dijo mi hermana —protestó él. Pope rio suavemente, haciendo que los otros dos lo mirasen.
—¿De qué te ríes? —preguntó JJ. Pope se encogió de hombros y disimuló la sonrisa, a modo de respuesta.
—De que te tiene en el bote, JJ. —John B le dio varias palmaditas en la espalda, sonriendo.
JJ frunció el ceño y miró a sus dos amigos, algo confuso ante sus caras y sus sonrisas. No podía negar que sentía cosas por Lee, pero tampoco podía permitirse admitirlo porque era su mejor amiga. Ashley era la mejor persona que JJ había conocido nunca y estaba muy seguro de que, aunque sabía que tenía suerte de tener a todos sus amigos, tenerla a ella era la suerte de su vida.
Lee se solía describir como una persona mediocre. Una adolescente más, bastante reservada la mayoría del tiempo, no muy habladora y para nada interesante. Y JJ no podía estar más en desacuerdo.
JJ admiraba absolutamente todo sobre ella. Admiraba su forma de saber todo sobre sus cantantes favoritos, cómo se obsesionaba con ciertos personajes y veía la misma serie una y otra vez, cómo podía pasar horas hablando sobre lo que más le gustaba. Admiraba su forma de transmitir paz a todo el mundo, incluso si ella estaba en guerra consigo misma. Admiraba su capacidad de ser siempre amable con todo el mundo, daba igual quién fuera. Porque Lee siempre decía “no sabes por lo que puede estar pasando esa persona de ahí, así que lo mínimo que merece es que tú seas amable con ella.”.
JJ admiraba, incluso, cómo Lee no se molestaba en aguantarse los enfados. Si la hacías enfadar, estabas jodido. Y eso JJ, lo sabía de primera mano porque John B y él eran expertos en molestarla. Habían hasta decidido llamarla «A» cuando se enfadaba mucho con ellos porque los había obligado a ver pequeñas mentirosas con ella. Admiraba lo lejos que podía llegar su orgullo para evitar admitir que se había equivocado en algo.
