Después de unos cuantos vasos de alcohol, de poner los 40 en la tele y terminar la pizza. Saray y Diana se quedaron dormidas en el sofá. Zulema estaba en un sillón a punto del coma. Diana se despertó por sonidos del baño.
-Maca, vamos a dormir, porfavor.- dije ayudando a terminar de vomitar.
Subimos y nos acostamos.
-Bueno, si quieres hablamos de tu decisión. Estoy medio borracha.. Pero te escucho.--Didi, no sé qué hacer. Cómo hacerlo, mis padres casi nunca están.- Cuando me di cuenta ella estaba roncando.
-Vaya mejor amiga tengo…-Me acurruqué a ella y la abracé.
Sonó el despertador a las 7. Me bañé, me puse una camisa ancha y bajé a desayunar. El salón está hecho un desastre. Botellas, vasos medio llenos, comida, altavoces, papel higiénico… Y dos chicas medio muertas.
-Saray…. Saray… despierta tía.- Saray me dio un tortazo suave y se giró.
Me dirigí a Zulema, me arrodillé al sillón y le acaricié la cara. - Zulema.. Zule… - Nada.. - Joder que no vamos a llegar. - Zule, coño… Que tu eres la única que puede levantar este ejército.- Le di un beso en la frente y cuando me levanté su mano me detuvo.
Sentí los labios de Maca y me ruboricé. - Buenos días rubia. ¿Siempre despiertas a la gente con besos?-
-Lo.. Lo siento es costumbre.-
-¿Con quién?-
-Con… Da igual. Venga vamos a desayunar.-
-¿Tienes leche y tostadas?- Abrí la nevera y saqué mermelada y mantequilla.
-Sí, yo desayuno cereales. Los amo- me serví y cogí la leche. Cuando me giré hacia el frío me choqué con Zulema y se le cayó la mantequilla.
-Mierda… Estoy dormida.- Nos agachamos a la vez, y nos quedamos como tontas mirándonos.
S: -Hombre, buenos días.. ¿Interrumpo algo?- las vi a las dos como gilipollas cogiendose las manos y debajo la mantequilla.
-No, no que va.- Me levanté y comí mis cereales.
-Chicas, parecéis tontas de verdad.-
-Mira Saray, eres un coñazo a todas horas, ¿eh?-
-Sí parecíais salidas de la típica serie donde los enamorados se chocan y se les caen los libros y se miran como si el tiempo se hubiera parado.
Es que hacéis lo fácil, difícil.-Me empecé a sentir mal y fui al baño. La regla, la maldita menstruación. Lo mio es una tortura, sangro demasiado, y me duele de narices. Fui al ginecólogo y me recetaron pastillas, pero no me hacen nada.
Después de que intentaran convencerme de ir al insti, me quedé en mi casa.
Bajé las persianas, me calenté los trozos de pizza y me quedé en mi cama. Puse Netflix, y empecé a ver Stranger Things.Llamada entrante
-Hija-
-Dime mamá-
-Pensé que no lo ibas a coger, dónde estás.. -
-En casa, la regla.-
-Bueno, ya sabes que tienes que hacer. Te llamaba porque mañana a la tarde recojo a tu hermana y vamos a casa.-
-Bueno, vale..Ya tenía planes.-
-Tiene muchas ganas de verte. Cómprale algo, anda… -
-Vale, bueno adiós. -
Me quedé dormida hasta las 4. Cuando desperté tenía una llamada de Fátima.
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Aceptamos el amor que creemos merecer
Roman d'amourVarias relaciones que por destino deben romper y juntarse con quien menos lo esperan o quieren. El amor casi nunca es correspondido, pero..¿qué pasa si en vez de juzgar y negar, te dejas llevar hasta el final?