Lisa bostezando abre los ojos y sonriéndo se acurruca entre los brazos de JungKook estirándose perezosamente. Su novio la había llevado en sus habitación y una vez en la cama la había apretado fuerte acunandola como si fuera una niña pequeña, como el tesoro más precioso de la tierra por él, la había mimado dulcemente hasta que cansada por el remolino de emociones experimentadas se había rendido a la llamada de Morfeo. La audiencia había sido literalmente una pesadilla, horrible y asquerosamente falsa, Ahn HyeJin y Kim NamJoon habían hecho todo lo posible para defenderla de esos ataques, la alfa había contraatacado a los golpes de los adversarios con uñas y dientes, al final de aquella audiencia le había dicho sea a ella que a JungKook de mantener la calma porque desdichadamente ese había sido solo el comienzo de una larga serie de batallas a la última sangre, su madre había insistido para acompañarla y la vergüenza que había experimentado contestando a aquellas asquerosas preguntas casi la había matado, le dolía que ella escuchara todas esas bajezas sobre su cuenta, que se sintiera decepcionada por su conducta y que se avergonzara de ella o peor que se culpara de no haberla criado bien, pero no había sucedido eso, en cambio su madre la había abrazado y todo se había disipado mágicamente en el calor de sus brazos, de su sonrísa, después había visto Kookie salír arreciado fuera de la sala de audencia y entonces lo había seguido preocupada que pudiera cometer una imprudencia, cuándo lo había divisado se había parado de golpe porque estaba hablando con Taehyung, entonces se había escondido tras un rincón para poderlos escuchar, pero en el momento en que el alfa había hecho aquella sucia propuesta viendo a su novio titubear había escapado, no podía quedarse, no podía soportar eschucharlo aceptar esa canallada. Así se había amparado en la casa de sus padres, JungKook no había objectado viéndola irse con su mamá... quizás también él necesitaba tiempo para reflexionár sobre lo qué había sucedido, huír de la mordaza de los periodistas apostados fuera del palazo de justicia había sido una verdadera empresa pero habían tenido que lidiar con un hueso duro como Chittip Manoban. Una vez al seguro se había atormentado tumbada en el sofá de su hogar de infancia, no había querido comer nada ni hablár de lo qué había ocurrido en esa aula, los suyos habían imputado su actitúd al resultado de la audiencia, en realidad su cerebro se había afanado sobre las palabras que había oído entre el alfa y el omega. Al fin se había convencido de deber enfrentar JungKook por lo tanto había regresado en sus casa y allí con la muerte en el corazón lo había esperado, sabía que Luca era más importante que ella, era natural que fuera así y tenía que aceptar si su chico quería quedarse al lado del alfa por el bien de su hijo a pesar de amarla con toda su alma... su mente lo comprendía pero su corazón no. En cambio gracias a Dios JungKook la había reconfortado diciéndole que nunca nadie los habría separado y ella tenía una necesidad desmesurada de creer en sus palabras. Había llorado de alivio, felicidad... él se ha convertido en su centro, no puede concebir una existencia sin su maravilloso omega, su adorado compañero. Había sido perfecto y tierno tratando de consentirla, sonríe mientras lleva la mirada en la de él.
"Kookie no te imaginas cuánto te quiero, mi vida te amo mucho" susurra sobre sus labios, el chico contesta también con una sonrísa acariciándole la espalda y dándole un dulce beso en su boca sobresaliente.
"Ay mi patito lindo, también yo te quiero, eres la cosa más preciosa de mi vida junto a nuestro niño" una nota de tristeza le pinta la voz, entonces lo abraza, su sufrimiento le tortura el alma, daría cualquier cosa para no verlo así. De repente el timbre de su móvil la asusta, arquea una ceja pasmada porque todavía es noche honda... se vuelve hacia la mesilla y ve la luz de la pantalla iluminada, poco después el estribillo se para y llega la notificación de un mensaje, curiosa se derrite del abrazo de JungKook que perplejo cuánto ella se levanta sentándose en el medio de la cama a su costado, tomando el teléfono por fin ve que se trata de un mensaje de Kim MinGyu... chocada abre los ojos leyendo esas pocas palabras...
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Fresa y Vainilla
Romansa《Es triste non ser queridos, pero más aún lo es no poder amar.》 (Miguel De Unamuno) En un encantadór universo alternativo Lisa es una joven omega que vive a Seúl y tiene todo de la vida, un trabajo que adora (es una fotógrafa éxitosa), tiene amigos...