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CAPÍTULO 15
so much love makes me wanna puke

                           LENTAMENTE, LEE SE ACERCÓ POR DETRÁS A SU MEJOR AMIGA, que estaba sentada en el muelle con los pies a remojo

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                           LENTAMENTE, LEE SE ACERCÓ POR DETRÁS A SU MEJOR AMIGA, que estaba sentada en el muelle con los pies a remojo. Se aclaró la garganta para que se percatara de que no estaba sola, por lo que Kie se hizo a un lado, dejando espacio para que se sentara con ella.

Lee cogió aire y se sentó de igual forma que Kie, también mojándose los pies. Giró la cabeza para mirar a su mejor amiga, dándose cuenta de que tenía la cabeza agachada y que estaba llorando. Sin decir nada, apoyó su cabeza en el hombro de Kie y suspiró. La de pelo rizado apoyó su cabeza sobre la de Lee y dejó escapar un sollozo.

—Si quieres que vuelva dentro y le pegue una patada en el culo, solo tienes que pedirlo —ofreció la pelinegra. Kie soltó media carcajada, que se mezcló con otro sollozo y Lee medio sonrió.

—Se la merece —susurró la de pelo rizado, pasando sus manos por sus mejillas para secarlas.

—No tienes ni idea de cuánto —concordó Lee, asintiendo con la cabeza. Cogió aire y añadió —: supongo que acabará entrando en razón.

—¿Tú crees? —Kie levantó la mirada y alzó una ceja, ante lo que Lee entrecerró un ojo e hizo una mueca.

—No.

Ambas rieron por lo bajo, aunque la situación era de todo menos graciosa. Kie echó la cabeza para atrás y resopló.

—¿Sabías que iba a traerla? —se atrevió a preguntar Kie. Lee negó rápidamente con la cabeza.

—No me había dicho nada —respondió la pecosa, todavía moviendo la cabeza hacia los lados.

—Es que... —Kie hizo una pausa para tragar saliva —. Es que no es de fiar, Lee. Un día está bien contigo y, al siguiente, parece que no se acuerde de tu existencia.

Lee miró a su mejor amiga con pena. Sabía que Sarah era la única amiga que Kie había tenido en su instituto y que, cuando Kie y Lee se distanciaron, Sarah había sido la única persona con la que Kie se relacionaba fuera de clase. Sabía que Sarah era la persona que más daño le había hecho nunca.

—Kie, pero de eso tiene que darse cuenta él solo —susurró Lee, echando la cabeza para atrás.

—No quiero que le haga daño —admitió la de pelo rizado.

—Yo tampoco, pero con quién sale o no —Lee suspiró —, es cosa suya.

Kie frunció el ceño y, aunque no muy convencida, asintió, moviendo la cabeza muy lentamente. Lee la miró de reojo una vez más y, al ver la expresión de su cara, se sintió algo culpable.

fearless || jj maybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora